Oncología
Sentencia de muerte
Eso es, hoy, el diagnóstico del glioma pontino intrínseco difuso
Eso es, hoy, el diagnóstico del glioma pontino intrínseco difuso (GPID). Y lo es porque en España se destinan cero euros en investigación para este tipo de cáncer, lo que supone reducir las esperanzas de cientos de pacientes y familiares a cero.
En nuestro país se diagnostican cada año alrededor de 50 nuevos casos, lo que en la mayoría de las ocasiones no es un diagnóstico, sino una sentencia. Los principales síntomas que presentan estos pacientes son problemas de visión, fuertes dolores de cabeza, náuseas y vómitos, somnolencia, pérdida del equilibrio y coordinación... El diagnóstico diferencial es fundamental a la hora de dar con el correcto diagnóstico, ya que durante los primeros meses la enfermedad juega al despiste hasta que el deterioro es evidente.
En los últimos 20 años el protocolo de actuación de dicha enfermedad no se ha visto modificado, y son solo las aportaciones privadas las que impulsan la lucha contra esta terrible enfermedad infantil.
No estamos hablando de un grupo reducido de pacientes (cuya esperanza de vida no supera los 24 meses en la gran mayoría de los casos), estamos hablando de padres y hermanos, vecinos y amigos... de todos y de nadie.
A Martín le encantaba jugar con sus cromos, los Pokémon y los animales... le encantaba ser simplemente eso: un niño de ocho ocho años.
Lo que no se puede permitir es que unos pocos, con capacidad de elegir por unos muchos, jueguen con el destino de todos esos niños al considerar que no son lo suficientemente importantes como para invertir en investigación. No se trata de salvar a unos cuantos, se trata de salvarnos a cada uno de nosotros como sociedad porque puede que algún día, cualquier de nosotros, nos convirtamos en los padres, abuelos o hermanos de Martín.
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