Investigación
Un fármaco experimental reduce hasta en un 70% el daño renal
El hallazgo, publicado en "The Lancet", servirá de base para un ensayo clínico de fase III para probar el medicamento experimental con 11.000 pacientes participantes de todo el mundo
Médicos de la Facultad de la Universidad de Washington han dado un paso de gigante en la lucha contra el daño renal. Según un estudio publicado en la prestigiosa revista "The Lancet", han desarrollado un fármaco experimental que reduce significativamente la cantidad de albúmina en la orina (un tipo de proteína que se encuentra en la sangre).
En un ensayo clínico de pacientes con enfermedad renal crónica, el fármaco experimental redujo la albuminuria (albúmina en la orina) en el 50% de los participantes. Pero es que cuando el fármaco experimental se combinó con un medicamento de atención estándar, el 70% de los participantes experimentaron una reducción significativa de la albuminuria.
Precisamente, la albúmina es el marcador que permite detectar la enfermedad antes de que se pierda la función renal. Es una de las tres herramientas para diagnosticar la enfermedad: análisis de sangre para analizar los niveles de creatinina, análisis de orina para detectar niveles de albúmina y realizar una ecografía renal que facilita el diagnóstico de enfermedades como la poliquistosis renal, antes de que aparezca la albúmina en la orina o se pierda la función renal.
El fármaco candidato, BI 690517, está diseñado para inhibir la producción corporal de la aldosterona, una hormona producida por las glándulas suprarrenales, que equilibra los niveles de sodio y potasio para ayudar de este modo a regular la presión arterial. Sin embargo, demasiada aldosterona acelera la progresión de la enfermedad renal.
El desafío, según la autora principal del estudio, la Dra. Katherine Tuttle, profesora clínica de Nefrología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, es que dos clases de terapias de atención estándar para la enfermedad renal, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA), tienden a aumentar los niveles de aldosterona a largo plazo.
Los propios inhibidores de la aldosterona, si bien reducen la inflamación de los órganos y previenen la progresión de la enfermedad renal a insuficiencia renal, pueden permitir que el potasio en sangre alcance niveles peligrosos, un estado llamado hiperpotasemia, entre otros efectos secundarios.
Ante esta realidad, decidieron poner en marcha este ensayo clínico. “Los participantes debían estar tomando un ECA o un BRA en la dosis máxima tolerada durante al menos cuatro semanas antes de poder participar en el estudio”, precisó Tuttle en un comunicado. "Y agregamos otro medicamento, un inhibidor de SGLT2 llamado empagliflozina, como terapia de base para los participantes".
Aunque los inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa-2 (SGLT2) se desarrollaron inicialmente para reducir el azúcar en sangre, son potentes fármacos protectores de los riñones. Según Tuttle, se trata de "los mayores avances que hemos tenido en la enfermedad renal en 30 años".
Uno de sus beneficios secundarios, señaló, es mitigar el riesgo de hiperpotasemia.
"Eso nos dio la oportunidad de probar la eficacia del BI 690517 para aumentar la protección de los riñones y también para reducir el principal efecto secundario que había limitado el uso de agentes inhibidores de la aldosterona", dijo Tuttle.
El ensayo comenzó en febrero de 2022 y finalizó en julio de 2023. Los 714 participantes tenían un diagnóstico formal de enfermedad renal y fueron asignados al azar a una terapia inicial de ocho semanas con empagliflozina o placebo.
Posteriormente, 586 participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir BI 690517 en una dosis diaria de 3 mg, 10 mg o 20 mg, o un placebo equivalente, durante 14 semanas.
La medida de eficacia fue la reducción de la albuminuria. Se produjo una reducción clínicamente significativa en los niveles de albuminuria (30% o más) en la mitad de los participantes asignados al azar para recibir BI 690517 únicamente.
El pico de respuesta se observó con dosis de 10 mg. Un número sustancialmente mayor de participantes, el 70%, que recibieron tanto BI 609517 como empagliflozina lograron una reducción clínicamente significativa de la albuminuria.
En el estudio, BI 690517 también se asoció con tasas más altas de hiperpotasemia, en comparación con el placebo, pero la mayoría de los casos no requirieron intervención médica, escribieron los investigadores.
Al observar los aparentes efectos de mejora de la empagliflozina sobre la hiperpotasemia, observaron que "la magnitud de la reducción del potasio mediante la empagliflozina está en consonancia con los metanálisis publicados recientemente que incluyen a casi 50.000 participantes".
El hallazgo servirá de base para un ensayo clínico de fase III, dirigido por Oxford Population Health en Inglaterra, para probar el fármaco candidato con 11.000 pacientes participantes en todo el mundo, avanzó Tuttle.
"Creemos que estos son hallazgos de alto impacto", dijo. “El 75% de todas las personas en diálisis tienen diabetes o enfermedad renal hipertensiva, y estos agentes podrían hacer que la diálisis quede como algo casi obsoleto. Esto está a nuestro alcance”.
Tuttle y otros investigadores del estudio han asesorado a Boehringer Ingelheim, el fabricante de BI 690517 y patrocinador del estudio.
“Sabemos desde hace varias décadas que la aldosterona es un importante factor de inflamación y fibrosis en el riñón y también en el corazón. Simplemente ha sido muy difícil abordarlo terapéuticamente”, concluyó Tuttle.
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