Covid

El pico de la séptima ola empieza a superarse

Madrid anticipa los primeros signos de que el virus comienza a perder impulso a nivel estatal: bajan los ingresos y las llamadas al Summa

Desde el pasado 14 de junio, nuestro país se encuentra sumergido en la séptima ola de covid, que se está caracterizando por el avance de las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron, y por afectar especialmente a pacientes muy frágiles y ancianos mayores de 80 y 85 años con patologías.

Aún así, su potencial letal no es, ni mucho menos, comparable al que sufrimos durante las olas previas a la llegada de las vacunas. A la radiografía de esta nueva ola se añaden otros factores, como el decaimiento de la protección inmunológica, la relajación de las medidas de protección –no hay límites de aforo, no se aísla a positivos y las mascarillas solo son obligatorias en el transporte y en los centros sociosanitarios–, y el hecho de que solo se realicen pruebas diagnósticas en mayores de 60 años.

Precisamente, esta última cuestión impide conocer las dimensiones exactas de esta acumulación de casos o analizar con rigurosidad el comportamiento de la curva. Aun así, y pese a que la presión asistencial en los hospitales por pacientes con covid sigue aumentando en general, muchos expertos aseguran que el pico de esta séptima ola ya está superado y que la tendencia comienza a presentar signos de «ralentización». Estas predicciones se basan en el comportamiento de una serie de indicadores que, desde el pasado 1 de julio, comenzaron a registrar una tendencia decreciente en determinadas comunidades autónomas. Es el caso de la Comunidad de Madrid, la región que ha estado encabezando la lista de contagios a nivel estatal y con las UCI más tensionadas, alcanzando un porcentaje del 10,5%.

Madrid toca techo

De hecho, el consejero de Sanidad de la región, Enrique Ruiz Escudero, ya avanzaba el pasado jueves que, a falta de confirmarlo con los datos que se publicasen a finales de semana, la región estaba tocando «el techo de la séptima ola». «Ya llevamos cinco días continuos bajando» en la incidencia a siete días, explicaba. Y concretaba que, «cuando la incidencia acumulada a siete es menos de la mitad que a catorce, indica que la tendencia ya empieza a tomar descenso».

El consejero precisaba que «están disminuyendo los pacientes que ingresan en los hospitales por covid y está habiendo un descenso de llamadas al Summa por este motivo». Pese a ser «una buena noticia» en lo que respecta a la tensión que supone el aumento de casos para el sistema sanitario, Escudero hacía hincapié en que el virus «continúa con nosotros» y que «no debemos olvidar nunca ese mensaje de protección a los vulnerables y de tratar de evitar que sucedan esos contagios».

Los indicadores que utilizan los expertos para conocer la severidad y el impacto de la pandemia a nivel epidemiológico y asistencial son varios. La vigilancia microbiológica en aguas residuales es uno de ellos, y puede utilizarse como indicador epidemiológico para la detección de la circulación del virus. Esta herramienta ha demostrado su sensibilidad, incluso cuando la prevalencia de la infección presenta niveles bajos en la población.

En el caso de Madrid, el sistema VIGÍA del Canal de Isabel II arroja un descenso notable: ha pasado de superar los 40 millones ug (microgramos)/litro por 100 mil habitantes a finales de junio y principios de julio a rondar los 15 millones ug/l por 100 mil habitantes el pasado 7 de julio.

Este indicador se completa con las llamadas al Summa, que también experimentaron una disminución. El pico de llamadas (covid y no covid) se produjo el 18 de junio, con 5.996. El miércoles 29 de junio se atendieron 4.062. Desde el lunes 4 de julio, este servicio está por debajo de 4.000 llamadas. Por ejemplo, el miércoles 6 de julio se registraron 3.645, un 39% menos con respecto al 18 de junio.

Indicadores a la baja

La incidencia acumulada (IA) a siete días en la población de 60 o más años experimentaba también un descenso desde el 30 de junio. Ese día, la IA a siete días se encontraba en 863,9 casos por 100.000 habitantes. El día 6 de julio, la IA a siete días corroboraba el descenso con más de 100 puntos menos, con 773,4 casos por cada 100.000 habitantes. El día 8 de julio se confirmaba dicha bajada con 695,1.

Sin embargo, la incidencia acumulada a 14 días no experimentaba esta misma tendencia paulatinamente decreciente. Mientras el día 30 de junio se situaba en 1.652,1 casos por 100.000 habitantes, el día 6 de julio experimentaba una ligera subida a 1.671,5 casos. Este dato volvía a experimentar un descenso el viernes 8 de julio colocándose en 1.587,5 casos por cada 100.000 habitantes.

La presión hospitalaria se ha convertido en otro indicador principal para realizar un seguimiento de la pandemia. A partir de la información notificada por los hospitales, se puede comprobar que la situación nacional se coloca por debajo del 5% (en circulación controlada).

En Madrid, las urgencias han bajado en la última semana un 12% en el caso de las infantiles y un 6-7% en las de adultos. Según arrojan los datos asistenciales recibidos el viernes 8 de julio (correspondientes al día 7 de julio), los ingresados totales han bajado de 2.283 (6 julio) a 2.258 (8 julio). De ellos, 2.161 están en planta (frente a los 2.180 de días previos) y 97 están en UCI (frente a los 103 del recuento anterior). En torno a un 40% de estos pacientes han ingresado por complicaciones derivadas de la covid, y el 60%, pese a ser positivos, entran debido a otras patologías.

También han disminuido los datos de nuevos ingresos en planta, en el dato intersemanal, en 36 pacientes. Estos pacientes han descendido de los 367 el 4 de julio a 294 el 8 de julio. Y los nuevos ingresos en UCI han subido en 3 pacientes.

Otro indicador que se tiene en cuenta para conocer el comportamiento de la pandemia es el número de fallecimientos. Desde hace unas semanas, este dato experimenta un estancamiento, anclados alrededor del medio centenar al día. Los datos también muestran que los fallecidos son cada vez mayores.