Los familiares de la tripulación del pesquero gallego: “Estamos muy tristes pero nadie nos confirma nada. Esto va a ser largo”

Los familiares de los tripulantes del «Villa Pitanxo» iban llegando al puerto de Marín (Pontevedra) a lo largo de la mañana de ayer. Serios, cabizbajos, con ojos llorosos y con muchas preguntas. Nadie sabía nada a ciencia cierta pero todos intuían que no había buenas noticias.

Se fueron enterando entre llamadas de unos a otros y así se corrió la voz: el barco había naufragado y casi todos estaban muertos. «Desaparecidos», concretamente, que es el término que se utiliza cuando todavía no se ha encontrado el cadáver.

Pero ayer pocos creían en los milagros y sabían que las gélidas aguas donde pescaban fletán sus familiares no dejaba lugar a la duda. «Recibí una llamada de una amiga que había escuchado la noticia del naufragio y me vine para aquí». Así se enteró de la tragedia Elisabeth Gutiérrez, tía de uno de los marineros del barco, según explicó al «Faro de Vigo».

Jonathan Calderón tiene 39 años y lleva prácticamente toda la vida a bordo del pesquero de Marín. El 26 de enero embarcaba de nuevo dejando en tierra a su mujer y sus dos hijos adolescentes.

«Por el momento no nos están dando mucha información, que hubo un naufragio y que están a la espera», explicaba Elisabeth a las puertas de la empresa Nores.