Entrevista

Juan Abarca: “Nadie del Gobierno ha contactado con la Sanidad privada para pedir ayuda”

El presidente de la Fundación IDIS afirma que «la estrategia de vacunación se delegó en las autonomías, pero sólo Madrid, Murcia y Cataluña se han dirigido a nosotros»

Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS
Juan Abarca, presidente de la Fundación IDISRuben mondelo .La Razón

-Se ha dirigido alguien del Gobierno a las clínicas privadas durante las últimas semanas para pedir su ayuda en la vacunación?

-El Gobierno, de manera oficial, no, porque la estrategia de vacunación se ha delegado a través de las comunidades. Quien sí se ha dirigido a nosotros ya de manera totalmente oficial y formal es la Consejería de Salud de la Madrid, con la que ya hemos empezado a organizar reuniones para empezar a planificar la vacunación del personal sanitario, que es el segundo tramo después de las residencias, y Cataluña también se ha dirigido a nosotros, pero a través de los hospitales de referencia, que tienen bajo su paraguas, por decirlo de alguna forma, diferentes hospitales privados. Murcia también se ha dirigido, pero no sé en qué términos.

-¿Qué medios podrían poner las clínicas privadas al alcance de las autoridades para acelerar la inmunización?

-Para empezar, seguro que podríamos vacunar a todo el personal sanitario nuestro, como mínimo, porque es lo que venimos haciendo con la gripe. Y luego, en función de las posibilidades que tenga cada uno, porque es verdad que tenemos un problema muy importante desde el punto de vista de la enfermería, porque faltan enfermeras, podríamos ayudar a vacunar en función de los tramos que se necesiten y del sitio donde se necesite. De forma voluntaria lo hospitales privados somos los primeros interesados en que esto se solucione lo antes posible, más allá de la conciencia social que tenemos y que nos ha producido el ver toda la desgracia que ha supuesto esta pandemia. Entiendo que cada clínica pondría los recursos de los que pudiera disponer sin ninguna duda para ayudar a la vacunación.

-¿Es cierto que ustedes vacunarían gratis? ¿Por qué?

-Nosotros pondríamos las vacunas en función de la disponibilidad que tuviera cada uno, con ninguna intención de cobrarle al Estado por poner esas vacunas. Yo creo que entra dentro de nuestra labor social. No puedo hablar en nombre de todos los hospitales privados, pero estoy convencido de que no habría ningún problema de una manera genérica si mañana pudiéramos empezar a vacunar a las personas que tienen aseguramiento privado por los tramos de edad que les correspondieran en cada momento. Yo lo que creo es que esto no le costaría al sistema público, seguro, no se lo repercutiríamos.

-¿Hay comunidades que no consideran personal de riesgo a los sanitarios que trabajan en las clínicas y hospitales privados? ¿Cuáles son?

-El Ministerio ha sacado una instrucción que dice que todo el personal sanitario debe vacunarse y no especifica si es de la pública o de la privada. Por tanto, no creo que haya ninguna comunidad que considere que el personal de la Sanidad privada no sea personal de riesgo. Estaría incumpliendo la ley. Otra cosa es que no consideren a los medios sanitarios privados oportunos para llevar toda la vacunación y obliguen al personal sanitario privado a irse a los centros públicos porque me parece un error. Es una ineficiencia, pero en principio no se puede no considerar al personal sanitario privado como no personal de riesgo porque la instrucción del Ministerio no lo diferencia así.

-¿Cree que las mutuas de accidentes de trabajo y las farmacias podrían ayudar en esta campaña histórica de inmunización?

-Creo que las mutualidades, los servicios médicos de empresa, por supuesto que podrían ayudar con la vacunación. Las farmacias, en este caso no es como la prueba de la PCR, porque a veces los pacientes tienen reacciones en un momento determinado. Tú puedes poner vacunas en un polideportivo, pero no estás exento de que puedas tener una reacción anafiláctica a una vacuna. Yo creo que una vacuna y cualquier medicamento hay que ponerlos en principio en unas condiciones de seguridad mínimas y con un personal mínimo. Si las farmacias reúnen esas condiciones, no hay inconveniente, pero ponerlas en cualquier sitio sin los medios oportunos ante la posibilidad de que pueda haber un efecto adverso agudo no me parecería prudente.

-¿Qué papel ha jugado la Sanidad privada durante estos meses de pandemia?

-Ha quedado evidenciado por todos los que no forman parte del sector sanitario privado. Creo que la pandemia nos ha puesto en el lugar que nos corresponde dentro de la sociedad y de la cadena de valor del sistema sanitario. Se ha demostrado que sin el sector sanitario posible no habría sido posible afrontar esto o se hubieran producido muchísimas más víctimas de las que ha habido. También hemos demostrado algo que mucha gente cuestionaba por razones puramente ideológicas: que por encima de cualquier resultado lo que nos importa es la salud de la población. Creo que todas las empresas obviamente tienen que tener unos resultados económicos, pero todas las empresas están llevadas por personas y por encima de lo resultados económicos uno intenta hacer su trabajo lo mejor posible y que prevalezca la salud y la integridad de los pacientes. Nadie pone en duda que una empresa de coches no ahorra en sistemas de seguridad para ganar más dinero y habrá habido excepciones, pero nadie lo pone en duda. A nosotros lo que más nos importa son los pacientes y esto ha quedado demostrado en un año que desde el punto de vista económico ha sido, además, un desastre.

-¿En qué plazo cree que podría estar inmunizada toda la población española si llegaran a nuestro país vacunas suficientes y se emplearan al mismo tiempo todos los recursos sanitarios que están a disposición de las autoridades?

-Si se utilizaran bien todos los recursos y si llegaran todas las vacunas –estamos hablando de 66 millones de vacunas para los 33 millones, que es el 70% de la población–, para conseguir esa inmunidad de rebaño a mí el mes de junio me parece precipitado, pero el otoño que viene podríamos conseguirlo.