Alimentación

Un estudio concluye que la generación X es adicta a los ultraprocesados

Muchos adultos, especialmente las mujeres, muestran signos de adicción a este tipo de alimentos, según un trabajo con más de 2.000 personas

Alimentos ultraprocesados
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¿Pueden los ultraprocesados llegar a crear adicción? A decir de un estudio realizado en Estados Unidos, la respuesta a esta pregunta es que sí.

El trabajo, llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, concluye que la adicción a los alimentos ultraprocesados ​​parece ser prevalente entre los adultos mayores en este país, y se da especialmente entre las mujeres que se encontraban en la adolescencia y la adultez temprana cuando la calidad nutricional del suministro de alimentos en ese país empeoró, allá por los año 80. Además, los patrones adictivos de consumo de alimentos ultraprocesados ​​parecen estar asociados con un deterioro de la salud física, mental y social.

El estudio se ha publicado en la revista científica "Addiction", muestra que el 21% de las mujeres y el 10% de los hombres de la Generación X, y el final de la generación del Baby Boom -ahora en sus 50 años y principios de los 60 años-, presentan signos de adicción a este tipo de alimentos.

Estas cifras son considerablemente más altas que las observadas en generaciones anteriores. Entre las personas de 65 a 80 años, solo el 12% de las mujeres y el 4% de los hombres cumplen con los criterios de adicción.

El estudio

Los alimentos ultraprocesados -los producidos industrialmente que suelen contener niveles anormalmente elevados de carbohidratos refinados o grasas añadidas- se generalizaron en el sector alimentario estadounidense en la década de 1980 y han proliferado desde entonces. Se ha demostrado que estos desencadenan una respuesta similar a la adicción. Este estudio examina la prevalencia de la adicción a los alimentos ultraprocesados en adultos mayores estadounidenses y su asociación con diversos aspectos de la salud.

La muestra incluyó 2.038 adultos mayores con una edad media de 63,6 años (49,4% de 50 a 64 años y 50,6% de 65 a 80 años), a los que se encuestó en julio de 2022, de manera transversal en línea y telefónica utilizando la Encuesta Nacional sobre Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan. Los análisis estratificados por género examinaron la asociación entre el UPFA y las percepciones de la salud física y mental, así como el aislamiento social.