Pragmatismo

De Avión al resto del mundo

Pilar Cabo Coin, gallega de nacimiento y de sentimiento, suiza en la toma de decisiones e italiana para emprender lo que haga falta

Pilar Coin en un almuerzo de trabajo en Roma
Pilar Coin en un almuerzo de trabajo en RomaAlicia Romay

Su pragmatismo le ha hecho avanzar, creer, crear e inventar. A los diez años sus padres decidieron dejar su pueblo gallego, concretamente Avión e irse a Suiza por motivos de trabajo, se marcharon con sus dos hijas a Ginebra y todo empezó a fluir con el esfuerzo y el empeño de todos. No sé si el observar a su padre trabajando primero en la hotelería o en su ocupación posterior en el gobierno del nuevo país de residencia en el departamento que controla el agua de toda la ciudad, fue lo que le inspiró a tener este tesón.

Se puede entrar en el número 73 de la Vía del Babuino, la calle con los negocios más lujosos de Roma y toparse de frente con Pilar, una mujer cercana, entrañable y vivaz, pero esto puede suceder o no porque su capacidad de desplazarse entre Vicenza, la sede principal del negocio que gestiona junto con su marido Roberto Coin, Venecia, Ginebra, en verano en Marbella ó en Ronda sin dejar pasar por su querida Avión y Vigo y después volar a Sicilia no lo hace fácil, o podría ser que en ese momento se encuentre en Praga o que haya pasado por Capri…Este el resultado de lo que ella misma dice: “A mi me gusta administrar bien mis tiempos, sé más o menos cuánto tiempo voy a dedicar en cada encuentro o en cada gestión y así me planifico siempre”. Pragmatismo total entre otras cosas que la ha llevado a crear de la nada, una marca que parece fuera de toda la vida.

Pilar en Ginebra, en su trabajo en la banca suiza cuando se ocupaba del mercado brasileño, conoció por un tema concreto de una cliente, al que es su actual marido y una vez más, su vida dió un giro radical, aceptó casarse con Roberto Coin, dejar Ginebra e irse a vivir a Italia.

“A mi me gusta ser equilibrada y pragmática y pensé - igual estoy haciendo un error, pero quiero hacerlo sin que nadie me diga cómo debo de actuar, así, si me he equivocado, es un problema mío y sólo mío”

En su toma de decisiones subraya: “Trabajar en un banco te da una base muy concreta, en la banca es blanco o negro, no existe el gris”. El cambio de vida de Ginebra a Vicenza fue radical, la ciudad italiana tiene una superficie de ochenta kilómetros cuadrados y ciento once mil doscientos habitantes, siendo que la de Suiza es más pequeña en superficie y en habitantes tiene doscientos un mil. La diferencia en números no es grande pero la vida es otra con gran diferencia.

El empeño, el tesón y la dedicación

A pesar de que su marido se había dedicado toda su vida a la hotelería, por cuestiones del destino cambió de rumbo y se especializó en la creación de joyas de oro, el conocimiento de idiomas de Pilar hizo que se empezara a involucrar en el nuevo negocio pero para ello y por su pasión por las piedras, aprovechó la llegada a Vicenza del GIA -Gemological Institute of America -(2002), para convertirse en gemóloga. En ese momento el negocio de su marido se dedicaba solamente a la creación de joyas en oro, fue así como nació la primera colección con piedras de color y con diamantes del negocio consiguiendo el crecimiento en otra rama que ha sido imparable. Su motivación fue total y a golpe de cursos de Access como herramienta en la creación de base de datos, consiguió hacer los cálculos de los componentes de las joyas, pero Pilar no se ha quedado allí, ahora maneja Excel Pivot y lo que haga falta…

Treinta y dos son los años que han pasado desde que decidió arriesgarse a cambiar de vida radicalmente. Se casó con Roberto Coin y por su ahínco, ahora es una mujer de negocios en el mundo de la joyería de lujo. Dejó Ginebra por Vicenza, una de las ciudades más importantes en la manufactura de oro en Italia y actualmente la producción del negocio que gestiona junto con su marido, es al nivel de Valenza, la ciudad italiana por excelencia en la elaboración artesanal de joyas y de oro.

Imaginación al poder

Pilar Coín durante un almuerzo de trabajo en un hotel de la Vía del Babuino en Roma
Pilar Coín durante un almuerzo de trabajo en un hotel de la Vía del Babuino en RomaAlicia Romay

En los años ‘90 abrieron una oficina en Malibú y se dieron cuenta que no se podían quedar sólo vendiendo sus productos sin tener una marca y menos en aquel momento que el “Branding” era vital. Con la premura de crear una sociedad para registrar una marca, se decidió espontáneamente que la casa llevara el mismo nombre del creador, y así nació la marca Roberto Coin (Joyas). El negocio empezó a funcionar llevando esta marca y de esto hará 25 años en breve. Pero no era todo lo que había que inventar, una revista les llamó para comentarles que necesitaban imágenes para publicarla en su portada pero cae en que no existe ninguna imagen por el momento de ninguna pieza. Pilar no dudó en llamarle a la madre de un compañero de colegio de su hijo, recordó que su marido tenía conocimientos de marketing y en un santiamén se realizaron las imágenes de las joyas por primera vez. Pilar por lo general encuentra la solución inmediata a lo que hay que resolver en poco tiempo.

La sorpresa de conocer a una gallega de pura cepa en en corazón de la Milla de Oro Romana, con este espíritu imparable y emprendedor, es el ejemplo de que aunque la vida de giros inesperados, depara destinos jamás pensados y llenos de satisfacciones.