
Salud
Nuevo riesgo de tomar demasiadas proteínas en la dieta: esto es lo que le pasa al corazón
Cada vez se compran más alimentos enriquecidos con proteínas para "mejorar los músculos", pero un estudio en roedores advierte de que superar la dosis diaria aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas

Las proteínas son macronutrientes con una importancia esencial para la salud del organismo. Se encuentran en todas las células de nuestro cuerpo y su función es esencial: intervienen en la formación de órganos como el cerebro, se encargan del crecimiento y la reparación de los tejidos, sirven para producir enzimas y hormonas, y también contribuyen al adecuado funcionamiento del sistema inmunológico.
Por eso, en una buena dieta, estos nutrientes no pueden faltar. Los alimentos con más proteínas que encontramos en nuestra dieta de forma habitual son la carne, el pescado, los huevos, los lácteos, las legumbres y los frutos secos. La alimentación rica en proteínas hará que nos sintamos con más energía en general, porque juegan un papel fundamental en la formación de hemoglobina en la sangre, que transporta el oxígeno.
Además, un consumo adecuado de proteínas a través de la dieta tiene beneficios para la recuperación muscular, especialmente en personas activas y deportistas que buscan crecimiento de la masa muscular. Pero también son clave en la prevención de la sarcopenia, la pérdida de músculo asociada a la edad, con su consiguiente debilidad general. Por otro lado, las proteínas contribuyen a la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el peso corporal.
Pero, cuidado, porque un reciente estudio publicado en la revista Nature Metabolism ha revelado que tomar demasiadas proteínas en la dieta podría ser "malo" y este exceso puede tener consecuencias negativas para la salud cardiovascular.
Riesgos por nivel bajo de proteínas
Todo en exceso tiene su riesgo y las proteínas no escapan a la norma. Lo mismo sucede en el extremo contario. Una ingesta insuficiente de proteínas suele generar efectos perjudiciales para la salud. Entre los efectos negativos más comunes se encuentran la ya mencionada pérdida de masa muscular, pero también la fatiga, la constante debilitación del sistema inmunológico así como problemas en la cicatrización de heridas.
En casos más graves, puede derivar en enfermedades como el Kwashiorkor, una forma severa de desnutrición proteica que afecta principalmente a niños en situaciones de pobreza extrema. ¿Recuerdas las imágenes de niños africanos con la tripa hinchada? Padecen esta condición médica por falta de ingesta proteínica.
El nuevo hallazgo
El estudio, realizado en su mayoría por investigadores de la Universidad de Washington. analizó el impacto del consumo elevado de proteínas en la salud cardiovascular a través de una observación detallado de aminoácidos en plasma y experimentos con monocitos y macrófagos humanos.
La investigación identificó a la leucina como el principal activador de la vía de señalización mTOR en los macrófagos, un proceso que ha sido relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares isquémicas.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que existe un efecto umbral: solo el consumo de proteínas en exceso de aproximadamente 25 gramos por comida activa la señalización de mTOR en los macrófagos, lo que puede desencadenar efectos negativos en la salud cardiovascular, que sostienen el corazón y las arterias.
Para corroborar estos resultados, los investigadores diseñaron dietas específicas con diferentes niveles de proteínas y leucina, representativas de la ingesta habitual en la población general. En modelos de ratón macho, encontraron que una dieta con un contenido de proteínas superior al 22% de los requerimientos energéticos diarios aumentaba significativamente el riesgo de aterosclerosis, un síndrome que deriva hacia enfermedades cardíacas y otros problemas de salud general.
Estos resultados proporcionan una base científica para comprender cómo el consumo excesivo de proteínas puede comportar riesgos y contribuir a enfermedades cardiovasculares, lo que podría llevar a una revisión de las recomendaciones nutricionales actuales.
¿Qué pasa si consumimos más proteínas de las que necesitamos?
El consumo elevado de proteínas no solo podría aumentar el riesgo cardiovascular, como sugiere el estudio, sino que también puede generar otros efectos adversos. Un exceso de proteínas puede sobrecargar el hígado y los riñones, órganos encargados de procesar los productos derivados del metabolismo proteico, lo que podría ser perjudicial en personas con enfermedades renales preexistentes.
Además, algunas dietas hiperproteicas muy comunes en ciertos planes de entrenamiento pueden llevar a una disminución en el consumo de otros macronutrientes esenciales, como los carbohidratos y las grasas saludables, lo que podría desequilibrar la alimentación y afectar el funcionamiento del organismo a largo plazo. También es importante considerar que muchas fuentes de proteínas animales contienen grasas saturadas, cuyo consumo excesivo se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas o del sistema digestivo.
Por lo tanto, ¿cuáles son las maneras más saludables de consumir proteínas? Para aprovechar los beneficios de las proteínas sin comprometer la salud cardiovascular o nuestro sistema digestivo, es necesario elegir fuentes de proteínas saludables y equilibrar su consumo con otros macronutrientes esenciales. Algunas recomendaciones incluyen:
- Priorizar fuentes de proteínas magras: como pescado, pollo, huevos, legumbres, tofu y productos lácteos bajos en grasa.
- Optar por proteínas vegetales: las legumbres, los frutos secos y los cereales integrales pueden aportar proteínas sin los inconvenientes de las grasas saturadas presentes en algunas carnes.
- Evitar el exceso de suplementos proteicos: si bien pueden ser útiles en ciertos contextos (como el deporte de alto rendimiento), su consumo indiscriminado puede llevar a una ingesta excesiva de proteínas. Estos suplementos solo se deben tomar bajo la supervisión médica.
- Distribuir el consumo de proteínas a lo largo del día: en lugar de ingerir grandes cantidades en una sola comida, lo ideal es repartir el consumo proteico en todas las comidas. En muchas ocasiones, se consumen más proteínas en una sola ventana de ingesta de las que el organismo es capaz de asimilar, siendo totalmente inútiles.
A modo de conclusión, el estudio publicado en Nature Metabolism aporta evidencia sobre la relación entre el consumo elevado de proteínas y el riesgo cardiovascular, identificando a la leucina como un activador clave de la vía mTOR en los macrófagos. Aunque las proteínas son fundamentales para la salud, un consumo excesivo, especialmente por encima de los 25 gramos por comida, podría desencadenar procesos relacionados con la aterosclerosis y otros problemas cardiovasculares.
Estos hallazgos sugieren que es importante moderar el consumo de proteínas y optar por fuentes saludables para maximizar sus beneficios sin comprometer la salud. Sin embargo, serán necesarias más investigaciones en humanos para determinar dónde se encuentra la dosis ideal del consumo de proteínas para maximizar sus beneficios para el cuerpo sin poner en jaque la salud.
Como siempre, la clave está en el equilibrio y en seguir una alimentación variada y adaptada a las necesidades individuales. Si tienes dudas, debes acudir a un profesional de la salud para obtener recomendaciones personalizadas sobre tu alimentación.
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