Vacunación

Cuatro comunidades pedirán a Sanidad que apruebe la tercera dosis

Madrid, Cataluña, Castilla y León y Cantabria defienden este «booster» para la población vulnerable, como ha autorizado Francia

El grupo de edad de entre 20 y 40 años está entre un 10 y un 20% alejado de otros
El grupo de edad de entre 20 y 40 años está entre un 10 y un 20% alejado de otrosRAQUEL MANZANARESEFE

Una vez más, España se amaga a la hora de tomar decisiones referentes a la pandemia de Covid-19. En esta ocasión, con motivo de la tercera dosis. Mientras que países de nuestro entorno ya están moviendo ficha, el Ministerio de Sanidad prefiere esperar el dictamen de la Agencia Española del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) y eso que ya cuatro comunidades le han exigido una pauta coordinada.

Se prevé que esta semana el organismo europeo dé a conocer su postura sobre la idoneidad de inocular este refuerzo. Por el momento, ayer aprobó un aumento de la capacidad de producción de las vacunas de Pfizer y Moderna, lo que permitirá el suministro de aproximadamente medio millón de dosis adicionales para 2022.

Pese a lo que aconseje la EMA, la decisión final recae sobre los gobiernos nacionales. La ministra Carolina Darias ya dijo en julio que «todo parece indicar que será necesario» este tercer pinchazo, pero no está dispuesta a tomar decisión alguna. Tampoco está claro que vaya a acatar la recomendación de la EMA. Ya se vio con AstraZeneca: mientras que Europa aconsejó completar la pauta con la misma vacuna en menores de 60, Darias salió por la tangente y optó por la vacunación heteróloga con Pfizer.

Así, mientras Sanidad se mantiene a la expectativa, el Gobierno de Emmanuel Macron ya ha tomado una decisión en firme. Francia ha sido uno de los países europeos, junto a Alemania, Reino Unido, Austria y Grecia, que ha decidido anticiparse a la decisión de la EMA para intentar frenar el avance de Delta teniendo en cuenta el escape inmunitario de las actuales vacunas frente a esta variante. Ayer, el Gobierno galo recomendó este «booster» para colectivos vulnerables y personas mayores de 65 años por ser los más frágiles ante la Covid. Las terceras dosis estarán disponibles a partir de septiembre. Deberán ser de ARN mensajero, anunció el Ejecutivo de Macron, e inoculadas al menos seis meses después de haber completado la pauta.

Pero el Gobierno España, tras un año y medio de pandemia, sigue careciendo de iniciativa. Y eso que varias comunidades autónomas han urgido a la ministra a que fije una postura común. Madrid, Cataluña, Castilla y León y Cantabria pedirán hoy en el pleno del Consejo Interterritorial que se estudie esta revacunación para colectivos vulnerables como ayer aprobó Francia. El Ejecutivo de Ayuso volvió ayer a incidir en el asunto. El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, afirmó que el Gobierno regional defiende una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus para personas inmunodeprimidas y con bajada de defensas que hagan que la segunda dosis «no sea suficientemente segura». «Hay que determinar esta población. Es lo que propone la autoridad sanitaria, que es lo que proponen otros países en el mundo y lo que la propia ministra ya adelantó hace un mes», apuntó.

El Ejecutivo de Díaz Ayuso es partidario, además, de solapar la campaña de la gripe con la administración del tercer pinchazo contra el Covid, al igual que Castilla y León. El vicepresidente de esta última región, Francisco Igea, pidió la semana pasada al Ministerio de Sanidad que tome una decisión lo antes posible para que las regiones puedan diseñar a la vuelta del verano la logística necesaria. Cantabria, por su parte, está perfilando ya el dispositivo ante el posible escenario de que se apruebe finalmente el pinchazo de refuerzo.

Desde Cataluña defienden esta tercera inoculación y, de hecho, están diseñando su propia estrategia. La secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, reconoció que desde la Generalitat se está planteando la posibilidad de poner la tercera dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid, a corto y medio plazo, en personas «con un tratamiento inmunodepresor y trasplantadas».

¿Es realmente necesaria?

La vocal de la Asociación Española de Vacunología, Rosario Cáceres, comenta a este diario que «realmente no hay nada publicado que diga que es necesaria una tercera dosis». «Es posible que se introduzca para determinados colectivos, como las personas de más de 65 años, los ancianos institucionalizados y los inmunodeprimidos, ya que se está viendo que la vacunación no produce la respuesta esperada o al menos no en todos los pacientes». Desde la patronal de residencias, de hecho, piden que se administren cuanto antes a sus usuarios teniendo en cuenta que los contagios se han multiplicado por 10 en un mes.

Esta farmacéutica insiste también en la necesidad de abrir el debate ético: «Mientras que haya países con menos de un 1% de su población vacunada no es justo, además no sirve para nada que estemos poniéndonos dosis como locos en los países ricos y no se dé cobertura a los pobres, porque el virus seguirá mutando». Cáceres apuesta por practicar los test de seroprevalencia para determinar la población qué requiere este «booster», pues la experiencia de Israel deja dudas sobre su idoneidad para toda la población.

Este país empezó a administrar la tercera dosis el 30 de julio, empezando por los mayores de 60, para frenar el avance de Delta. Un estudio realizado por el gobierno israelí a 650.000 ciudadanos vacunados con este refuerzo concluyó que otorga una protección cuatro veces mayor, pero el crecimiento de los casos estas últimas semanas lo pone en duda: ya se está poniendo la tecera dosis a las personas de 40 años pero Israel está registrando 10.000 infecciones diarias, unas cifras que no se veían desde febrero.