Hallazgo histórico

Prometedores resultados del primer fármaco experimental que "silencia" los genes del Alzheimer

El ensayo clínico se encuentra aún en la fase 1 y ya ha provocado la revolución de la comunidad neurocientífica

Hombre con alzheimer
Hombre con alzheimerDreamstimeDreamstime

Un ensayo clínico realizado por primera vez en el mundo ha descubierto una nueva terapia genética para la enfermedad de Alzheimer capaz de reducir de manera segura y exitosa los niveles de la dañina proteína tau, causante de la enfermedad.

El estudio, dirigido por investigadores del University College Londres (UCL) y del University College London Hospital (UCLH), en Reino Unido, representa la primera vez que se aplica un enfoque de "silenciamiento de genes" a la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

En concreto, han desarrollado un fármaco llamado BIIB080 (/IONIS-MAPTRx), que es un oligonucleótido antisentido. Este medicamente se utiliza para impedir que el ARN produzca una proteína y, en este caso, se ha utilizado para "silenciar" el gen que codifica la proteína tau, conocido como gen de la proteína tau asociada a microtúbulos (gen MAPT). Esto impide que el gen se traduzca en la proteína de forma dosificable y reversible. También reduce la producción de esa proteína y altera el curso de la enfermedad.

Se necesitarán más ensayos en grupos más grandes de pacientes para determinar si esto conduce a un beneficio clínico, pero los resultados de la fase 1 publicados en Nature Medicine, con resultados de 46 pacientes, son la primera indicación de que este método tiene un efecto biológico. Los sujetos que se inscribieron al ensayo, que se llevó a cabo entre 2017 y 2020, contaban con una edad promedio de 66 años.

Actualmente no hay tratamientos dirigidos a tau. Los medicamentos aducanumab y lecanemab, recientemente aprobados para su uso en algunas situaciones por la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), se dirigen a un mecanismo de enfermedad separado en la enfermedad de Alzheimer, la acumulación de placas amiloides.

El ensayo de fase 1 analizó la seguridad de BIIB080, lo que hace en el cuerpo y qué tan bien se dirige al gen MAPT. Involucró al Centro de Investigación de Demencia de UCL, fue apoyado por el Centro de Investigación Biomédica de la UCLH y tuvo lugar en el Centro de Neurología Experimental Leonard Wolfson. Se estudio sobre 46 pacientes, con una edad promedio de 66 años, que se inscribieron en el ensayo, que se llevó a cabo entre 2017 y 2020.

El ensayo analizó tres dosis del fármaco, administradas mediante inyección intratecal (una inyección en el sistema nervioso a través del canal espinal), en comparación con el placebo. Los resultados muestran que el fármaco fue bien tolerado: todos los pacientes completaron el periodo de tratamiento y más del 90% completó el periodo post-tratamiento.

Los pacientes de los grupos de tratamiento y placebo experimentaron efectos secundarios leves o moderados, siendo el más frecuente el dolor de cabeza tras la inyección del fármaco. Sin embargo, no se observaron efectos adversos graves en los pacientes que recibieron el fármaco.

El equipo de investigación también analizó dos formas de la proteína tau en el sistema nervioso central (SNC), un indicador fiable de la enfermedad, a lo largo del estudio. Los resultados arrojaron una reducción superior al 50% en los niveles de concentración total de tau y fósforo tau en el SNC después de 24 semanas en los dos grupos de tratamiento que recibieron la dosis más alta del fármaco.

"Necesitaremos más investigación para comprender hasta qué punto el fármaco puede retrasar la progresión de los síntomas físicos de la enfermedad y evaluar el fármaco en grupos de personas mayores y más grandes y en poblaciones más diversas. Pero los resultados son un importante paso adelante en la demostración de que podemos atacar con éxito a tau con un fármaco silenciador de genes para retrasar, o posiblemente incluso revertir, la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades causadas por la acumulación de tau en el futuro", concluye la Dra. Catherine Mummery, autora del ensayo y neuróloga consultora del Instituto de Neurología Queen Square y del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de la UCL.