Salud

El nuevo síntoma que 'anuncia' qué personas sufrirán un infarto o un ictus antes de que ocurran

Investigadores suecos no solo han determinado con exactitud dónde se rompen las placas de las arterias sino qué sustancia está relacionada con esa afección

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AterosclerosisFreepik

Una de las causas frecuentes de infarto de miocardio e ictus es la rotura de las llamadas placas ateroscleróticas, es decir los depósitos de grasa que se acumulan en las arterias. Hasta ahora se desconocía la localización exacta de las roturas de placas, pero ahora investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) la han cartografiado, determinando dónde suceden. Y no solo eso: también han identificado una enzima, un marcador, que esperan ayude a predecir quién corre el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus debido a la rotura de una placa aterosclerótica.

No ha sido fácil, ya que el corazón bombea la sangre hacia el cuerpo a través de una compleja red de arterias. La mayoría transportan la sangre rica en oxígeno fuera del corazón. Por ellas circulan nutrientes y otras sustancias necesarias como el colesterol. Con el tiempo, una mala dieta y otros factores, estas sustancias pueden depositarse en las paredes arteriales formando placas. Esto causa el endurecimiento y el estrechamiento de las paredes de las arterias, restringiendo el flujo sanguíneo. A medida que la placa se acumula, puede desprenderse o "romperse", y provocar obstrucciones. Una obstrucción en las arterias coronarias puede causar un infarto de miocardio, mientras que una obstrucción en una arteria cerebral puede causar un accidente cerebrovascular.

Por ello, conocer mejor los mecanismos que subyacen a la rotura de las placas es clave para prevenir complicaciones graves. El estudio demuestra que las placas ateroscleróticas de las arterias carótidas suelen romperse al principio de la placa, en el punto más cercano al corazón. El trabajo se publica en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).

"Hemos podido determinar con exactitud dónde se rompen las placas. Se trata de un paso importante que permite comprender mejor por qué se rompen. Los estudios anteriores se habían centrado más en cómo se forman las placas, mientras que nosotros hemos estudiado la zona precisa donde se rompen, algo que no había hecho ningún estudio anterior en humanos", afirma Isabel Gonçalves, profesora catedrática de Cardiología en la universidad sueca, médica y directora del estudio.

La investigación se basa en estudios de placas ateroscleróticas en las arterias carótidas de un total de 188 individuos. Los investigadores utilizaron técnicas de microscopía electrónica y secuenciación de ARN para obtener una imagen detallada del lugar en el que se rompen la mayoría de las placas. La hipertensión arterial y la diabetes tipo 2 son factores que aumentan el riesgo de aterosclerosis, por lo que estos grupos de pacientes también se incluyeron en el estudio.

El nuevo marcador que 'predice' infartos

La secuenciación del ARN mostró una fuerte asociación entre la enzima MMP-9 y la zona donde se rompen las placas. Así pues, los niveles elevados de MMP-9 también podrían asociarse a un mayor riesgo de futuras enfermedades cardiovasculares en individuos con aterosclerosis. Los investigadores esperan poder utilizar la MMP-9 como marcador para predecir qué pacientes corren riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus. También están investigando si es posible desarrollar nuevos tratamientos que reduzcan el riesgo de rotura de la placa.

"Nuestro estudio demuestra que la MMP-9 es un marcador de futuras complicaciones cardiovasculares. En estudios posteriores queremos investigar si es posible inhibir la enzima para que sea menos activa y evitar así la rotura de la placa. Sin embargo, es importante que dicho tratamiento no provoque efectos secundarios no deseados, ya que la enzima tiene otras funciones importantes en el organismo", afirma Gonçalves.

Durante varios años, Isabel Gonçalves ha trabajado para saber más sobre lo que ocurre cuando se rompen las placas junto con su colega investigador Andreas Edsfeldt de la Universidad de Lund, y también médico del Hospital Universitario de Skåne. Como doctores, ven a muchos pacientes a los que les gustaría ayudar en una fase más temprana de lo que es posible hoy en día.

"Vemos a muchos pacientes que han sufrido un infarto o han quedado parcialmente paralizados tras un ictus y ya no pueden vivir como antes. A menudo, la aterosclerosis no provoca síntomas en una fase temprana, por lo que pueden pasar años antes de que se detecte la enfermedad. Lamentablemente, los que trabajamos clínicamente descubrimos la placa demasiado tarde, cuando ya se ha roto y ha causado complicaciones graves como muerte súbita, infarto de miocardio o ictus. Si podemos conocer mejor los mecanismos subyacentes, podremos poner en marcha medidas preventivas o tratar a tiempo las placas peligrosas", concluye Gonçalves.