Aunque todavía lejano, el momento de reapertura de las tiendas se acerca y los consumidores comienzan a hacerse muchas preguntas. A la incógnita sobre qué medidas sanitarias habrá que tomar en las tiendas, se suman otras como ¿Qué habrá que hacer con las prendas? ¿Podré probarme? ¿que pasa con las devoluciones? o ¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en la ropa?. Lo que está claro es que nuestra forma de ir de “Shoppping” cambiará radicalmente en la era post-covid.

Las últimas investigaciones señalan que el coronavirus puede vivir desde tres horas hasta siete días en diferentes superficies, dependiendo del material de que se trate. Un estudio publicado el pasado 2 de abril en la revista científica The Lancetconcluyó que donde más tiempo vive el virus, hasta siete días, es en acero inoxidable, plástico y máscaras quirúrgicas. En el punto medio, dos días, madera y tela.

Teniendo en cuenta estos datos las tiendas se preparan para hacer frente a la reapertura con seguridad para sus empleados y sus clientes.

Initex ya señaló una serie de medidas preventivas al inicio de la pandemia que se mantendrán en la era port-covid. Entre estas medidas se encuentran la pulverización con líquido antiséptico de los probadores en cada cambio de cliente. Además, no se entregarán las fichas con el número de prendas que siempre se suelen dar a las personas cuando se van a probar la ropa. También se marca la obligación de tener un terminal cerrado entre dos abiertos para limitar la distancia. Se eliminan las colas de caja en serpentina y los clientes deben colocarse en línea recta respetando la distancia mínima de un metro. Para los trabajadores, se implanta la obligación de acudir al centro de trabajo con el uniforme puesto y se recomienda no compartir comida ni revistas en la zonas de descanso.

Restricciones de aforo y ropa en cuarentena

Los establecimientos no van a permitir aglomeraciones y tendrá que hacerse cola guardando la distancia de seguridad y prevención del contagio por el virus. Las tiendas limitarán el aforo y se permitirá como máximo la entrada de una persona por cada 10-20 metros cuadrados. Cada cadena se adaptará, en cada caso, a los requerimientos locales y en las de mayor tamaño se señalizará en el suelo la distancia de seguridad, como ya ocurre en los supermercados.

Los probadores son una de las zonas que más preocupan. Harán que nos desinfectemos las manos o nos darán unos guantes antes de elegir las prenda y llevarlas al probador. En muchos casos las cortinas sustituirán a las puertas por ser más sencillas de limpiar. En la mayoría de los comercios se mantendrán abiertos pero limitando su acceso y se desinfectarán tras cada uso.

Además, las prendas que se prueben en los probadores y no sean adquiridas se pondrán en cuarentena aisladas durante 48 horas antes de ser puestas de nuevo a la venta. Algunas compañías estudian también someter las prendas a tratamientos descontaminantes con luz ultravioleta u ozono.

Aún se está estudiando como permitir las devoluciones pero con toda probabilidad la ropa que se descambie deberá también permanecer en cuarentena.

Y a la hora de pagar, tal y como se está haciendo ya en las tiendas de alimentación se fomentará el uso de la tarjeta para evitar contagios.