Salud
Buscan reclutar pacientes con meningioma recurrente para un ensayo clínico
El 12 de Octubre pone en marcha un ensayo clínico que comprobará la eficacia de un radiofármaco
Cambios en la visión, como ver doble o borroso, dolores de cabeza, zumbido en los oídos, dificultad para el habla o pérdida del olfato son algunos de los síntomas de un meningioma, un tumor del cráneo (no cerebral) que crece de las meninges, que son las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, y que es más frecuente en mujeres.
Se puede considerar como un tumor con muy buen pronóstico en la gran mayoría de los casos. El tratamiento más frecuente, además de la mera observación, es la cirugía y la radioterapia. Pero no a todos los pacientes les funciona.
«El 98-99% de los pacientes nunca llega a Oncología porque se curan. Pero en un pequeño porcentaje de casos, el tumor pese a la cirugía y la radioterapia vuelve y ya el cirujano no puede operar dada la ubicación o porque sale en tres sitios y no se le puede dar al paciente más radioterapia. Estos casos son los que nos llegan a Oncología y para los que hasta ahora no teníamos más tratamiento», explica a este suplemento Juan Manuel Sepúlveda, neurooncólogo del Hospital 12 de Octubre.
Con el fin de dar respuesta a estos casos que en nuestro país podrían ser varias decenas de pacientes, este hospital madrileño acaba de poner en marcha en España un ensayo clínico internacional para tratar a los pacientes de meningioma recurrente que no hayan respondido a ningún tratamiento habitual.
En el estudio, liderado por Sepúlveda, se comprobará la eficacia de una terapia de Medicina Nuclear basada en un radiofármaco (lutecio-dotatate), usada con éxito en tumores neuroendocrinos.
El ensayo, esponsorizado por la Organización Europea para la Investigación y Tratamiento del Cáncer (Eortc), busca reclutar en Europa a 140 pacientes en dos años y arrojar resultados en tres.
Para hacerlo posible, la Sociedad Española de Neurocirugía y el Grupo Español de Investigación en Neurooncología están colaborando con el Hospital 12 de Octubre, contactando con servicios médicos nacionales para poder localizar a los pacientes. Además de España, acaba de abrirse al reclutamiento en otros países europeos como Alemania o Austria.
En este ensayo se va a utilizar una terapia oncológica, que, según el doctor Adolfo Gómez Grande, del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital 12 de Octubre, se denomina teragnosis y consiste en «combinar diagnóstico y terapia, utilizando unos radiofármacos que van dirigidos a las células tumorales, primero para obtener imágenes de alta precisión y, en un segundo tiempo, para destruir las células tumorales».
Para ello, el radiofármaco incluye un isótopo que emite una radiación para ver dónde están las células tumorales, y otro isótopo distinto para destruirlas. Esto se consigue porque los radiofármacos van unidos a un ligando (molécula) que actúa como vehículo que localiza y se une a un receptor específico de la célula tumoral. En el caso de los meningiomas, se trata del receptor de la hormona somatostatina que actúa como marcador para su destrucción. «Esta terapia de radioligandos permite que la radiación se dirija de manera precisa a las células cancerosas, minimizando el daño a los tejidos sanos», asegura Gómez Grande.
La terapia ya se ha utilizado con éxito en otros tipos de cáncer como los tumores neuroendocrinos. Por eso, el doctor Sepúlveda confía en que también será útil en los meningiomas que no pueden tratarse con radioterapia o una nueva intervención, lo que supondría toda una esperanza, ya que «mientras la mayoría de los casos se curan,en estos otros, la expectativa de vida es de 3-5 años».
«El radiofármaco se pega a la superficie del tumor y libera radiación a nivel local. El que estudiamos en este ensayo, lutecio-dotatate, es porque el tumor expresa unos receptores de la somatostatina en la superficie y el radiofármaco se pega a esos tumores específicamente y mata a las células tumorales situadas a pocas micras de distancia», detalla Sepúlveda.
Efectos secundarios mínimos
Para ello, los participantes del ensayo, «a los que se les hará una analítica mínimo cada mes», se tomarán «cuatro infusiones, separadas por tres-cuatro semanas cada una de ellas», precisa el doctor Sepúlveda.
«Este radiofármaco se tolera muy bien. De hecho, ya se usa fuera de ensayos par otro tumor neuroendocrino. Lo que queremos ver ahora es si en meningiomas recurrentes, que tienen la misma cantidad de receptores de somatostatina que los neuroendocrinos, funciona», asegura el doctor, que señala como el efecto secundario más importante las náuseas leves en el momento de la infusión, una bajada de defensas y plaquetas pero en menor cantidad que con la quimioterapia clásica y a veces un aumento de las enzimas del hígado que haría retrasar la dosis en este caso».