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Lluvia de críticas contra el ‘youtuber’ podemita FortFast, acusado de explotar e insultar a un trabajador
Uno de sus empleados publicó los audios en los que se muestra a Fausto Climent, su nombre real, faltándole el respeto. El youtuber ha publicado un vídeo pidiendo disculpas y explicando lo sucedido
Fausto Climent, más conocido en las redes como FortFast, ha pasado del amor al odio para sus seguidores en apenas unos días. Y es que este ‘youtuber’ granadino, muy conocido por su cercanía a Pablo Iglesias y por ser uno de los productores de contenido con más seguidores en España, se ha convertido en tendencia en Twitter a raíz de la denuncia de un ex empleado suyo este viernes.
Fran Rodrigo afirma haber sido explotado, insultado y maltratado psicológicamente en 2018 por Climent, cuando entró a trabajar en la empresa FortFast WTF que había montado para producir nuevos contenidos audiovisuales para terceros. “Llevo dos años acumulando odio y traumas que solamente he hablado con psicólogos y con mis círculos más cercanos. Lo que me impulsa a hacer esto público es el querer acabar de una vez por todas con esta sensación que tengo en el pecho que no me permite vivir”, asegura el ex trabajador.
En un hilo de Twitter, este colaboradorrevela cómo fue su experiencia trabajando con Forfast, desde que comenzó la relación laboral entre ambos en 2017 cuando necesitaba sobrevivir económicamente en Madrid.
Según Fran Rodrigo, Climent le ofreció un contrato de media jornada que, supuestamente, tendría que complementar con la pensión de orfandad. El problema es que, al final, la jornada laboral se extendía con unos sueldos que no se correspondían con la realidad laboral: llegó a cobrar 1,9 euros por hora, en jornadas que en realidad abarcaban ocho horas que llegaban a convertirse en doce, como él mismo demuestra en Twitter.
El ex empleado de FortFast explica que, tras una precaria experiencia laboral, “pedí ayuda a Climent, quien había fundado una agencia de medios audiovisuales y me dijo que en un tiempo me avisaría, porque se estaba cociendo algo que podría servirme”. Esto sucedió en verano y, finalmente, “en enero me llamó para trabajar”.
Rodrigo le contó su situación: con la pensión de orfandad, no podía cobrar más de 13.000 euros anuales porque perdería esa ayuda. Forfast le ofreció la siguiente salida: un contrato a media jornada, cotizando la mitad de las horas y con el sueldo correspondiente, que se complementaría con su pensión. Eso sí: el horario se correspondía con una jornada completa.
“Caí y acepté. Eso lo que tiene la necesidad. Me dijo que esto solo sería al principio para poder dar un primer empujón a las producciones de la empresa. Me engañó”, se lamenta. Como justifica con una conversación de WhatsApp, Rodrigo ya comenzó trabajando 12 horas diarias en el primer fin de semana, aún coincidiendo con su cumpleaños. Cuando se quejó ante el youtuber, ya recibió la primera respuesta: “Joder, vale, mira, te iba a dar una sorpresa, pero que te jodan”.
Posteriormente, le escribió asegurando que le iba a pagar un alojamiento low cost “por las molestias”. Y aquí, Rodrigo se pregunta: “¿Pagar horas extras? ¿Qué es eso? Por cierto, nunca me llegó el regalo”.
Forfast empezó a ser más exigente con el paso del tiempo. “Llegamos a la parte que más me ha afectado a nivel personal: los insultos, las degradaciones delante de compañeros, las humillaciones constantes y obligarme a ir a la oficina durante el curso, saltándome las clases e incluso llegando a pasar más de las 23:00 mientras editaba”.
La respuesta de Forfast
A raíz del escándalo y el linchamiento en las redes, Forfast se vio obligado a publicar un vídeo en su perfil de Youtube y de Twitter donde comienza: “Yo no voy a hablar sobre esto porque es muy complejo y hay mucha gente implicada; soy una persona efusiva y emocional que cuando tiene un problema con alguien lo suelta todo”.
Asimismo, el ‘youtuber’ señala que montó la empresa con unos amigos y que se ha quedado con una deuda de 60.000 euros sin haber recibido ningún beneficio. “Tenía una presión muy grande y, siendo amigos míos, me tomaba licencias”.
Climent reconoce que fue “tóxico” y que se ha disculpado con uno de sus empleados. Forfast culpa a sus trabajadores por el trabajo y el compromiso de ser amigos.
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