Alimentación

Descubren cómo debe ser la dieta para reducir el riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas

Por primera vez se ha comparado el efecto de la dieta rica en vegetales y las conclusiones son claras

Frutas y verduras de temporada son claves en la dieta
Frutas y verduras de temporada son claves en la dietalarazon

La alimentación es uno de los factores más determinantes a la hora de multiplicar el riesgo de sufrir un cáncer. La Ciencia lo ha demostrado con creces, hasta el punto de que se estima que la mitad de los tumores podría prevenirse con factores modificables como la dieta y está comprobado por numerosas investigaciones que lo que comemos puede influir en el riesgo de desarrollar cáncer, pero no siempre está claro qué alimentos o patrones dietéticos son los mejores para la prevención del tumor. Ahora, los resultados de un nuevo estudio sugieren que la calidad general de la dieta de una persona puede ser la clave.

El estudio, basado en los datos de más de 65.000 mujeres posmenopáusicas a las que se hizo un seguimiento durante más de dos décadas, descubrió que una dieta saludable basada en vegetales y verduras estaba relacionada con un 14% menos de riesgo de desarrollar cáncer de mama, mientras que una dieta poco saludable estaba relacionada con un riesgo 20% mayor de este tumor. Los resultados fueron consistentes en todos los subtipos de cáncer de mama.

«Estos resultados ponen de manifiesto que aumentar el consumo de alimentos vegetales saludables y disminuir el consumo de alimentos vegetales o animales menos saludables podría ayudar a prevenir todos los tipos de cáncer de mama», afirma Sanam Shah, doctoranda del Centro de Investigación en Epidemiología y Salud de la Población de la Universidad de París-Saclay (Francia), autora principal del estudio, presentado en línea en el Congreso Nutrition 2022, la principal reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición.

Estudios anteriores han examinado los riesgos de cáncer asociados a diversos patrones dietéticos, como la dieta occidental, la dieta mediterránea y las dietas vegetarianas. Aunque algunos estudios sugieren que las dietas con menor o nulo consumo de carne ofrecen beneficios para la salud, los resultados han sido algo dispares. Para el nuevo trabajo, los investigadores se centraron en diferenciar entre los alimentos vegetales saludables -como los cereales integrales, la fruta, las verduras, los frutos secos, las legumbres, los aceites vegetales y el té o el café- y los alimentos vegetales que el estudio clasificó como menos saludables, como los zumos de frutas, los cereales refinados, las patatas, las bebidas azucaradas y los postres.

«La diferencia de nuestro estudio es que hemos podido desentrañar los efectos de la calidad de los alimentos vegetales, algo que no había sido objeto de estudios anteriores sobre otros patrones dietéticos. Al puntuar los alimentos sanos, insanos y de origen animal, analizamos de forma exhaustiva la ingesta de alimentos teniendo en cuenta la ‘salubridad’ de los grupos de alimentos», afirma Shah.

Los investigadores analizaron los datos de 65.574 mujeres posmenopáusicas residentes en Francia que rellenaron cuestionarios de ingesta alimentaria en 1993 y 2005 y a las que se siguió durante una media de 21 años. En el transcurso del estudio, 3.968 participantes fueron diagnosticadas de cáncer de mama. La comparación de las tasas de cáncer de mama entre las mujeres con distinta calidad de la dieta reveló diferencias significativas en el riesgo de cáncer entre las que tenían dietas saludables y las que no lo eran.

Los investigadores utilizaron 18 grupos de alimentos para clasificar el grado en que las participantes seguían una dieta basada en vegetales o en animales y comían alimentos saludables o menos saludables. Shah señaló que una dieta basada en plantas no equivale a una dieta vegana o vegetariana, sino que describe un énfasis general en los alimentos de origen vegetal sobre los de origen animal.

Aunque los resultados sugieren que la elección de alimentos saludables basados en plantas es probablemente útil para la prevención del cáncer, Shah señala que se necesita más investigación para evaluar las conexiones entre la dieta y el riesgo de cáncer en diversas poblaciones, en particular para determinar la causalidad.