Coronavirus

La UE llega a un acuerdo para que el certificado de vacunación impulse la temporada turística

La Eurocámara consigue abaratar las pruebas PCR de los viajeros

Tras muchos dimes y diretes, el certificado covid de vacunación estará listo para viajar este verano y poder salvar la temporada turística. Después de días de enfrentamientos y tres rondas negociadores baldías, las capitales y el Parlamento Europeo han conseguido ponerse de acuerdo casi in extremis, justo antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reúnan este próximo lunes y martes en la capital comunitaria. Se espera que el certificado pueda estar operativo a finales de junio. Las posibles restricciones para los viajeros vacunados y el precio de las pruebas PCR han sido los dos principales puntos de disputa.

“Hemos llegado a un acuerdo sobre este nuevo instrumento en un tiempo record para salvaguardar la libre circulación de tofos los ciudadanos”, ha tuiteado el comisario de Justicia Didier Reynders.

Las negociaciones no han sido fáciles. Mientras la Eurocámara quería que este documento sirviera para favorecer la movilidad y medidas uniformes en todo el territorio europeo, las capitales preferían que cada Estado pudiera decidir si exime o no a los viajeros de cuarentenas o test. Algunas capitales siguen creyendo que – a pesar del descenso del número de contagios derivado del aumento del ritmo de vacunación- aún no existen evidencias científicas suficientes sobre si las personas inmunizadas pueden seguir expandiendo el virus y consideran que levantar las restricciones a los ya vacunados puede discriminar a aquellos grupos de población más jóvenes que aún no han recibido el suero.

Al final se ha llegado a un punto intermedio en el que cada país podrá imponer estas limitaciones si lo considera necesario por razones de salud pública, pero deberá informar al resto de las capitales sobre estas restricciones y su duración y también justificar estas medidas. El texto final insta a los países a que el levantamiento de las restricciones sea la norma general.

En este documento, que deberá ser interoperable en todos los países europeos, aparecerá no sólo la vacuna recibida sino también si el viajero ha desarrollado anticuerpos y si tiene una prueba PCR negativa. Este último punto también planteaba discrepancias entre las instituciones. Los intentos del Parlamento Europeo de que estas pruebas fueran gratuitas se han encontrado con la oposición de la gran mayoría de los Veintisiete ( entre ellos España) que temían un sobrecoste para las arcas públicas, sobre todo en el caso de los países que reciben mayor afluencia de turistas durante el verano.

La Eurocámara, sin embargo, consideraba que el precio de los test en muchos Estados miembros, que se añade a los gastos derivados del trayecto, podía desincentivar los viajes de cara a la temporada veraniega. Como modo de desbloquear la situación, el Parlamento Europeo había propuesto utilizar los fondos del instrumento de apoyo de emergencia del presupuesto comunitario. Al final la Comisión Europea se ha comprometido a utilizar 100 millones de euros en aras de que estas pruebas sean asequibles para los ciudadanos.