Avances
La vacuna bivalente gripe-covid estará lista en otoño de 2023
Moderna ha puesto fecha al lanzamiento de su prototipo mRNA-1230 – una sola dosis combinada contra el SARS-CoV-2 y el virus de la influenza –, responsables de la mayor parte de las muertes en mayores
Atacar a tres de los virus más importantes que causan enfermedades respiratorias en adultos mayores. Ese es el objetivo del nuevo candidato a vacuna respiratoria combinada (ARNm-1230) que está desarrollando la compañía estadounidense Moderna, y que se concibe como un refuerzo anual dirigido al SARS-CoV-2, el virus de la gripe y el virus respiratorio sincitial (RSV), los que más mortalidad causan en el rango de edad a partir de 50 años.
“Nos complace agregar una candidata a vacuna respiratoria combinada contra tres de las principales causas de enfermedades respiratorias en adultos mayores como parte de nuestra estrategia para abordar la carga global sustancial de infecciones respiratorias», señaló en un comunicado Stephen Hoge, presidente de Moderna. «Nuestro objetivo es desarrollar vacunas para tratar las infecciones respiratorias y, finalmente, combinar muchas en una sola dosis de refuerzo anual para reducir la morbilidad y la mortalidad significativas causadas por estos virus”, agregó.
Mayor mortalidad
Y es que la combinación de covid-19 y los virus de la gripe es particularmente peligrosa. Según una investigación que publica hoy “The Lancet”, los adultos ingresados en el hospital con covid y gripe al mismo tiempo tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una enfermedad grave – y de fallecer por esta causa– que los que tienen covid solo o con otros virus. En concreto, los pacientes con coinfección de SARS-CoV-2 y gripe tenían cuatro veces más probabilidades de requerir soporte de ventilación y 2,4 veces más probabilidades de morir que si solo tuvieran covid. Los investigadores inciden en que estos hallazgos demuestran la importancia de la vacunación completa contra ambas enfermedades.
“En el mejor de los casos, la vacuna combinada gripe-covid estaría llegando a todos los países en otoño 2023, a tiempo para la campaña de inmunización estacional. Esta vacuna bivalente incluye protección tanto frente al linaje original del virus, y los siguientes (Alfa, Beta, Gamma, Delta), como frente a Ómicron”, explica a LA RAZÓN Juan Carlos Gil, director general de la compañía en España y Portugal. La vacuna contra el VRS acaba de iniciar los ensayos en fase III, por lo que tardará algo más.
En un contexto de rechazo, tanto por parte de los expertos como de los organismos supranacionales, a la idoneidad de recibir dosis de refuerzo cada poco tiempo, el prototipo ARNm-1230 se ha concebido como una sola dosis de refuerzo anual para que las personas eviten tener que inocularse dos o tres veces en invierno.
La primera en la Historia
“Este desarrollo es muy esperanzador, ya que sería una solución magnifica para estabilizar la inmunidad frente al virus de la influenza – que cambia cada año – el de la covid – que también va a hacerlo– y el VRS, que es un virus muy complicado contra el que se llevan intentado desarrollar vacunas sin éxito desde los años 80″, señala Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Inmunología de la Universidad San Pablo-CEU.
Los intentos por desarrollar una vacuna contra el VRS comenzaron en la década de 1960 con una versión inactivada desarrollada al exponer el virus a formalina (un compuesto químico). Desafortunadamente, esta vacuna indujo un fenómeno que quedo reseñado como “enfermedad respiratoria aumentada asociada a la vacuna (VAERD, por sus siglas en inglés)” en la cual, los niños que no habían estado expuestos al VRS y luego fueron vacunados, desarrollaron una forma grave de la enfermedad por VRS que incluía fiebre, insuficincia respiratoria y bronconeumonía. Alrededor del 80% de estos niños (frente al 5 % de los controles expuestos al virus) fueron hospitalizados y dos murieron por una respuesta inflamatoria pulmonar letal durante la primera infección natural por el VRS después de la vacunación. Este desastre obstaculizó el desarrollo de vacunas durante muchos años.
“Lo que ha marcado la diferencia en el desarrollo de Moderna es, por un lado, la tecnología de ARNm y, por otro, que se han centrado en buscar una zona estable en el virus en la que se pueda trabajar, dado que el VRS es un patógeno muy complejo, especialmente en niños pequeños sin inmunidad previa y en mayores con las defensas muy debilitadas”, explica Nistal.
Vacuna para bebes
Por otro lado, Moderna ha anunciado también esta semana que el estudio de fase II/III de su vacuna contra el coronavirus en niños de entre seis meses y cinco años ha mostrado resultados positivos y, por tanto, una sólida respuesta de anticuerpos neutralizantes después de una serie primaria de dos dosis de 25 microgramos de mRNA-1273 junto con un perfil de seguridad favorable. En el ensayo, el perfil de tolerabilidad entre los niños de 6 meses a 2 años y de 2 a 5 años fue generalmente consistente con el observado en niños de 6 a 12 años, en adolescentes de 12 a 17 años y en adultos. La mayoría de los eventos adversos fueron leves o moderados y se dieron con mayor frecuencia después de la segunda dosis.
Con estos datos, la compañía presentará en las próximas semanas una solicitud de autorización de una pauta de dos dosis de 25 microgramos de mRNA-1273 para niños de 6 meses a 5 años a la Agencia Americana del Medicamento (FDA), la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y otras agencias reguladoras.
En esencia, uno de los factores de éxito que ha permitido a la compañía avanzar en todos estos desarrollos es su “enfoque de vacuna prototipo”, que consiste en utilizar versiones preliminares de vacunas desarrolladas contra virus representativos, que se adaptan rápidamente para hacer frente a otros patógenos relacionados. El valor de la vacuna prototipo se demostró cuando las primeras investigaciones sobre el SARS-CoV-1 y el MERS permitieron una respuesta rápida al SARS-CoV-2.
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