Opinión
Testosterona y corazón
Una testosterona demasiado baja, no solo la elevada, también puede ser un factor de riesgo cardiovascular silencioso. ¿Por qué?
Durante años se pensó que la testosterona elevada podía ser perjudicial para el corazón. Pero la ciencia más reciente está matizando esa visión. Hoy sabemos que una testosterona demasiado baja también puede ser un factor de riesgo cardiovascular silencioso, sobre todo en hombres a partir de los 50 años.
Según una revisión publicada en «WebMD» por el Dr. Matthew Hoffman, los hombres con niveles bajos de testosterona presentan más resistencia a la insulina, mayor obesidad abdominal y un riesgo superior de sufrir aterosclerosis.
Todos estos elementos contribuyen a dañar las arterias y aumentar el riesgo de infarto o enfermedad coronaria. Una de las explicaciones es que una parte de la testosterona se convierte en estrógenos en el hombre, y estos cumplen un papel protector en la salud vascular. Si los niveles de testosterona son bajos, esa conversión se reduce, dejando al sistema cardiovascular más expuesto al daño inflamatorio y oxidativo.
Además, se ha observado que los hombres diabéticos con hipogonadismo tienen más rigidez arterial y placas de ateroma, signos de envejecimiento vascular acelerado. Aunque aún no está demostrado que la terapia hormonal con testosterona proteja directamente el corazón, equilibrar los niveles hormonales puede tener efectos indirectos muy beneficiosos: mejora la masa magra, reduce la grasa visceral y optimiza el metabolismo.
Por eso, si nota síntomas como fatiga, desánimo, pérdida de fuerza o de deseo sexual, no los ignore pensando que son «cosas de la edad». Un análisis hormonal completo puede darle información valiosa, no solo sobre su vitalidad, sino también sobre su salud cardiovascular. La testosterona no es solo una hormona sexual: es un marcador clave de salud integral.