Recurso "clave"
El Gobierno confía en que no haya cortes de agua este verano
La ola de calor ahonda el problema de la sequía, que vacía los embalses y arruina las cosechas de cereales
Las últimas intervenciones públicas de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, han aumentado la alarma sobre cómo la ola de calor profundiza los problemas de sequía de este año –y endémicos en España– aunque confía en que no se produzcan restricciones en el suministro de agua en los próximos meses debido a la escasez de lluvias. «No creo que haya cortes de agua este verano, pero debemos ser extremadamente cuidadosos y responsables en lugar de mirar para otro lado», señaló.
La titular de Transición Ecológica recordó que el agua es uno de los recursos «claves» en países en zonas de transición climática como España y apuntó la necesidad de disponer de «aportaciones de agua adicional» como las desaladoras, además de tener «la máxima eficiencia» con estos episodios de altas temperaturas y olas de calor tan tempranas que calificó de «extraordinariamente preocupantes».
Ribera destacó la degradación del suelo y la sequía para España, «el país de la UE de mayor tamaño con mayor riesgo de desertificación y degradación de suelos», y del que un 20% del territorio ya está degradado.
La escasez de precipitaciones y las altas temperaturas en los últimos días han provocado un descenso de 449 hectómetros cúbicos (hm3) de agua en los embalses, cuya media ha bajado del 50% cuando aún estamos en primavera. Incluso cuencas internas de País Vasco y cornisa cantábrica, que normalmente en estas fechas acumulan reservas para el verano, ven cómo disminuye el agua embalsada.
Las cuencas del Tajo y Segura acumulan el 47,3 % y el 44,3 %, respectivamente, y aún peor continúan las cuencas de Guadalete-Barbate (33,9%), Guadiana (30,3%) y Guadalquivir con el 30%. No mejor se encuentran los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía.
Cereal: hasta un 50% menos
Otra consecuencia grave: el calor reduce las expectativas de una campaña de cereal que avanza en España con previsiones de mermas importantes de entre un 20% y un 30%, e incluso un 50% en Zamora, en un ejercicio clave, pues la guerra de Ucrania complica bastante las importaciones de grano necesario fundamentalmente para la alimentación de ganado.
A pesar de que como medida excepcional para hacer frente a esta situación se ha permitido sembrar en barbechos, todas las organizaciones agrarias prevén caídas en la producción y en la superficie de siembra.
La patronal agraria Asaja fue la primera en lanzar sus estimaciones. A primeros de mes, y antes de la actual ola de calor, cifraba ya en un 21% la reducción de la producción de cereales en España debido a las altas temperaturas y la falta de lluvia en, una realidad que se sigue complicando en estas semanas. Y COAG comparte que la campaña caerá y cifra esta reducción en, al menos, un 30% respecto a la media de otros años, pero con zonas donde puede disminuir hasta un 50 %, como en la provincia de Zamora, según su responsable de este área, José Roales.
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ofreció ayer cifras para Castilla y León: el invierno tan seco y sobre todo las extremas temperaturas de mayo y junio puede hacer descender entre el 40 y 50% la producción de cereal en esta región, una de las que cuenta con unos rendimientos más altos.
El invierno tan seco y sobre todo las extremas temperaturas de mayo y junio van «a dar al traste» con la cosecha de cereal en Castilla y León, que puede descender entre el 40 y 50% respecto a la de la campaña pasada, según las estimaciones de UPA.
La organización agraria incide en que las extremas temperaturas de mayo y junio corrigen a la baja las previsiones.
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