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Erupción en La Palma

La lava roza el mar tras avanzar a gran velocidad

Cuatro barrios de Tazacorte siguen confinados ante la posible emanación de gases si la colada llega a la costa. El volcán da una breve tregua con una pausa en su actividad

La colada de lava que brota del volcán de Cumbre Vieja podría llegar próximamente al mar, ya que se encuentra a tan solo 800 o 1.000 metros de la costa, aunque no hay seguridad de que vaya a alcanzarla, porque se ha producido una ralentización del fenómeno magmático. «La colada está muy frenada», ha indicado el director técnico del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.

La lava, que el domingo descendía con rapidez por el norte del cono eruptivo y que volvió a azotar a Todoque, produciendo el derrumbamiento de la iglesia y el centro de salud, se ha dividido en dos «dedos» que podrían llegar a unirse.

La hipotética meta del mar por parte de la colada norte, la más variable en cuanto a velocidad, es el mayor temor en el municipio de Tazacorte, donde cuatro barrios han sido confinados por los riesgos de una posible exposición a los gases tóxicos del ácido clorhídrico (HCL) emanados del contacto de la lava con el agua salada. En todo caso, no sería dañina para la población porque las casas más próximas se encuentran a una distancia de 3,5 kilómetros.

Pero no es el único temor. Los vecinos cuyas viviendas están en el probable curso de esta colada ya han empezado a temer la pérdida de todo, sumándose a los más de 500 afectados en El Paso y Los Llanos de Aridane, que buscan dónde establecer su nuevo hogar, a la espera de recibir las ayudas del Gobierno de Canarias y del Estado, que mañana martes declara la isla zona catastrófica en Consejo de Ministros.

Pese a la tregua de apenas unas horas que ha dado durante la mañana de su noveno día de erupción, el volcán de La Palma sigue activo. La calidad del aire es buena, y aunque desde el Comité Científico se asegura que «no se teme que se produzca una lluvia ácida en las próximas 24 horas», la nube de humo y cenizas sí llegará con seguridad a las vecinas islas de Tenerife y La Gomera, por efecto del cambio en la dirección del viento al sureste.

El silencio efímero del volcán de La Palma tiene antecedentes en la historia del territorio insular. En 1949 y durante cinco días, según los cronistas de la época, el volcán de San Juan pareció quedar dormido, para despertar luego con virulencia y avanzar en el tiempo hasta completar un ciclo de dos meses. Lo mismo ocurrió con la crisis volcánica más reciente en Canarias, la de El Hierro, que se detuvo durante 10 horas un día de diciembre del año 2011, para explosionar de nuevo y continuar hasta el mes de febrero de 2012 su actividad. En solo ocho días, el volcán ha emitido 46 millones de metros cúbicos de material magmático y cenizas, una cifra similar a la del Teneguía, en el año 1971, que tuvo 24 días de actividad.

El Comité Científico y el Pevolca pide tranquilidad a la población y advierte de que las pulsiones del volcán continuarán, no saben durante cuánto tiempo, lo que alimenta las coladas de lava que siguen su curso a distinta velocidad, hacia la costa. «El volcán tiene ratos de crecimiento y decaimiento, lo mismo que las coladas, por lo que solo podemos decir que es probable que llegue al mar, pero no es seguro».

Así lo explicó el director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, que reconocía que «lo que nos interesa a todos es que la lava no siga discurriendo para que no cause más daño».

Los expertos han confirmado un nuevo enjambre sísmico de 16 terremotos en Fuencaliente, el municipio más al sur de la Isla, aunque de menor magnitud que los localizados en Cabeza de Vaca. Las mediciones revelan «un descenso en la actividad», acompañado de «una estabilización de la deformación del terreno». De este modo lo confirmó María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional, quien recuerda que los cambios y la evolución en el volcán se circunscriben a un «comportamiento natural» en la crisis volcánica que sufre La Palma, que sigue los cánones de la tipología estromboliana, propia de la región.

Tráfico aéreo irregular

La normalidad no llega a La Palma y las comunicaciones aéreas siguen viéndose afectadas. La compañía Binter, la de mayor frecuencia aérea con la Isla Bonita, reanudó sus operaciones este lunes para interrumpirlas apenas una hora más tarde. Una conexión entre el aeropuerto de Villa de Mazo y Los Rodeos, en Tenerife, evidenció que siguen persistiendo los problemas para el despegue y aterrizaje en pista por la presencia de ceniza.

En un comunicado, la compañía explicaba que «volvemos a parar los vuelos con La Palma al no poder operarse con seguridad». Concretó que «tras intentar un primer vuelo en el día de hoy (por ayer lunes), se constata que no se cumplen las condiciones necesarias para garantizar la seguridad si se retoman las conexiones». La aerolínea volverá a intentar recuperar la operatividad en la jornada de mañana tras la información recabada a AENA y la AEMET.

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