Ola de frío
Una semana con mínimas históricas: quedará nieve hasta el viernes
La ola de frío extremo pondrá en aviso a 30 provincias y no será hasta el miércoles cuando empiecen a subir las temperaturas, aunque seguirán las heladas
La intensa nevada que ha asolado el país durante tres días ya ha sido relevada por una ola de frío histórica. El centro de la península está a punto de vivir un recrudecimiento del invierno como pocos se han visto en las últimas décadas. Hablamos de mínimas inferiores a los 15 grados bajo cero. Con la llegada de un anticiclón atlántico se producirá un descenso acusado de las temperaturas nocturnas durante los próximos días, en lo que dará lugar a una ola de frío que durará hasta el jueves en España. Para hoy la Aemet ha activado la alerta naranja por frío en Huesca, Ávila, Segovia, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Toledo, Lérida y Madrid donde se prevén temperaturas de entre -8 y -10 grados. No será hasta el miércoles cuando el termómetro empiece a subir, sobre todo en lo que se refiere a las temperaturas nocturnas, aunque las heladas continuarán de forma generalizada en el interior del país, eso sí, de forma menos intensa. Eso provocará que la nieve acumulada por la borrasca Filomena permanezca al menos hasta el viernes.
Al contrario de lo que pueda parecer, este tiempo extremo no se debe a Filomena, si no a una ola de frío independiente. Y entre tanto hielo es lícito preguntarse: ¿Dónde está el dichoso calentamiento global? El frío se deberá, en gran medida a la entrada de un anticiclón desde occidente pero, ¿cómo encaja esto con el tan anunciado calentamiento global? Para buscar respuestas conviene aclarar que el término calentamiento global está bastante desactualizado y hace ya tiempo desde que la comunidad científica lo abandonó. El motivo es precisamente ese, que da lugar a confusión asumiendo que de él se espera un aumento de las temperaturas en todo el globo. La realidad es mucho más compleja y por ello ha sido rebautizado como cambio climático.
El cambio climático traerá consigo mucho más que calor. De hecho, existen evidencias robustas sobre su relación con fenómenos meteorológicos extremos, como es el caso de las inundaciones y los tornados en algunas planicies americanas. Del mismo modo, es esperable olas de frío en algunos lugares y que las nevadas se instalen en emplazamientos donde antes no eran frecuentes. Por supuesto, el calentamiento será parte del cambio, y es cierto que de forma global se espera que continúe el aumento de la temperaturas medias, trayendo la desertización. El motivo de este caos es que la atmósfera de nuestro planeta forma parte de un sistema complejísimo donde cambios mínimos alteran su equilibrio, desestabilizándola y dando lugar al caos en el sentido más científico de la palabra.
Hielo fundido
El ejemplo paradigmático de estos cambios son las corrientes marinas. Un ligero aumento de las temperaturas puede fundir buena parte del hielo de los polos y zonas altas de las montañas (y, de hecho, eso es lo que está sucediendo). El gran volumen de agua fría vertida a los océanos producirá alteraciones en las corrientes marinas que funcionan como transportadoras de temperatura hacia las costas. La típica nieve invernal de Nueva York, por ejemplo, es posible en parte debido a la fría corriente del Golfo. Si la fusión de los casquetes polares alterara suficientemente el recorrido de la corriente del Golfo sería de esperar que las nevadas que ahora caen en Nueva York cambiaran su ubicación.
Esta es, más o menos, la idea que hay tras extremos del tiempo atmosféricos como los que estamos viviendo. Por un lado, puede que esta ola de frío sea solo una excepción puntual dentro del impredecible tiempo y que no tendrá implicaciones relevantes en el clima. Por otra, no sería incompatible el enfriamiento de algunos lugares del planeta.
Sea como fuere, la realidad a corto plazo es que la nieve ha llegado para quedarse complicando, posiblemente, el tráfico y el abastecimiento de alimentos en algunas zonas.
QUE NO TE LA CUELEN:
- El tiempo atmosférico es algo puntual, el cambio climático es una tendencia, una suerte de media del tiempo atmosférico que ha hecho en un lugar durante un largo periodo de tiempo que, rara vez, suele ser definido como menor de tres décadas. Por ese motivo un cambio en el clima no significa que el tiempo atmosférico de cada día o cada mes tenga que ser consistente con el clima predicho.
REFERENCIAS (MLA):
- “Olas De Frío En España Desde 1975 Servicio De Banco Nacional De Datos Climatológicos”. Aemet.Es, 2020.
- “Ancient Warming Threw This Crucial Atlantic Current Into Chaos. It Could Happen Again”. Science | AAAS, 2021.
- Meteorolog�a, Agencia. “Seasonal Forecast - State Meteorological Agency - AEMET - Spanish Government”. Aemet.Es, 2021.
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