
Salud
Los medicamentos para la artritis (y otras enfermedades) pueden ayudar a propagar virus peligrosos por el cuerpo
Un estudio relaciona los inhibidores de JAK, fármacos clave para enfermedades autoinmunes e inflamatorias, con mayor riesgo de infecciones como la Covid-19

Un reciente estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) ha revelado que los fármacos conocidos como inhibidores de JAK, medicamentos antiinflamatorios ampliamente utilizados en todo el mundo, podrían aumentar la vulnerabilidad del organismo frente a infecciones virales.
La investigación pone sobre la mesa una preocupación creciente entre expertos: que estos tratamientos podrían debilitar una de las principales vías de defensa inmunitaria del cuerpo, haciendo que los virus se propaguen por el organismo con más facilidad.
«Los inhibidores de JAK se recetan a menudo para enfermedades autoinmunes y afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide», afirma el investigador de doctorado en NTNU y primer autor Erlend Ravlo, quien lo ha publicado en la revista científicaNAR Molecular Medicine, editada por la Universidad de Oxford.
Sin embargo, estos fármacos también debilitan las defensas naturales del cuerpo contra los virus. «En particular, los medicamentos suprimen una importante vía de señalización inmunitaria que ayuda a proteger las células sanas de los ataques virales», señala Ravlo.
Los investigadores descubrieron que medicamentos como el baricitinib ralentizan los genes que responden a las infecciones virales.
Aleksandr Ianevski, según el investigador de NTNU y coautor del nuevo artículo, estos genes «juegan un papel crucial» en la respuesta del cuerpo a las infecciones virales. Al detener o ralentizar esta vía de señalización, los inhibidores de JAK eliminan la protección antiviral del organismo. Así, los virus pueden establecerse y propagarse con mayor facilidad.
Piden cautela al recetar estos fármacos durante pandemias y brotes
Entre los virus que afectan más fácilmente al organismo con la ayuda de estos medicamentos se encuentran «el virus de la fiebre del Valle del Rift, el de la influenza A, el adenovirus y el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19», afirma Kainov.Para el desarrollo de este estudio, los investigadores emplearon técnicas avanzadas de virología, tecnología de organoides y análisis de expresión génica. Examinaron células de pulmones, ojos y cerebro, así como de miniórganos creados en laboratorio. Los hallazgos sugieren que los profesionales de la salud deben ser cautelosos al recetar inhibidores de JAK, especialmente durante brotes virales.
Sin embargo, los investigadores señalan que este efecto inmunosupresor también puede ser útil en entornos controlados, como en el desarrollo de vacunas o en la detección de medicamentos antivirales. Ianevski recomienda realizar más estudios para «comprender mejor cómo se pueden utilizar los medicamentos de forma óptima», especialmente durante brotes de virus o pandemias.
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