Demanda

“Sé de empresarios que están vendiendo la sal al doble de su precio”

Los empresarios salineros están desbordados: “Son días de una actividad frenética y ya hay quienes quieren sacar tajada de esta crisis. Además por el norte al parecer ya está escaseando”

Los productores de sal están desbordados ante la elevada demanda de las principales comunidades autónomas afectadas por el temporal Filomena. Madrid, Castilla La Mancha, Valencia y Aragón se enfrentan a las bajas temperaturas después de la intensa nieve, las cuales dejan peligrosas heladas sobre las calzadas y donde la sal juega un papel fundamental para solucionar el problema con la mayor celeridad.

Así, una industria como la salinera que suele mantener una demanda relativamente baja salvo algún pico invernal puntual, se ha visto sobrepasada por esta crisis climática. Domingo Riera, propietario de Sal Riera, un negocio familiar fundado en 1922, asegura no haberse visto en una situación similar: “Tenemos muchísima demanda, pero el problema es que no podemos movilizar los camiones”, afirma a LA RAZÓN. Ellos están especializados en suministros de sal no solo en España, sino en varios países de Europa, África y América. Ubicado en Valencia, este empresario nos reconoce que lleva unos días de infarto y apremia nuestra conversación para seguir atendiendo las llamadas de clientes y transportistas. “Esto está siendo de locos, no tenemos tiempo ni para hablar contigo, porque el teléfono no deja de sonar. No habíamos visto nada igual”, añaden desde Sal Bueno, también ubicado en la costa levantina.

Tal ha sido la demanda que se han tenido que movilizar varias se las empresas que trabajan con sal industrial en Andalucía para surtir al centro de España. Así, José Manuel Humanes, de Humanes Guillén Eurosal, nos reconoce que “por aquí todavía no escasea la sal, pero compañeros del norte me han confesado que por allí arriba ya empieza a hacerlo. Es una locura”. Ellos llevan desde el viernes trabajando sin descanso: “Nuestra producción es buena y en gran cantidad, eso sí, no podemos compararnos con la que realizan las salinas de la costa, donde la extensión que tienen es mucho mayor”, afirma en relación a las grandes multinacionales que explotan la zona de Torrevieja.

“Desde el viernes, sin descanso”

Pese a que en Eurosal llevan desde hace cuatro días gestionando los encargos de camiones con mercancía, “hasta ayer a media mañana no pudimos empezar a trabajar porque no se podía circular”. Ellos producen unas 2.000 toneladas de sal al año y en condiciones normales es mínima la proporción que destinan al deshielo en carreteras, “pero según he calculado, vamos a proveer unas 300 toneladas especialmente en las zonas de Madrid y Toledo. Son días de una actividad frenética”, apunta. Con ellos han contactado tanto desde administraciones públicas como empresas privadas y aunque ellos tienen “stock” de sobra para surtir a la clientela “el mayor problema sigue siendo conseguir acceder a los puntos de entrega, ya que muchas carreteras siguen siendo intransitables”.

La empresa de José Manuel tiene en propiedad tres camiones para el transporte y ya han dedicado uno en exclusiva para el deshielo “de momento”, el resto de los pedidos los transportan a través de vehículos que suministra el propio cliente. “Creo que ya han salido hoy para Madrid unos seis camiones, el último hace media hora”, cuenta. Pese a la alta demanda, este empresario salino no cree que este pico de trabajo repercuta en su bolsillo ya que obliga a contratar a más personal y “lo que se gana por un sitio, se pierde por otro. Además, estamos trabajando a destajo, hemos abierto en día no laboral, se doblan turnos y eso tiene un coste importante”.

Aunque en momentos de crisis como la actual son las empresas de todo el país las que reciben encargos de sal, el sector salino está principalmente ubicado en Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña. Según Mercasa, la producción de sal en España, tanto la dedicada a los alimentos como de no alimentarios ronda los cuatro millones de toneladas de sal gema al año, a las que hay que añadir más de un millón de de sal marina y unas cien mil toneladas de sal de manantial y su facturación se sitúa en torno a 150 millones de euros anuales.

“En cuanto al precio, ahora mismo en Madrid se cierran contrataciones que rondan los 60 euros la tonelada de sal de deshielo en granel. Sin embargo, tengo constancia de que hay quien quiere sacar tajada de la situación y ha duplicado el precio. Nosotros no lo hemos hecho. No creemos que haya que aprovecharse de los demás en momentos difíciles”, dice el empresario de Eurosal, compuesta por cuatro trabajadores. “Todos venimos de familias salineras. No es un sector fácil, atravesamos un momento complicado. Quizá las salinas de costa lo tengan más fácil, pero las de interior hemos tenido que reinventarnos para salir adelante”, reconoce.