Cardiovascular

Mejorar un 10% la adherencia cardiaca evitaría 8.700 muertes

Una campaña incide en la importancia de seguir el tratamiento para evitar el riesgo cardiovascular

De izquierda a derecha, Amaia Casteig, Raquel Coca y Tomás Fajardo
De izquierda a derecha, Amaia Casteig, Raquel Coca y Tomás FajardoARCHIVOLA RAZÓN

Se denomina adherencia terapéutica al seguimiento que el paciente hace del tratamiento prescrito por su médico. Pese a su importancia, representa un reto entre los pacientes con enfermedades cardiovasculares (ECV), pues el 44% no es adherente y el 67,7% de personas que han sufrido un infarto abandona la medicación en el primer año. Estos datos resultan muy relevantes si tenemos en cuenta que es de las principales causas de muerte en España. De hecho, mejorar solo en un 10% la adherencia permitiría evitar 8.700 muertes y ahorrar más de 75 millones de euros al sistema sanitario.

Para tratar de paliar esta situación, o por lo menos mejorarla, se ha puesto en marcha la campaña Corazón Adherente, impulsada por el Grupo OAT y Cardioalianza, con la colaboración de Daiichi Sankyo, con el objetivo de concienciar a los pacientes cardiovasculares, a la población general y a los farmacéuticos sobre la importancia de seguir el tratamiento para evitar el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, como un infarto o un ictus.

Para ello cuenta con materiales audiovisuales y formativos de concienciación para pacientes y cuidadores en la web de Cardioalianza, con el fin de sensibilizarles en adherencia a través de la metodología del coaching, trabajando desde las creencias y emociones que derivan de los comportamientos. «La innovación de Corazón Adherente’ reside en abordar la adherencia desde la transformación personal. En lugar de limitarnos a informar, esta campaña escucha y acompaña a los pacientes en su propio proceso de cambio, ofreciéndoles herramientas para cada una de las etapas cognitivas y emocionales que atraviesan en su camino hacia la adherencia», explica Amaia Casteig, directora del Grupo OAT.

Además de la formación, la sensibilización y el apoyo a los pacientes, refuerza también el rol del farmacéutico comunitario como punto de contacto y orientación. Y contienen ocho diferentes temáticas que se abordaron en la investigación con los pacientes: motivación, toma de conciencia, autocreencia, responsabilidad, acción, creencias, emociones y comportamientos, lo que proporciona un enfoque integral sobre el manejo de la adherencia.

44% de los pacientes con enfermedad cardiovascular no es adherente al tratamiento

Como parte de esta campaña, se ha presentado el Informe sobre Adherencia en Riesgo Cardiovascular donde, tras una revisión bibliográfica exhaustiva y una investigación cualitativa, se recogieron los gaps de adherencia identificados y su impacto en la prevención de eventos cardiovasculares. Entre ellos, se encuentran: carencia de una estrecha relación entre profesionales sanitarios y paciente; escaso abordaje personalizado y holístico, falta de planes de apoyo psicológico y emocional, escaso conocimiento de las ECV, a nivel individual y social.

El documento recopila, además, las necesidades reales expresadas por los pacientes para mejorar su adherencia al tratamiento. En concreto, éstos reconocen que la motivación emocional, especialmente el apoyo de la familia y los círculos sociales más cercanos, juega un papel crucial.

Los participantes demostraron una conexión sólida con sus valores familiares y personales, usando esto como motor para impulsar su adherencia al tratamiento. Sin embargo, el informe también revela que el 84,6% de los pacientes no sigue al menos una de las tres medidas de prevención secundaria –dieta saludable, actividad física o tomar correctamente su medicación– tras haber superado los 12 meses de su alta hospitalaria, lo que implica que tienen un riesgo hasta tres veces mayor de fallecer a causa de una ECV.

Los participantes en la investigación también mencionaron que las emociones negativas, como el miedo a recaídas y la frustración cuando no cumplen con las pautas, son comunes al inicio de su tratamiento. No obstante, reconocen que restarles importancia a estas desviaciones de sus planes terapéuticos es fundamental para aliviar el sentimiento de frustración, miedo a recaídas o ansiedad. Además, aunque comprenden los riesgos asociados a su enfermedad, denuncian la falta de empatía por parte de sus amistades y la escasa formación sobre las ECV en la sociedad.

Acompañamiento familiar

En este sentido, el informe destaca que el acompañamiento familiar y la conexión con otras personas que enfrentan situaciones similares refuerza su motivación y crea un entorno positivo y de apoyo. En particular, consideran que identificar y compartir emociones, como frustración o ansiedad, les ayuda a afrontar su condición y en su compromiso con el manejo de su enfermedad. Así, el informe revela que los pacientes requieren de apoyo psicológico para reforzar su confianza y continuar afrontando los desafíos de adherencia a la pauta terapéutica.

«Hemos querido impulsar esta campaña desde la experiencia real de quienes viven con una enfermedad cardiovascular. Hemos escuchado sus barreras, sus miedos, pero también sus ganas de cuidarse. Corazón Adherente nace de ahí: de darles herramientas sencillas, útiles y realistas para mejorar su adherencia y su calidad de vida», destaca Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza.

También la farmacia comunitaria, como principal punto de contacto de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, desempeña un papel fundamental en la mejora de la adherencia. Para reforzar este rol, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y Barcelona, a través de su plataforma Ágora Sanitaria, ha puesto en marcha un programa formativo para farmacéuticos. Porque, como concluye Raquel Coca, directora de Especialidades en Daiichi Sankyo España, «estamos comprometidos con la mejora de la atención y el cuidado de los pacientes con ECV, un factor esencial para mejorar su calidad de vida».

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