Denuncia

Hasta siete de cada diez enfermeros han sufrido alguna agresión

La mitad de los atacados lo han sido hasta en cinco ocasiones, y el 15% en más de diez

Labores de cuidados enfermeros
Labores de cuidados enfermerosJesús Gómez FeriaJesus G. Feria

Ocho de cada diez enfermeras y enfermeros españoles han sido agredidos mientras desempeñaban su labor asistencial y de cuidados en un centro sanitario o sociosanitario, de los que cerca de la mitad lo han sido hasta en cinco ocasiones y cerca de un 15% en más de diez.

Así se desprende de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería (Satse) a 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla.

En concreto, el 80,3% de las enfermeras y enfermeros consultados por Satse ha sufrido alguna agresión, ya sea física, como empujones, retenciones involuntarias, puñetazos…, o verbal en forma de amenazas, vejaciones o insultos a lo largo de su vida laboral por pacientes o familiares de éstos.

El mayor porcentaje de agredidos se ha registrado en los servicios de Urgencias y Emergencias ya que hasta ocho de cada diez de los profesionales que trabajan en este ámbito aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona.

Del porcentaje de agredidos, el 48,44% lo ha sido hasta en 5 ocasiones; el 25,21%, en una única ocasión; el 12,06%, entre 6 y 10 ocasiones y el 14,29% en más de 10.

En el caso de los profesionales que se encuentran ahora en paro, pero que han trabajado meses atrás coincidiendo con la crisis sanitaria de la covid-19, y que suelen ser los más jóvenes, el porcentaje aumenta hasta el 63,1% en el caso de los que han resultado víctimas de violencia hasta en cinco ocasiones.

“Peor ambiente laboral”

Los profesionales de Enfermería piensan que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la relación con los pacientes, ha empeorado en los dos últimos años.

Como buen ejemplo de todo lo anterior lo acaecido el pasado 23 de febrero en Vera. Como relata «La Voz de Almería», una enfermera observó en la sala de espera del ambulatorio del pueblo cierto revuelo entre familiares de un paciente de mediana edad. Estaba incosciente y la sanitaria procedió a ponerle una vía y a monitorizarlo. Comprobó que estaba hipotenso y con falta de oxígeno. Parecía un ictus. Se reanimó pero los doctores aconsejaron llevarlo a un hospital. Ella se ofeció a acompañarlo en la ambulancia. Cuando estaba en ella le preguntó al paciente que qué tal se encontraba. La respuesta fue un puñetazo en un ojo.