Químicos hasta en la sopa

La nueva razón por la que el desarrollo del pecho y los testículos se retrasa en los adolescentes

Es el primer estudio que explora la relación entre la exposición a químicos persistentes que se encuentran en objetos cotidianos (como algunas prendas impermeables) y el desarrollo puberal utilizando ultrasonidos

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Analizan la presencia de 19 sustancias químicas PFAS en 420 niños y 618 niñas de entre 6 y 16 añosFreepik

Hace unos días los medios volvían a poner el foco en los "forever quemicals" o sustancias químicas permanentes, en español. Un estudio alertó de un vínculo entre la exposición a estos compuestos y un diagnóstico previo de cáncer de mama y ovario, sumándose así a investigaciones anteriores que los relacionan con alteraciones como la reducción de la fertilidad, las enfermedades tiroideas o la obesidad.

Los compuestos polifluoroalquilados y perfluoroalquilados (PFAS) son un grupo de más de 4.700 sustancias químicas artificiales con un gran número de aplicaciones comerciales. El problema es que se pueden encontrar en cientos de productos de consumo cotidiano, como en envoltorios de comida o en sartenes; además de productos de cuidado personal como champú o maquillaje, entre otros objetos.

Los PFAS son muy utilizadas para que las superficies resistan las manchas, el agua y la grasa. Pero son extremadamente persistentes en el medio ambiente y en nuestro organismo. Además de que pueden desembocar en perjuicios para la salud como los mencionados, estas sustancias químicas se consideran disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con las hormonas del cuerpo. Por ello, podrían tener efectos nocivos en la pubertad y el desarrollo infantil.

En este sentido, un nuevo método revela la relación entre estas sustancias químicas presentes en productos de uso cotidiano y el retraso de la pubertad. Y así, los niños y niñas expuestas a mayores niveles de PFAS presentes por ejemplo en la ropa impermeable, paraguas y envases de alimentos, tienen más probabilidades de madurar más tarde durante la pubertad.

La investigación fue presentada en la 61ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica, celebrada en La Haya (Países Bajos). Los expertos consideran que sus resultados podrían ayudar a regular mejor la producción industrial y el uso de estas sustancias químicas a escala nacional e internacional.

En este estudio, la Dra. Ingvild Halsør Forthun y sus colegas noruegos analizaron 19 sustancias químicas PFAS diferentes en 420 niños y 618 niñas de entre 6 y 16 años de edad, como parte del Estudio de Crecimiento Bergen 2.

Testículos más pequeños

También midieron las mamas de los niños y niñas de entre 6 y 16 años. También midieron el desarrollo mamario y el tamaño testicular de los niños mediante ecografía, y descubrieron que los niños tenían testículos más pequeños y las niñas un desarrollo mamario menos avanzado cuando estaban expuestos a niveles más altos de una serie de sustancias químicas PFAS.

Estudios anteriores también han mostrado la misma asociación entre las sustancias químicas PFAS y una pubertad más tardía. Sin embargo, hasta ahora, la información sobre el desarrollo puberal era en su mayor parte autodeclarada. "Este es el primer estudio que explora la relación entre la exposición a PFAS y el desarrollo puberal utilizando ultrasonidos como método novedoso y más objetivo", afirma la autora principal, que también es doctoranda del Hospital Universitario Haukeland de Bergen. "Nuestros hallazgos podrían contribuir a las decisiones reguladoras nacionales e internacionales que toman las autoridades sobre estas sustancias químicas".

El equipo planea ahora investigar cómo se asocian las hormonas implicadas en la pubertad y la composición corporal con los niveles de PFAS en la población infantil noruega. "Nuestros hallazgos aportan más pruebas de los efectos nocivos de los PFAS en el desarrollo infantil, pero aún no está claro cómo afectan estas sustancias químicas a las hormonas relacionadas con la pubertad y a la composición corporal de los niños. Esto podría arrojar luz sobre cuestiones reproductivas y contribuir a una mejor regulación", concluye Forthun.