El 31 de diciembre, el Ministerio de Sanidad notificó 50.837 personas fallecidas por la Covid-19 desde que estalló la pandemia. Unos datos que siguen muy lejos, pese a los meses transcurridos, de las cifras que dan el Instituto Nacional de Estadística (INE) o el informe MoMo, ambos organismos oficiales.

Hoy, cuando España se ha adentrado ya en el tsunami de la tercera ola, se sigue sin saber o no se quiere saber la cifra real de personas que han perdido la vida por culpa de esta enfermedad pandémica. En ese dato, el departametno que aún dirige Salvador Illa sigue sin incluir a todos aquellos que murieron sin que se les hiciese una prueba PCR de forma previa al fallecimiento. Algo habitual durante toda la primera oleada. Sin embargo, el exceso de mortalidad lo dice todo.

Desde la semana en que se registró la primera víctima mortal hasta el 20 de diciembre pasado, 77.688 personas más de lo esperable han fallecido si se compara la cifra con las defunciones registradas de media en los cinco años previos y teniendo en cuenta que los datos de MoMo recogen la información procedente de 3.929 registros civiles que representan el 92% de la población española. Es decir, que esa cifra arrojada siempre sería inferior a la real por ese decalaje.

Un exceso de mortalidad que bajó en el informe de la semana 52 hasta las 70.785. El motivo de esta bajada se explica también en el balance anual elaborado por este periódico con las gráficas de MoMo. Así, del 1 de enero al 31 de diciembre, ambos inclusive, el exceso de mortalidad fue de 67.633, ya que este año la gripe, por el uso de las mascarillas y la distancia social, está pasando de puntillas por nuestro país, como había ocurrido antes en otras latitudes.

Prueba de ello es que el Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE), detectó hasta el 27 de diciembre sólo cuatro casos de virus de la gripe, frente a las casi 390 del año pasado en estas fechas. A eso hay que añadir que este año, debido a las restricciones a la movilidad y al impulso del teletrabajo, ha habido que lamentar menos muertes en carretera. Así, a 21 de diciembre España registró 848 defunciones en vías interurbanas, cuando en el mismo periodo de 2019 la cifra ascendía a 1.069. Se trata en todo caso de un balance estremecedor, a la espera del informe anual que pueda corregir ciertas desviaciones registradas.

Los datos del INE

Según la información procedente de los certificados de defunción, el INE contabiliza 75.296 de diferencia absoluta entre las defunciones de 2020 y 2019. De hecho, cabe recordar que hace unas semanas, cuando el Ministerio de Sanidad informaba de 46.646 muertes por Covid desde que comenzó la pandemia, el INE contabilizó sólo entre enero y mayo 45.684 fallecidos por Covid-19 o con sospecha de haber contraído la enfermedad, según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, 18.557 muertes más que los datos de Sanidad. El cambió el criterio para determinar los fallecimientos por Covid-19 explican en parte esta disparidad de cifras, pero sólo en parte. Y todo apunta a que seguiremos más meses con este baile de cifras.

A nivel europeo, EuroMoMo ha registrado una sobremortalidad de 312.692 en la semana 52. La mayoría de ellos, personas mayores de más de 65 años. Si bien no todos los países reportan sus estadísticas a EuroMomo, Italia por ejemplo no lo hace, «con los datos actuales de EuroMoMo, España es el país con mayor mortalidad relativa sobre sus valores medios desde que se inició la pandemia en Europa hasta finales de 2020 (desde la semana 10 hasta la 52 del año 2020) comparándola con cualquiera de los estadps que reportan a EuroMoMo: Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania (Berlín), Alemania (Hesse), Grecia, Hungría, Israel, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Portugal, Eslovenia, España, Inglaterra, Suiza y Gales», explica a este periódico Rafael Cascón Porres, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.

No obstante, también hay que esperar para conocer el balance oficial anual, ya que «aunque EuroMoMo ahora tiene publicados datos hasta la semana 52 (es decir, todo el año), en las tres últimas semanas, como hay retrasos en los registros, estima algunos valores. Cuando lleguen los valores definitivos algo variarán», añade este experto.