Qué es el sangrado libre y cómo ponerlo en práctica

Desde hace años, el feminismo busca romper los tabús sobre la menstruación femenina y el free bleeding, o "sangrado libre", ha ganado numerosas adeptas en los últimos tiempos.

El llamado "sangrado libre" implica permitir que la menstruación fluya libremente sin el uso de productos menstruales como tampones, compresas o copas menstruales. Si bien puede parecer un concepto nuevo, muchas personas han estado practicándolo durante generaciones.

¿Qué es el sangrado libre?

El free bleeding es una práctica que se basa en la idea de que las mujeres pueden menstruar sin la necesidad de utilizar productos desechables o reutilizables. Las defensoras de esta práctica argumentan que es una forma de empoderamiento, liberación y conexión con el propio cuerpo. Además, algunos ven el sangrado libre como una forma de cuestionar las normas sociales y culturales que rodean la menstruación.

Según la doctora Jennifer Gunter, ginecóloga y experta en salud menstrual, el sangrado puede ayudar a las mujeres a reconectar con su ciclo menstrual y a comprender mejor su cuerpo. "Permitir que la menstruación fluya libremente puede ser una forma de aceptar y celebrar la menstruación como un proceso natural", afirma.

Entre las seguidores de este movimiento, el sangrado también se presenta como una alternativa ecológica, ya que esta opción permite reducir la cantidad de residuos generados durante la regla, como tampones o compresas.

Para muchas mujeres, el dejar que la sangre fluya es un acto de empoderamiento frente al machismo y el oscurantismo que rodea la menstruación. La escritora y activista menstrual Asha Frost asegura que "al elegir no usar productos menstruales, las mujeres pueden desafiar las normas sociales y reclamar su derecho a menstruar sin vergüenza".

Cómo practicar el sangrado libre

Según las mujeres que lo practican, antes de comenzar el sangrado libre es importante que se conozca bien el ciclo menstrual para identificar cuándo el flujo es más abundante y cuándo es más ligero. Para comenzar a practicarlo recomiendan estar en un lugar donde la mujer se sienta cómoda, como su propia casa, y utilizar ropa oscura para que las manchas sean menos visibles.

Se supone que durante esos días hay que "escuchar al cuerpo" y prestar atención a cómo se siente la mujer. Mediante este proceso es posible identificar el momento en que el cuerpo necesita expulsar la sangre, a través de pequeñas contracciones del útero, y es hora de ir al baño para que salga libremente, aunque para ello se requiere de práctica.

Además, para evitar "escapes" inoportunos, es posible entrenar el cuerpo para contener la sangre hasta llegar al baño. A través de diferentes ejercicios para el suelo pélvico, es posible retener el flujo menstrual y controlar su expulsión.