Educación

España, primer país de Europa en bullying

Agentes de la Policía Local de San Sebastián de los Reyes (Madrid) en una charla sobre bullying y ciberseguridad en un centro educativo del municipio
Agentes de la Policía Local de San Sebastián de los Reyes (Madrid) en una charla sobre bullying y ciberseguridad en un centro educativo del municipioAYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYESAYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE

Un reciente estudio sobre acoso escolar señala que España se encuentra entre los diez países con más casos de bullying del mundo, siendo el primer país europeo de esta lista. Para frenar este problema en los colegios españoles tanto los profesores como las propias familias y los alumnos son parte de la solución, cada uno de estos actores tienen un papel clave para conseguir acabar con esta lacra. El “triángulo del bullying” de las personas implicadas es víctima, acosador y espectadores. En un centro educativo esos acosadores pueden ser tanto menores como adultos y actúan de diferente forma. Los espectadores cuando son menores suelen callar por miedo a que se ensañen con ellos o porque de una forma u otra están disfrutando. En cuanto a los adultos, nos podemos encontrar con varios tipos. Por una parte, los que miran hacia otro lado. Y por otra, los que denuncian, aunque, por desgracia, algunos se topan con muros y burocracia y acaban tirando la toalla.

La comunidad escolar detecta los inicios de acoso en las aulas, pero cuentan con un protocolo complejo para poder denunciarlo. Los docentes se topan con demasiados muros en este sentido, a veces tienen miedo a destapar los casos porque en muchas ocasiones se quedan solos. Hay muchos factores a tener en cuenta, desde la influencia de la familia del acosador hasta la configuración del equipo directivo, que muchas veces lo quieren tapar. Y además tienen que hacer frente a un protocolo muy denso con una burocracia que complica muchísimo el proceso. No es necesario contar con formación en este aspecto en concreto para poder detectarlo y saber actuar. Lo necesario es que los profesores estén atentos a las reacciones de la clase, a las relaciones entre los propios alumnos y que quieran involucrarse. Cuando un docente entra por primera vez a un aula es capaz de identificar, en una hora, cómo es cada alumno y su personalidad, enseguida nos damos cuenta de los líos que hay entre compañeros.

Aunque los profesores son muy importantes para acabar con la lacra del bullying, hay momentos en los que no está de su mano poder hacer nada más y se deben crear comisiones antiacoso en todas las consejerías de Educación con el objetivo de ir a los centros e interesarse por cada caso.

Padres y madres deben saber detectar también si su hijo sufre acoso escolar. Recomendaciones para que los padres reconozcan este problema es, por ejemplo, que hay algunos comportamientos que nos pueden dar la clave, si su hijo se aísla, pone excusas para no ir al colegio, deja de comer, está triste o irascible y se vuelve apático: posiblemente esté sufriendo acoso escolar. Buscar ayuda profesional en estos casos suele ser necesario para que el menor afronte esta situación con las herramientas necesarias.

Los padres, al igual que los docentes, deben trabajar la sensibilización y prevención entre iguales, poniendo ejemplos y trabajándolo desde edades tempranas. La empatía es uno de los valores que es necesario poner en práctica para detener el bullying si vemos algo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, ni a nuestra familia o amigos, está claro que es algo que no está bien. El acoso escolar es una cuestión de valores, de ética.

Es importante descubrir si nuestros hijos son los acosadores. Para ello hay unas pautas para detectarlo y también cómo enfrentarlo. En algunas ocasiones, el niño que es acosador fuera de casa es porque en casa es el acosado.

En cuanto al tercer actor de esta situación, los alumnos, también forman parte de la solución. Educarles en esa empatía antes comentada será clave para que puedan identificar, sin dudar, situaciones de acoso escolar entre sus compañeros y contribuir a su desaparición.

Cinco consejos para detectar si nuestro hijo sufre acoso escolar serían: se aísla, pone excusas para no ir al cole, deja de comer, se le nota triste o irascible, se vuelve apático. Los cinco pasos a seguir en este caso serían ponerse en manos de un profesional, es normal que le cueste hablar y exteriorizar lo que le ha pasado; darle herramientas para buscar ayuda; proporcionarle apoyo, nadie merece ser acosado; fomentar mucho su autoestima y ayudarle a buscar nuevas amistades.

Los signos para detectar si tu hijo es el acosador es que viene del colegio con cosas que no has visto antes, juguetes, prendas de vestir…; trae dinero desde el colegio; y es cruel con los demás, incluso en casa.

Si esto ocurre hay que hablar con él, ayudarle a entender que los demás sufren, acudir a un profesional y no utilizar comportamientos violentos en casa.

Pilu Hernández Dopico. Maestra experta en educación de familias y formadora de formadores