Celiacos

Identifican una conexión genética entre la celiaquía y un tipo de cáncer raro, pero muy agresivo

Una investigación evidencia, por primera vez, que las personas con enfermedad celiaca tienen mayor riesgo de desarrollar linfoma de células T

Las profesoras Teresa Nestares y Lara Bossini en el Centro de Investigación Biomédica (CIBM) de la UGR.
Las profesoras Teresa Nestares y Lara Bossini en el Centro de Investigación Biomédica (CIBM) de la UGR.UGRUGR

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Hospital Regional Universitario de Málaga han identificado por primera vez una conexión genética entre la enfermedad celíaca (EC) y un tipo de cáncer raro, pero muy agresivo. El trabajo, publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences, ha sido posible gracias a la aplicación de métodos pioneros de análisis de datos sobre estudios de asociación de genoma completo.

La EC enfermedad autoinmune digestiva más frecuente. Se calcula que aproximadamente el 1% de la población la padece y el principal problema es su infradiagnóstico, ya que se sabe que más de la mitad de los celiacos no saben que lo son. Sin embargo, un diagnóstico temprano es fundamental para evitar que el sistema inmunológico se mantenga descontrolado y prevenir el desarrollo de enfermedades asociadas a la celiaquía.

Los resultados del estudio arrojan datos genéticos muy relevantes sobre la EC, una enfermedad cada vez más frecuente entre la población española y cuya complicación más grave es la aparición de un tipo de linfoma de células T asociado a la incapacidad del tubo digestivo para absorber las proteínas (EATL por sus siglas en inglés). El EATL es un tipo de cáncer poco frencuente (menos de un 0,5% de los casos de EC acaban desarrollándolo), pero de mal pronóstico. Las conclusiones del estudio establecieron que la EC ejercía como factor de riesgo para desarrollar linfoma de células T y NK maduras, un tipo de linfoma dentro del cual se encuadra el EATL, pero no para la aparición de otros tipos de linfomas o de cáncer de intestino.

Además, los autores sugieren posibles mecanismos moleculares que podrían estar detrás de esta relación, puesto que caracterizaron variantes genéticas de riesgo a la EC e implicadas en las rutas de activación de los linfocitos T que podrían ser esenciales en el proceso de malignización de estas células.

Cabe destacar que, a día de hoy, el único tratamiento disponible para los celíacos es mantener una dieta sin gluten estricta. Por lo tanto, uno de los grandes interrogantes que este grupo de científicos está abordando en su investigación actual es el papel de la dieta sin gluten como moduladora del comportamiento patológico de las células inmunológicas en los pacientes de EC.

Los científicos consideran que este estudio ayudará a identificar de manera precoz a individuos de alto riesgo, que pueden desarrollar complicaciones clínicas graves, gracias a la detección de variantes genéticas de riesgo específicas.