Medicina
Nueva estrategia experimental española para luchar contra el pian
La Fundación «laCaixa», uno de los financiadores del trabajo del equipo del doctor Mitjà
En 2012 la Organización Mundial de la Salud estableció la Estrategia Morges con el fin de erradicar el pian a partir de las bases científicas definidas por un equipo de investigadores liderado por el doctor Oriol Mitjà, vinculados entonces al ISGLobal y actualmente investigadores de la Fundación de Lucha contra la Sida.
La puesta en marcha de esta estrategia comportó una ronda de administración masiva de azitromicina a todas aquellas personas residentes en áreas en las que se hubieran registrado casos, pero en 2018 se comprobó que no era todo lo eficaz que se esperaba y, por lo tanto, no bastaba para detener la transmisión de la infección.
Tras este precedente, entre abril de 2018 y octubre de 2019, Mitjà y la doctora Lucy John, de la División de Salud Pública del Departamento de Nacional de Salud de Papúa Nueva Guinea (PNG), y sus respectivos equipos, desarrollaron un ensayo clínico en la provincia de Nueva Irlanda (PNG), en el que se compararon dos estrategias orientadas ambas a combatir el pian: una de ellas era la oficial (Morges), basada en la implementación de una ronda de distribución masiva de azitromicina y la posterior administración del tratamiento de forma individualizada solo en aquellos casos en los que la enfermedad persistía, y la otra era una estrategia experimental que se basó en realizar tres rondas de distribución masiva con seis meses de separación.
Los resultados de este ensayo, que fue financiado por la Fundación «la Caixa», la Diputación de Barcelona y la Fundació Barberá, se acaban de publicar en la revista «New England Journal of Medicina» y corroboran una mayor eficacia en la eliminación del pian de la estrategia experimental frente a la establecida por la OMS. De hecho, a los 18 meses del inicio de la intervención, en la que participaron 57.000 habitantes de una zona de alta prevalencia de la enfermedad, la prevalencia del pian fue cuatro veces menor en el grupo que recibió las tres rondas de medicación (0,04%) que en el que recibió una sola ronda del fármaco (0,16%).
Gracias a esta nueva investigación quedan más definidas las pautas a seguir en la erradicación de la enfermedad, pero también «es relevante para el planteamiento de la erradicación de las enfermedades infecciosas en general», como pone de relieve el doctor Bonaventura Clotet, presidente de la Fundación de Lucha contra el Sida. Sobre la trascendencia de este estudio, Oriol Mitjà señala que «la covid nos ha mostrado que las enfermedades viajan sin que exista la posibilidad de limitarlas geográficamente y todos tenemos la responsabilidad de contribuir al control de las infecciones emergentes».
Pero además, este artículo, firmado por 20 investigadores adscritos a 17 centros de investigación, ocho de los cuales son de Papúa Nueva Guinea, pone de relieve la importancia de la colaboración entre centros y profesionales y de la «capacitación de investigadores en dichos países como motor imprescindible para su desarrollo económico y humano», comentó la doctora Camila G. Beiras, de la Fundación de Lucha contra la Sida.
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