Limpieza
Este es el secreto japonés para recuperar ollas quemadas y dejarlas como nuevas
Se pueden encontrar muchos remedios caseros para limpiar una olla quemada en internet. Sin embargo, existe una técnica japonesa que es muy simple y que -además- siempre da unos resultados estupendos
Tanto las prisas como la calma son enemigos de la cocina. Preparar la comida cuando tenemos mil cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas o prepararla cuando estamos inmersos en el momento álgido de nueva serie favorita… puede jugarnos una mala pasada y dar lugar a un despiste. Y es tremendamente común que, en un momento u otro, se nos queme la comida. El sabor de la comida será malo, pero limpiar el desastre será mucho peor.
El secreto japonés para dejar las ollas como nuevas
En esta tesitura, hay muchos remedios caseros que pueden dar buenos resultados como el bicarbonato, el detergente de lavavajillas, el limóno -incluso- un refresco de cola. Sin embargo, existe una técnica japonesa de la que queremos hablarte y que facilitará mucho el trabajo. Porque es muy simple y siempre da unos resultados estupendos. Para limpiar de esta forma los restos carbonizados de comida del fondo de nuestra olla, solo necesitaremos un estropajo de cocina, vinagre blanco y un poco de sal de mesa.
Aplicaremos una capa de sal sobre el fondo de la olla y luego añadiremos un chorrito de vinagre blanco… dejando la mezcla reposar durante unos 15 o 20 minutos. En este tiempo, ambos productos harán su efecto e irán despegando los alimentos quemados del metal. Después, frotaremos con la esponja tratando toda las zonas que estén quemadas. Y ya solo tendrás que aclarar y observar los magníficos resultados.
Eso sí, hay una precaución que siempre debemos tener en cuenta: si tenemos que limpiar cualquier olla, cacerola o sartén que tenga un recubrimiento antiadherente, no podemos utilizar el estropajo. Porque la arruinaremos para siempre.
Ahora bien, por muy sencillo y eficiente que sea este truco japonés a la hora de limpiar nuestras ollas, no queremos que esto nos vuelva a ocurrir en el futuro. No solo porque habremos destrozado la comida que intentábamos sacar adelante y porque tendremos que invertir un poco de tiempo y esfuerzo en limpiar el desastre; sino que -además- también habremos deteriorado los materiales.
Por ese motivo -y aunque tengamos que pagar un poco más- a la larga comprar productos de buena calidad puede ahorrarnos muchos disgustos. Y en este caso, las ollas de tres capas, que están compuestas de acero inoxidable, aluminio y otra de acero inoxidable, son más pesadas, más resistentes y nos durarán más tiempo. Y además, los alimentos se calentarán de una manera más uniforme. Así que, si tienes la oportunidad, hazte con una de ellas.
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