Infecciones víricas

¿Funcionan los suplementos nutricionales para prevenir o tratar un catarro?

La suplementación con micronutrientes no necesariamente es capaz de evitar las infecciones, ni de curarlas, pero puede ayudar a disminuir los síntomas y facilitar la recuperación

Vitamina D
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Son muchas las consultas que reciben los neumólogos y los profesionales de Atención Primaria sobre el beneficio de los suplementos nutricionales con vitaminas y minerales para prevenir o tratar las infecciones respiratorias de origen vírico, desde catarros hasta cuadros de bronquitis o neumonías. Sin embargo, la evidencia científica muestra que la suplementación nutricional con micronutrientes (vitaminas y minerales) no necesariamente es capaz de evitar las infecciones, ni de curarlas, aunque si puede ayudar a disminuir los síntomas y facilitar la recuperación.

"La suplementación con micronutrientes debe ser adicional a una dieta saludable y estar dentro de los límites máximos de seguridad establecidos por organismos de expertos científicos. Por lo tanto, implementar una nutrición óptima, con suplementos de micronutrientes y ácidos grasos omega-3, podría ser una estrategia adecuada para ayudar a reducir la carga de enfermedades infecciosas", señala Francisco J. Roig, especialista en neumología de HM Hospitales.

La clave para entender el papel de estos elementos eseciales para los seres vivos está en el funcionamiento del sistema inmune. "El sistema inmune integra dos mecanismos de respuesta fundamentales: la respuesta innata y la adquirida. La inmunidad innata no deja memoria, es rápida y utiliza receptores para reconocer las partículas invasoras. La inmunidad adquirida (o adaptativa) es específica de las células T y B, y es la que genera memoria inmunológica. Estas células reconocen antígenos específicos produciendo entre otros los anticuerpos para atacar y destruir el patógeno", explica el especialista. "En cuanto a la inmunidad innata, los micronutrientes juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad estructural y funcional de las barreras físicas, como la piel y las mucosas. Las deficiencias de vitaminas y minerales esenciales también afectan varios aspectos de la inmunidad adquirida, en particular la respuesta humoral (mediada por anticuerpos) y la inmunidad mediada por células", añade.

Es importante destacar que muchas personas de todas las edades tienen deficiencias de micronutrientes simples o múltiples que pasan desapercibidas. Este grupo amplio de población estaría más expuesto a las enfermedades infecciosas. Además, la propia respuesta inmune a una infección exacerba un estado nutricional deficiente y provoca un aumento en la demanda de estos elementos.

¿Para que sirve cada micronutriente?

El experto explica el papel de algunos de los micronutrientes más importaltes en el organismo y la evidencia científica que respalda sus beneficios.

Vitamina A: contribuye a mantener la integridad de los epitelios . Es importante para regular el número y la función de las células asesinas naturales (NK), macrófagos y neutrófilos. Está involucrada en la acción antimicrobiana de los macrófagos, desempeñando un papel en la actividad fagocítica y oxidativa. También apoya la inmunidad adaptativa de tal manera que la deficiencia de vitamina A afecta negativamente la función de las células B productoras de anticuerpos.

"La vitamina A se usa en bebés prematuros, debido a la eficacia demostrada para mejorar la función respiratoria y prevenir el desarrollo de enfermedad pulmonar crónica. Los ensayos de suplementación con vitamina A realizados en poblaciones pediátricas han demostrado capacidad potencial en aumentar las células T, particularmente de la subpoblación CD4", detalla Roig.

Vitamina C

La leche materna representa una fuente adecuada de vitamina C para recién nacidos y lactantes. Desde el primer momento es un nutriente esencial que influye en varios aspectos del sistema inmunitario, en particular la integridad de la barrera y la función de los leucocitos . Como potente agente antioxidante influye en la inmunidad innata al regular varios aspectos de la función de los neutrófilos. La vitamina C también es eficaz en la inmunidad adaptativa. "Los estudios in vitro sugieren que la vitamina C actúa como un potente inmunoestimulador de la producción de anticuerpos (IgM e IgG). Tambien sereconoce que la concentración de vitamina C disminuye durante la infección, ya que se utiliza para proteger las células huésped contra el estrés oxidativo. Por esta razón, los niños expuestos al tabaquismo o al humo ambiental del tabaco o sujetos con un proceso infeccioso requieren una mayor ingesta de vitamina C", explica. Por otro lado, su efecto preventivocontra los catarros es mayor entre los hombres que en las mujeres.

"Aunque el estado de deficiencia de vitamina C se correlaciona con una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias, la evidencia actual es demasiado débil para recomendar su uso profiláctico generalizado para prevenir la neumonía en la población general, y se necesitan más estudios para aclarar la población que podría beneficiarse de ella. El efecto de la vitamina C en las infecciones de las vías respiratorias superiores, como el resfriado común, también se ha estudiado en varios ensayos. La administración de dosis adicionales al comienzo de un resfriado común podría ayudar a reducir la duración en aproximadamente medio día, acortar el tiempo de confinamiento en interiores y aliviar los síntomas", destaca.

Vitamina D

Existe evidencia sobre el papel de la vitamina D en la regulación de la respuesta inmune a las infecciones virales, y los datos de la mayoría de los estudios observacionales confirman una asociación entre niveles más bajos de vitamina D y una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias. Los ensayos clínicos en general muestran que la suplementación diaria o semanal de vitamina D es más beneficiosa para prevenir las infecciones respiratorias de vias bajas que la administración en bolo o a corto plazo, pero se necesitan más estudios para determinar cuándo y cómo se debe complementar.

"En ensayos pediátricos, la suplementación con este micronutriente no ha mostrado efectividad en el tratamiento de infecciones existentes. En cualquier caso se recomienda en niños y adolescentes con factores de riesgo (obesidad, exposición solar reducida, malabsorción intestinal, enfermedad hepática o renal crónica, terapias crónicas como anticonvulsivantes, entre otros)".

Por otro lado, en algunos paises con escasas horas de luz si recomiendan la suplementación sistemática de vitamina D durante los meses de invierno. "Un régimen de dosificación óptimo incluiría una dosis diaria ≥2000 UI de vitamina D y una dosis de carga <60 000 UI", apunta.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son una familia de ácidos grasos poliinsaturados . El ácido graso omega-3 más simple es el ácido α-linolénico. A dia de hoy, no se ha establecido cual es el valor normal, y por tanto no hay suficientes datos disponibles para establecer un requerimiento promedio estimado.

Zinc

El zinc es un oligoelemento esencial para los seres humanos, necesario para el funcionamiento de numerosas enzimas. Desempeña un papel clave en la regulación de la función tanto del sistema inmunitario adaptativo como innato. Se estima que la deficiencia de zinc afecta a miles de millones de personas en todo el mundo, especialmente a ancianos y niños en países en desarrollo, mujeres embarazadas, veganos y vegetarianos. "El efecto del zinc sobre el sistema inmunológico es complejo. Una ingesta correcta de zinc es esencial para limitar la sobreproducción de citocinas inflamatorias. Otro papel importante que juega el zinc es el mantenimiento de la integridad de la barrera de membrana, que es esencial en los epitelios pulmonares e intestinales que constituyen la primera barrera para proteger al organismo de los patógenos. La suplementación con zinc también es eficaz para disminuir el estrés oxidativo y, para acortar la duración de los síntomas del resfriado en adultos", destaca Roig.

Selenio

La deficiencia de selenio se asocia a una mayor facilidad de multiplicación del virus de la gripe- y de que este experimente una mutacion- y a unmayor deterioro de las células epiteliales bronquiales infectadas. "Por tanto, el selenio tiene una función antigripal pero no se ha establecido el régimen optimo de dosis", concluye.