Su historia
Tres heroínas frente a la pandemia de coronavirus
Tres profesionales del mundo sanitario explican cómo han superado los retos planteados por la covid durante estos dos años, y qué preparan para superar esta crisis epidémica
Las mujeres son mayoría dentro de la profesión médica. Y la diferencia a su favor aumentará con los años porque así lo muestra, por ejemplo, las plazas de Médico Interno Residente (MIR). El segundo trimestre del año 2021 ha terminado con 20.000 mujeres profesionales sanitarias más que el primer trimestre, como reflejan los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Éstos dejan ver que en el primer trimestre de este año había ocupadas en la sanidad española un total de 889.100 mujeres y a cierre de junio son 909.000. Por el contrario hay 3.000 hombres menos trabajando en la sanidad española que en el primer trimestre. Los tres primeros meses de 2021 cerraron con 334.000 y los tres siguientes con 331.000 hombres sanitarios.
Y por eso ellas han sido protagonistas en estos dos años de lucha contra la pandemia. Y no sólo ante este desafío sanitario. Aquí encontramos a María Andión Goñi, directora de Enfermería en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, que tuvo que formar a toda prisa equipos multidisciplinares para organizar la atención a unos pacientes para los que las enfermeras suponían un referente que les aportaba tranquilidad, y de la misma forma a sus familias. Suponen el imprescindible colchón asistencial que necesita un país que busca alcanzar la normalidad. Como ella señala, «la gestión también salva vidas».
Patricia Muñoz, jefa de Sección de Enfermedades Infecciosas en el hospital madrileño Gregorio Marañón, dirige un equipo que ha realizado más de 500.000 pruebas PCR, una técnica compleja de biología molecular «que solo conocían dos personas», recuerda.
Y mirando hacia el futuro se encuentra Isabel Sola, viróloga codirectora del Centro Nacional de Biotecnología que, mano a mano con el doctor Luis Enjuanes, se encuentra a unos pasos de lograr una vacuna anticovid basada en ARN con capacidad para autorreplicarse, y que inmuniza frente antígenos virales, por lo que podría dar una inmunidad completa y duradera. Además, la administración intranasal permtiría dosis menores en cantidad y así poder reducir los costes, uno de los grandes problemas actuales para la obtención de sueros en todo el mundo.
Calidez al paciente y apoyo emocional al compañero
María Andión Goñi. Directora de Enfermería del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid
Las enfermeras, por su actividad en el ámbito de los cuidados, su capacidad para trabajar en equipos multidisciplinares y su experiencia para gestionar recursos en entornos nuevos e imprevisibles, han sido aliadas imprescindibles a la hora de salvar vidas durante esta pandemia. «Pese a la incertidumbre, todas las enfermeras dimos un paso al frente para estar allí donde éramos necesarias y nos pusimos a hacer lo que mejor se nos da: cuidar de nuestros pacientes. Reorganizamos plantillas en tiempo récord con los profesionales existentes y con nuevas contrataciones, reordenándolos en función de sus perfiles profesionales; creamos equipos multiprofesionales; y realizamos formaciones exprés junto con profesionales expertos en el ámbito de los servicios críticos. Pero, además, no hemos olvidado dar calidez a nuestros pacientes y apoyo emocional tanto a ellos como a nuestros compañeros de hospital», recuerda Andión Goñi de los primeros meses de pandemia. Ella ha vivido esta crisis desde la dirección de Enfermería de uno de los hospitales buque insignia de la sanidad como es el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, una posición que requiere tanto fortaleza y capacidad de motivación como una visión estratégica prudente y equilibrada. Ella misma reconoce la complejidad de su trabajo: «Es necesario trabajar duramente para que los profesionales puedan realizar su trabajo en las mejores condiciones posibles. Porque la gestión también salva vidas. Y, es que, tenemos la obligación de reorganizar procesos y circuitos, conseguir los recursos necesarios, buscar alianzas, fomentar la investigación y la mejora de la calidad… y para ello debemos mantener nuestros conocimientos constantemente actualizados y esforzarnos cada día para trabajar, pero hacerlo junto a los profesionales».
Andión Goñi y otras compañeras que se han enfrentado a esta pandemia desde puestos directivos han dejado patente que las enfermeras son el referente de tranquilidad de las familias y el imprescindible colchón asistencial que necesita el país para alcanzar la normalidad. Y reprocha que el sistema sanitario no saque más rendimiento de las enfermeras y que estas ocupen más puestos directivos.
Actividad frenética las 24 horas todos los días de la semana
Patricia Muñoz. Jefa de Sección en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.
La exhaustiva labor desarrollada durante décadas por el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario Gregorio Marañón lo han consolidado como un referente en asistencia, docencia e investigación. Esta labor, a veces desapercibida, ha cobrado un especial valor durante la pandemia de la covid. Su equipo multidisciplinar ha realizado más de 500.000 PCR, miles de pruebas serológicas y ha sido un ejemplo de rapidez en secuenciación genómica. De hecho, este hospital fue el primero que detectó la variante Ómicron en España y las primeras Deltas. «Hacemos mucho y bien», explica Patricia Muñoz, jefa de Sección en ese Departamento. Patricia describe los retos durante toda la pandemia. «En los primeros días era primordial contar con un método diagnóstico. Y lo conseguimos gracias a la gran experiencia de nuestro equipo de virología. Fuimos capaces de montar rápidamente la técnica diagnóstica de PCR», recuerda. Semanas más tarde surgió un nuevo obstáculo: la falta de reactivos. «Todos los países que producían la jeringa para coger la muestra o los reactivos necesarios para las PCR los guardaron para su propio consumo. Sufrimos una gran escasez. Este reto fue resuelto gracias a la generosidad y la colaboración de todos los hospitales madrileños. Hemos estado más unidos que nunca y esto es algo que nos quedará tras la pandemia», agradece la jefa del Servicio. No menos importante fue conseguir formar a todo un país en la realización de pruebas PCR, una técnica compleja de biología molecular «que solamente conocían dos personas», indica. La actividad era frenética las 24 horas del día y todos los días de la semana. A día de hoy, Patricia Muñoz se siente especialmente orgullosa por la velocidad y «generosidad» con la que se ha respondido a la emergencia sanitaria tanto en la identificación del virus y de sus variables como en el diseño de métodos para su detección y contención. «Nuestra planta fue la primera en recibir pacientes con covid y está siendo la última que está prestándoles asistencia», subraya. Desde su vocación, reconoce que «la Medicina es una profesión en la que fundamentalmente nos dedicamos a servir a los demás y a trabajar muchas horas».
Cerca de una revolucionaria vacuna anticovid
Isabel Sola. Viróloga codirectora del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).
Todavía no existe la vacuna ideal contra el SARS-CoV-2. En la actualidad hay varios estudios en marcha a través de los cuales los investigadores intentan conseguir desarrollar un suero que induzca inmunidad esterilizante para proteger no solo de la enfermedad, sino también de la infección. Y es que, pese a que las vacunas que están actualmente aprobadas han sido extraordinariamente efectivas tienen sus limitaciones. «Nos protegen de la enfermedad, pero no de la infección; la duración de la inmunidad todavía está por definir; y son necesarias revacunaciones porque la inmunidad tiene tendencia a ir declinando», comenta la investigadora Isabel Sola. Junto a Luis Enjuanes, Isabel Sola codirige el Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), donde llevan meses trabajando en una revolucionaria candidata a vacuna contra la covid. Este nuevo suero de segunda generación, basado en ARN con capacidad para autorreplicarse, inmuniza frente a distintos antígenos virales, por lo que podría dar una inmunidad más completa y duradera. Además, la administración intranasal permitiría conseguir inmunidad esterilizante y tiene también la ventaja de que permite administrar una dosis menor y así reducir su coste. Por ahora, se ha demostrado su efectividad y seguridad en modelos animales; sin embargo, los esfuerzos para conseguir ponerla a disposición de la sociedad no cesan: «Estamos perfeccionando nuestro prototipo, para el que hemos hecho la prueba de concepto de que funciona, para que pueda dar el salto a una escala que ya no es la de la investigación, sino que podría ser la de la producción». Las investigaciones de Isabel Sola en coronavirus no son recientes. Lleva más de 25 años investigando diferentes tipos de coronavirus y compartiendo retos con numerosos científicos. Ella misma se considera «una pieza más del conjunto que se mueve desde la experiencia, el conocimiento adquirido durante muchos años y de la ilusión de poder contribuir en un proyecto nuevo y necesario en el panorama en el que nos encontramos». En su opinión, para dedicarse a la ciencia «se necesita la cualidad de la perseverancia porque la ciencia no es algo que dé resultados inmediatos».
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