Salud
Tres nuevos estudios demuestran que perder peso no es solo cuestión de dieta y ejercicio
Estos estudios muestran que comprender cómo funciona tu cuerpo y adaptar las estrategias en consecuencia es igual de crucial para alcanzar tus objetivos de peso y bienestar.
Nuevas investigaciones están desafiando las ideas tradicionales sobre la pérdida de peso al demostrar que factores como el horario de las comidas, el equilibrio de bacterias intestinales y las elecciones alimenticias influyen profundamente en los resultados. Estos hallazgos, respaldados por expertos como el Dr. Whit Roberts, D.C., de Health Utah, destacan que el enfoque clásico de "comer menos y moverse más" no siempre es suficiente para alcanzar el éxito en la pérdida de peso.
El momento importa: La cronobiología entra en juego
Un estudio premiado con el Nobel de Medicina en 2017 sobre la cronobiología —la ciencia que explora cómo los ritmos naturales del cuerpo afectan su funcionamiento— ha revelado que el horario en el que comemos influye tanto como la cantidad de calorías consumidas. Según el Dr. Roberts, las calorías ingeridas en la mañana son metabolizadas de manera diferente a las de la noche.
Por la mañana, el cuerpo se centra en convertir los alimentos en glucógeno para energía inmediata, lo que fomenta la quema de grasa. Por la noche, sin embargo, el cuerpo tiende a almacenar las calorías como grasa en preparación para el descanso. Esto explica por qué saltarse la cena puede ser más efectivo para perder peso que omitir el desayuno, un hallazgo que contradice muchas recomendaciones actuales de dietas.
El papel de las bacterias intestinales
Otro estudio pone de relieve cómo el equilibrio bacteriano en el intestino puede influir significativamente en el peso corporal. Las bacterias "malas", que prosperan con dietas altas en azúcares y alimentos procesados, pueden fomentar el aumento de peso incluso cuando se sigue una dieta aparentemente saludable.
El Dr. Roberts comparte el caso de Tory, una paciente que ganó 18 kilos en seis meses tras tomar antibióticos para tratar una infección. Estas medicinas alteraron su microbiota intestinal, permitiendo que las bacterias dañinas dominaran. Después de ajustar su dieta y restaurar el equilibrio intestinal con terapias específicas, Tory perdió más de 20 kilos y experimentó mejoras notables en su energía y bienestar emocional.
Reevaluando las proteínas: ¿Es el pollo tan saludable como creemos?
El tercer hallazgo impactante se centra en el consumo de pollo, una proteína comúnmente recomendada en planes de dieta. Estudios recientes han demostrado que comer una pechuga de pollo cada 10 días puede contribuir al aumento de peso más que el consumo de carne de res. Este dato sorprendente pone en entredicho muchos planes alimenticios que priorizan el pollo como una opción "ligera".
Un enfoque más integral para perder peso
Estos descubrimientos subrayan que perder peso no es simplemente cuestión de fuerza de voluntad, sino que depende de un enfoque integral que considere factores biológicos y ambientales. El Dr. Roberts y su equipo en Health Utah han desarrollado protocolos basados en evidencia para identificar y abordar problemas subyacentes como desequilibrios hormonales, infecciones, insomnio y toxinas que podrían estar obstaculizando la pérdida de peso.
"La clave está en realizar pruebas completas para identificar estos factores ocultos", explica Roberts. "Conocer la causa real de tu resistencia a perder peso puede marcar toda la diferencia".
Si bien los cambios en la dieta y el ejercicio son importantes, estos estudios muestran que comprender cómo funciona tu cuerpo y adaptar las estrategias en consecuencia es igual de crucial para alcanzar tus objetivos de peso y bienestar.