Salud
El cribado auditivo en los recién nacidos, fundamental en el desarrollo del habla
Actualmente, 5 de cada mil recién nacidos padecen algún tipo de sordera
La hipoacusia o sordera es la alteración sensorial más frecuente en el ser humano. El 90% de niños sordos nacen de padres normooyentes, y solo el 50% de los niños sordos tienen indicadores de riesgo auditivo, según datos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP). Actualmente, 5 de cada mil recién nacidos padecen algún tipo de sordera, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Las dificultades auditivas, si no se diagnostican y tratan en los primeros años de vida, pueden ser perjudiciales para el desarrollo del pequeño”, avisa el doctor Manuel Conde, especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Málaga.
A su juicio, es muy importante por ello comenzar el cribado auditivo en los primeros 15 días de vida, un tiempo en el que además las aseguradoras médicas suelen incluir al bebé en el seguro de la madre. “Sea como fuere, se debe diagnosticar la sordera o las patologías relacionadas de forma precoz para iniciar el tratamiento lo más rápido posible”, defiende.
La buena noticia, según revela, es que la hipoacusia, incluso la sordera profunda, son entidades tratables: “Los resultados del tratamiento, en términos de adquisición del lenguaje y de incorporación a la sociedad, dependen de lo precoz del diagnóstico. Se considera diagnóstico tardío a partir de los 6 meses de edad”.
Así, cuando un bebé nace en España se le realizan en el hospital una serie de pruebas para certificar que no padece de sordera o hipoacusia, el llamado ‘Cribado Auditivo Neonatal’, “un procedimiento sencillo, rápido e indoloro que se realiza a todos los recién nacidos para saber si el pequeño detecta los sonidos”, según explica el doctor Conde.
En el caso concreto del Hospital Quirónsalud Málaga, este centro sigue el protocolo propuesto por la Comisión para la Detección Precoz de Hipoacusia en España, que, tras varias pruebas, si el resultado es negativo (el pequeño no detecta los sonidos), se deriva al bebé a la Unidad de Hipoacusia Infantil para iniciar la fase de diagnóstico.
Una de las primeras pruebas que se realiza en el Servicio de Otorrinolaringología es la de ‘Otoemisiones Acústicas’, por la que se le coloca al pequeño un dispositivo en el conducto auditivo, que manda una señal y recoge una respuesta cuando el oído es normal. “Es totalmente indolora, no invasiva, y no suele tardar más de dos minutos”, apostilla.
En ocasiones, se hace otra prueba llamada ‘Potenciales Evocados Auditivos’, donde también se colocan unos cables adheridos a la piel del bebé: “Son necesarios 5-10 minutos y es importante que el niño permanezca tranquilo o, mejor, dormido. En el caso de bebés que tengan algún factor de riesgo de sordera congénita, se le hará un seguimiento estrecho durante meses”.
El desarrollo del habla y del lenguaje
En este sentido, destaca que el mayor beneficio derivado del cribado auditivo es la detección precoz de la sordera moderada a grave antes de los 3 meses en los casos congénitos; y cuanto antes entre el nacimiento y los 3 años en los casos adquiridos o de aparición tardía, dado que los estímulos auditivos durante este periodo son críticos para el desarrollo del habla y del lenguaje.
“Si un niño nace con algún tipo de sordera y su cerebro no recibe sonidos durante los primeros años, nunca se pone en marcha el proceso del lenguaje o lo hace de forma más lenta y deficitaria, provocando un desajuste en su desarrollo personal y social”, mantiene el especialista.
Según defiende el experto de Quirónsalud Málaga, al detectar este problema de forma precoz, especialmente antes de los dos años, se pueden tratar el déficit auditivo con audífono o implante coclear, y permitir que se desarrolle el lenguaje en el niño antes de que se pierda su capacidad de hablar.
Por otro lado, resalta que un diagnóstico precoz de la hipoacusia o sordera no solo ayuda a identificar la sordera de causa genética, sino que se pueden detectar y tratar otras patologías que cursan con sordera, entre otros síntomas, como los síndromes de Pendred y de Alport; o algunas infecciones víricas prenatales que pueden producir otras secuelas neurológicas severas irreversibles, como el citomegalovirus, que es la segunda causa de sordera congénita después de la causa genética.
Así con todo, el especialista del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Málaga insiste en que ante un niño de cualquier edad con un retraso en el desarrollo del lenguaje, siempre se debe realizar un estudio auditivo con el fin de detectar una posible sordera o patologías que cursan con sordera.
Cómo se realiza hoy en día el cribado auditivo neonatal
“Si se diagnostica una sordera, dependiendo del grado, el tratamiento irá desde la observación del desarrollo del lenguaje, la estimulación logopédica, la adaptación de prótesis auditivas (audífono) o el tratamiento quirúrgico, como es la colocación de un implante coclear, que también realizamos en la Unidad de Hipoacusia Infantil del Hospital Quirónsalud Málaga”, señala el otorrino.
El doctor Conde resalta en este sentido que el Hospital Quirónsalud Málaga destaca por su férreo control del desarrollo en las pruebas auditivas en recién nacidos, realizando alrededor de 2.140 pruebas auditivas al año. “Todos los pequeños que nacen en el Hospital Quirónsalud Málaga pasan por la consulta de Otorrinolaringología a los pocos días de nacer para poder realizarse la prueba y detectar un posible déficit lo antes posible. Además de saber si un recién nacido oye bien, es importante también estar atentos al desarrollo del lenguaje del bebé durante los siguientes 5 años”, agrega.
En última instancia, valora que cualquier familia que dude de un posible problema en el desarrollo del oído de su hijo, sean recién nacidos o niños, pueden pedir una consulta al equipo de Otorrinolaringología para que sea valorado. “Hoy en día no hay por qué tener miedo de acudir al hospital a pesar de la pandemia. Los centros sanitarios han diseñado circuitos libres de coronavirus, y además, en el caso de Quirónsalud Málaga, éste cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección contra el SARS-CoV-2.
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