Aumento de la transmisión

Los contagios se multiplican por seis sin la mascarilla

En tres semanas España suma casi 3.000 pacientes más ingresados en los hospitales

La eliminación de las mascarillas al aire libre, la relajación de las restricciones y la expansión de la variante Delta del virus están causando estragos en España. Desde que el Gobierno decidiera suprimir la obligatoriedad de los protectores buconasales en zonas exteriores, el pasado 26 de junio, más de 318.000 personas se han contagiado, la incidencia de casos diagnosticados de covid en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes se ha multiplicado por 5,6 y la incidencia a siete días lo ha hecho casi por 6,5.

En total, nuestro país ha pasado entre el 25 de junio y el 16 de julio –las fechas utilizadas para realizar la comparación– de 3,782 millones de infectados a más de 4,1 millones, cifras estratosféricas que amenazan con diluir el efecto beneficioso de la vacunación. Las estadísticas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) del Ministerio de Sanidad muestran que el fin del cubrebocas y la generalización de la idea de que España había doblegado de nuevo al virus están llenando otra vez de pacientes los hospitales, cuya ocupación hasta la decisión del Gobierno había caído en picado.

El 26 de junio, hace apenas 24 días, los centros sanitarios de todo el país atendían a 2.366 enfermos de covid. Hoy, asisten a 5.056, lo que suponen 2.690 más. En lo que se refiere a las unidades de cuidados intensivos (UCIS) o servicios análogos, el número de enfermos en estado crítico ingresados ha pasado de 641 a 872 en el periodo comparado, lo que supone un aumento de 230. Pero, más que el número, lo que preocupa a los expertos es la tendencia.

La ocupación de camas de agudos por pacientes con coronavirus ha pasado de representar el 1,93% al 4,22%, mientras que la de camas de críticos se ha elevado del 6,9% al 9,59%. Este aumento progresivo se acentúa a medida que se multiplican los contagios y se produce en un momento en el que los centros sanitarios disponen de menos efectivos por el periodo vacacional. Se trata de un cóctel explosivo que parecía inimaginable hace apenas un mes, cuando la incidencia de casos diagnosticados a los 14 días había bajado de 100 y España parecía entrar en la fase final de la pandemia. Hoy, supera de forma amplia los 500 y la incidencia a siete días, que supera los 300, hace prever nuevos crecimientos en los próximos días, al igual que el número de reproducción básico instantáneo o Rt, que aún sobrepasa de forma holgada el umbral de riesgo del 1 en todo el país.

Comparativa casos covid con mascarilla y sin ella
Comparativa casos covid con mascarilla y sin ellaTeresa Gallardo

No todo el panorama es uniforme en España y en algunas regiones la situación empieza a ser crítica. Cataluña es en estos momentos la que peor se encuentra, al registrar el pasado viernes una incidencia acumulada a 14 días de 1.160 casos, lo que ha hecho presagiar a sus autoridades sanitarias que las UCIs podrían volver a colapsar en el plazo de diez días, como sucedió en la primera ola de la pandemia. En estos momentos, la ocupación de sus unidades de críticos por pacientes covid graves es del 26,02%, al contabilizarse 312 en el periodo analizado. Las regiones que le siguen se encuentran a mucha distancia: en Baleares la ocupación de las UCIS sobrepasa el 11% y en Madrid un 10%.

Otras autonomías en situación de riesgo extremo son Navarra y Castilla y León, con incidencias desbocadas que superan los 860 casos por 100.000 habitantes. A excepción de Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, todas las comunidades superaban el pasado viernes la barrera de 300 casos diagnosticados por 100.000 habitantes.

Otro dato que inquieta a los especialistas es el de la positividad de los test. Existe un consenso de los expertos en afirmar que cuando de cada cien pruebas diagnósticas realizadas más de diez arrojan un resultado positivo la evolución de la pandemia es mala y los profesionales de salud pública empiezan a perder el rastro del virus. Hasta el indulto a las mascarillas dicha positividad no superaba de media el 5% en el conjunto del país. Más de 22 días después, el porcentaje sobrepasa el 14%, lo que dificulta las labores de rastreo de los casos y de los contactos más estrechos. Todos los picos de la pandemia llevaron aparejado un aumento de la positividad de las pruebas, y la curva sólo pudo doblegarse con restricciones.