Salud
Descubren un gen que hace invencibles a las bacterias
NpmA2, que es como se llama, se expande por hospitales y granjas, generando súperbacterias imposibles de trata
Un gen llamado npmA2 está cruzando fronteras y especies, dotando a bacterias ya peligrosas de por sí, de una resistencia total a un grupo de antibióticos que resultan vitales cuando todo lo demás falla. Suena a película distópica, pero es la conclusión de un estudio internacional liderado por científicos de la Universidad Complutense de Madrid.
Los investigadores, que analizaron casi dos millones de muestras bacterianas, confirman que este gen actúa como un «pasaporte genético» que viaja en un fragmento móvil –un «caballo de Troya»– y se incrusta en distintas bacterias, desde el temido Clostridioides difficile, causante de graves infecciones intestinales, hasta Enterococcus faecium, responsable de contagios hospitalarios con una tasa de mortalidad de un 30% en España.
«El npmA2 es como un fantasma: casi nadie sabía de su existencia y, sin hacer ruido, ha empezado a aparecer en distintas partes del mundo y en bacterias que ya son difíciles de controlar», alerta Bruno González-Zorn, director del estudio, realizado en colaboración con el Welcome Sanger Institute de Cambridge, el Instituto Pasteur de París centros de investigación de los Países Bajos y Australia.
"No solo inactiva un antibiótico, sino toda una familia de fármacos de último recurso"
El hallazgo, publicado hoy en «Nature Communications», es especialmente preocupante porque estas bacterias ya muestran resistencias a otros fármacos. «El gen npmA2 convierte a estas infecciones en prácticamente incurables», explica Carlos Serna, coautor del trabajo. «Desgraciadamente lo hemos detectado en muestras clínicas humanas. Por ejemplo, encontramos cepas de Clostridioides difficile y de Enterococcus faecium aisladas de pacientes hospitalizados, incluidas infecciones en personas que se habían sometido a cirugía cardiaca. En estos casos, las bacterias mostraban resistencia total a todos los aminoglucósidos que probamos en el laboratorio, con concentraciones inhibitorias muy por encima de lo que se considera tratable. Aunque no tenemos aún series clínicas amplias, todo apunta a que la presencia de npmA2 complica de forma muy seria las opciones terapéuticas y puede derivar en infecciones sin alternativa de tratamiento», confirma González-Zorn.
En seis países
El gen npmA2 ha sido detectado en cepas de seis países y en muestras humanas, animales y ambientales, confirmando que su propagación es global. «En los análisis que realizamos, npmA2 se detectó sobre todo en Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Australia, China y Francia. Hasta el momento de esta publicación, en nuestras muestras no lo hemos encontrado en cepas procedentes de España, pero es muy probable que sea cuestión de tiempo que aparezca, porque su movilidad genética y su capacidad de saltar entre bacterias son extraordinarias. La vigilancia activa es clave para detectarlo precozmente en nuestro país», cuenta González-Zorn.
«Este hallazgo es una llamada de atención. El npmA2 no solo inactiva un antibiótico, sino toda una familia de fármacos de último recurso, los aminoglucósidos. Su capacidad de moverse entre bacterias y cruzar barreras de especie y de nicho ecológico -hospitales, animales, medio ambiente- hace que sea un problema global de salud pública. Esto pone de manifiesto que vamos por buen camino, cuando insistimos, desde hace ya 20 años en la Unidad de Resistencia a los Antimicrobianos de la Complutense, que debemos abordar este problema desde la perspectiva One Health o Una Salud», advierte el experto.
Por eso, en su opinión, los siguientes pasos son intensificar la vigilancia genómica en hospitales, en muestras ambientales y en animales para identificar precozmente su presencia y cortar las cadenas de transmisión, y estudiar con más detalle la capacidad de estos elementos genéticos para transferirse entre especies, algo que de momento han visto que ocurre, aunque de forma poco frecuente.