Aborto

Marea verde por la vida

Miles de personas, sobre todo jóvenes, levantan la voz contra el aborto y la eutanasia y cargan contra los políticos por su falta de compromiso

Alrededor de 10.000 de personas de toda España se dieron cita ayer en el centro de Madrid para decir «sí a la vida»
Alrededor de 10.000 de personas de toda España se dieron cita ayer en el centro de Madrid para decir «sí a la vida»Jesús G. FeriaLa Razon

Después de dos años sin salir a la calle, los movimientos provida pisaron con fuerza en el centro de Madrid. Hasta 20.000 personas según los organizadores y alrededor de unas 9.000 según Delegación de Gobierno, acudieron esta mañana a esta popular cita para reivindicar el «sí a la vida» y plantar cara a las leyes que permiten el aborto y la eutanasia. Los asistentes, la gran mayoría jóvenes, portaban pancartas en las que se podían leer lemas como «yo soy la generación prohibida», «¡viva la madre que te parió!», «no es tu cuerpo, está en tu cuerpo» y «el aborto es un delito, no un derecho».

Desde Sevilla vino ex profeso para participar en esta concentración María del Pino, una joven veinteañera que, junto a un grupo de amigos se mostraba feliz de ver a su alrededor a tanta gente joven: «Tenemos que defender los verdaderos valores que dan forma a nuestra sociedad y el derecho a la vida es fundamental. Hay que apostar por todo aquello que ponga en primer lugar a la vida, como ya ha dicho el Papa Francisco en varias ocasiones. Me parece terrible cuando hablamos de que hay vida en Marte, pero a un feto no se le considera vida. ¿En qué mundo vivimos?, aseguraba la joven sevillana a este diario.

Gran parte de los asistentes fueron jóvenes que vinieron desde diferentes puntos de España hasta Madrid
Gran parte de los asistentes fueron jóvenes que vinieron desde diferentes puntos de España hasta MadridJesús G. FeriaLa Razon

El encuentro, impulsado por la plataforma «Sí a la vida» y secundado por otras 500 asociaciones y entidades, partió a las doce de la mañana de la calle Serrano de Madrid y finalizó en la Plaza Cibeles donde la «influencer» Grace Villareal y el productor de televisión Diego de Julián recibieron a los miles de manifestantes acompañados por la música del grupo Hermanos Martínez, que entonaron su «Himno qué viva la vida», entre otras canciones.

Alicia Latorre, portavoz de la plataforma y presidenta de a Federación Española de Asociaciones Provida, proclamó que «el sí a la Vida es una convocatoria de vida, de compromiso, cuya fuerza está en la causa que defendemos. La mera celebración ya es un fruto importante y por supuesto las muchísimas consecuencias positivas que de ello se derivan». Según ella, «es una oportunidad y un privilegio poder defender la vida de todos y confiar sin atisbo de duda que la verdad y el bien van ganando las mentes y los corazones. No se pueden recuperar las vidas perdidas ni el mal hecho, pero tenemos en nuestras manos el presente y, por tanto, el futuro y confiamos en que cada vez más personas se unan a la causa de la vida también quizá las que han estado defendiendo lo contrario».

Germán y Estefanía acudieron con su bebé a la marcah
Germán y Estefanía acudieron con su bebé a la marcahJesús G. FeriaLa Razon

En el punto de mira, como es obvio, la ley de eutanasia que entró en vigor el año pasado, y la ley del aborto. «Se están cometiendo asesinatos todos los días, son crímenes. La vida no es solo de la madre que la engendra, sino de la persona que crece dentro de ella. La vida dentro de tu cuerpo no es tuya, no te pertenece», apuntaba Marta Fernández, que acudió acompañada de varios amigos que no superaban en ningún caso los treinta años.

Además, todos ellos mostraban su indignación contra los políticos «porque no hacen los suficiente para ayudar a las personas en la defensa de la vida». «Nos han dejado de lado, por eso es necesario que salgamos a la calle y nos escuche todo el mundo. Esto es una marcha de celebración de la vida, de la felicidad», añadía Jaime López-Pozas.

Plantar «la semilla»

«Aunque aquí veamos a muchos jóvenes, lo cierto es que en la sociedad, los que son como nosotros, tienen miedo a levantar la voz por lo que les puedan decir o hacer. Miedo al rechazo social. Y esto, unido a la pereza, que también hay mucha entre los jóvenes, hace que parezca que somos menos los que pensamos de esta manera, pero realmente somos muchos», aseveraba Marta Teresa Montero mientras caminaba detrás de la cabecera.

Los globos y camisetas verdes, símbolo de esta reivindicación, tiñeron durante un par de horas el centro de Madrid mientras caminaban en paralelo a otras concentraciones que también se dieron cita ayer en la capital: una carrera de lucha contra el cáncer y otra a favor de la sanidad pública.

Durante la lectura del manifiesto, varias personas subieron al escenario para poner voz a diferentes historias. Pablo Boccanera y Elisabeth Delamer junto a su hija biológica Teresa, explicaron que son una familia que acoge niños con enfermedades y cuya hija, Teresa, ha seguido su ejemplo y ahora es madre de acogida de una pequeña de dos años.

Tras ellos, cogieron el micrófono Halina y Marina, embarazada de 25 semanas. Dos hermanas ucranianas con quienes se rindió homenaje al pueblo ucraniano deseando que llegue pronto la paz. Halina contó cómo tras asistir a una marcha provida decidió aportar su granito de arena a la defensa de la vida y, desde entonces, ofrece su apoyo a mujeres embarazadas que acuden a abortar a las puertas de los centros de aborto. Con estos testimonios se quiso mostrar cómo este tipo de actos van transformado la sociedad en positivo y «cambiando los corazones de las personas hacia la cultura de la vida».

Doris y una amiga aseguran que "el suicidio no es una solución"
Doris y una amiga aseguran que "el suicidio no es una solución"Jesús G. FeriaLa Razon

Por su parte, Marina dejó que se escuchara en directo el latido del corazón de su hijo. A continuación se llevó a cabo el tradicional minuto de silencio de los «no nacidos»: «Con el latido de este bebé está el recuerdo de los no nacidos a causa del aborto y todas las víctimas de la cultura de la muerte», dijeron.

Durante el recorrido se vieron a muchas familias, ancianos y bebés. Tal fue el caso de Germán y Estefanía, que mientras caminaban con el cochecito de su pequeña, aseguraban que «hay que apoyar a los desprotegidos, a los que no tienen voz ni voto. Con que la gente nos escuche y se plante si determinadas conductas son morales nosotros ya nos damos por satisfechos». Por su parte, el padre de familia Javier Martín reflexionaba que «la sociedad se mueve a una velocidad tan rápida que mucha gente no se da cuenta de que la vida existe desde la concepción hasta la muerte. La mayoría de las madres quieren tener a sus hijos, pero se las presiona y se las obliga para abortar. Eso debe terminar y ahí está nuestra lucha».

«Médicos para salvar vidas, no para quitarla»

Sobre el escenario de la Plaza de Cibeles, donde tuvo lugar el acto central, el doctor Manuel Martínez Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid, habló sobre los ataques a la libertad de los médicos y la desconfianza que genera en el paciente que se les obligue a realizar prácticas que van contra la protección de la salud y la vida de la persona. «Exigimos cuidados prenatales y cuidados a los pacientes con enfermedad avanzada. Que de verdad cuidemos a los enfermos, no que los matemos. Los médicos no nos dedicamos a matar», espetó.