Opinión

Verano en soledad

"Cada vez hay más personas que por unas circunstancias u otras están excluidas de lo que el reglamento manda"
"Cada vez hay más personas que por unas circunstancias u otras están excluidas de lo que el reglamento manda"EUROPA PRESSEUROPA PRESS

Sí, el verano con sus vacaciones, como todos aquellos tiempos en los que formalmente se decide que hay que hacer fiesta, descansar o estar con los otros, son malos para las personas en soledad no deseada, que son incalculables y cada vez más en las ciudades nuestras del ruido y la prisa. Porque cada vez hay más personas que por unas circunstancias u otras están excluidas de lo que el reglamento manda. Los que más me duelen son los mayores solos. Algunos, los que están mejor, van a los parques cuando el calor se lo permite, se sientan en un banco y miran a los paseantes. A veces, se relacionan entre ellos, sobre todo ellas, y comentan la vida, los programas de televisión, los recuerdos, las cocinas, el tiempo aquel en que tenían marido e hijos. ¿Y dónde están los hijos?, me pregunto. Se habrán ido de vacaciones, quizá. Sin la madre, sin el padre, que ya tienen más de ochenta y son pesados. Se olvidan de las cosas y hay que repetírselas; hay que llevarlos del brazo o en silla, hay que cuidarlos. Y los hijos están tan cansados del estresante trabajo, de los niños, de las desgracias propias y de todos. ¡Estamos tan cansados! Pero los mayores estuvieron muy cansados cuando nosotros éramos niños, y aun así nos enseñaron a usar la cuchara y se levantaron muchas noches por nuestros miedos. Sé que nacer no se elige y que algunos piensan que sus padres no les pidieron opinión, qué necios. Si fuese así tú no te irías de vacaciones regladas. No existirías ni tendrías hijos a los que no has pedido permiso para nacer. Es difícil, lo sé. Es casi imposible comprender lo que siente el que se siente solo y desamparado, es difícil ponerse en los zapatitos de los abuelos. Pero no hay vida fructífera sin entrega. No hay felicidad sin esfuerzo. No dejes que la soledad obligada te humille un día, es el más doloroso de los sentimientos.