Peregrinación

El Papa a los jóvenes españoles: «Que vuestra vida sea servicio»

Francisco envía un saludo a la clausura de la Peregrinación Europea que ha reunido a 12.000 participantes

Durante estos días, la capital gallega ha recibido a miles de jóvenes católicos llegados de toda España y parte de Europa
Durante estos días, la capital gallega ha recibido a miles de jóvenes católicos llegados de toda España y parte de EuropaCésar ArxinaEuropa Press

El Xacobeo y los jóvenes. Era el gancho de los obispos españoles para atraer a Francisco por primera vez a España. No había fallado ni con Juan Pablo II ni con Benedicto XVI. Pero la agenda internacional del pontífice argentino se guía por otros criterios humanitarios y sociales. A pesar de la negativa del Papa, el tirón del Camino de Santiago no ha caído y la Peregrinación Europea de Jóvenes ha logrado llevar estos días a Compostela a más de 12.000 jóvenes, superando convocatorias anteriores y en plena ola de secularización en nuestro país.

Ayer, en la jornada de clausura y vuelta a casa, Francisco se acordó del evento gallego y así lo manifestó en el transcurso del ángelus desde la plaza de San Pedro. «Que vuestra vida sea siempre un camino: ¡un camino con Jesucristo, un camino hacia Dios y hacia los hermanos, un camino en el servicio y en la alegría!», apuntó en una escueta referencia desde el ventanal de los palacios apostólicos poco después de que su enviado especial al Monte del Gozo llamara a la llamada generación Zeta a promover «la revolución de la fraternidad».

Fue el cardenal obispo emérito de Fátima, el portugués António Augusto dos Santos Marto, quien ejerció de legado pontificio en estas jornadas de precalentamiento a la Jornada Mundial de la Juventud que el verano que viene acogerá Portugal, el mayor macro evento que organiza la Iglesia fuera de los muros vaticanos. De hecho, Marto retomó en la eucaristía final el mensaje papal del ángelus, recordando que «Jesús propone una nueva forma de relacionarse entre nosotros, basada en la lógica del amor y el servicio».

«Es una auténtica revolución frente a los criterios humanos de egoísmo y ambición de poder y dominación: la revolución de la fraternidad», apuntó el cardenal durante su homilía, en una defensa de la encíclica social ‘Fratelli tutti’ que insta a los católicos a «sentir a cada ser humano, sin exclusión, como un hermano o una hermana».

Rodeado de la plana mayor del episcopado español, con el cardenal Juan José Omella al frente como presidente, los animó a edificar el futuro desde «la cultura del cuidado mutuo, la cultura del encuentro que tiende puentes, derriba muros de división y acorta distancias entre personas, culturas y pueblos».

El pastor luso invitó a los presentes a dar continuidad su experiencia de camino hacia Santiago, así como los sentimientos de comunidad y trascendencia que han despertado en ellos estos días de encuentro a través de las catequesis, los talleres vocacionales y los conciertos. Presentándoles como modelo a Carlos de Foucauld, el monje francés que vivió entre los tuaregs y que fue canonizado por el Papa en mayo, les invitó a cultivar un valor tan sencillo como «la amabilidad» en medio del universo del individualismo. «El ejercicio de la amabilidad no es un detalle insignificante ni una actitud superficial o burguesa», subrayó.

En paralelo, el purpurado invitó a los jóvenes a convertirse en el rostro de la alegría de la Iglesia «una alegría que llena el corazón y brota de él: la alegría del Evangelio, del encuentro y de la amistad con Jesús». En este sentido, quiso separar este sentimiento de “la sonrisa artificial hecha para publicitar un producto o un efecto de maquillaje para parecer más bello o amable”. “Es triste ver a un cristiano, sobre todo si es joven, sin alegría. ¿Qué dirán los no creyentes?”, compartió Marto, que apuntó que «ciertamente, muchos dirán: si la fe no es motivo de alegría, entonces es mejor no tener fe».

Con los peregrinos a punto de abandonar Santiago, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, calificó este encuentro como el “broche de oro” del Año Xacobeo. El arzobispo de Santiago espera que la huella del encuentro compostelano perviva en ellos y les permita «transformar ambientes con la fuerza del Evangelio».

«Sed el testimonio de lo que aquí habéis vivido, dando testimonio y razón de fe y esperanza», expresó el prelado compostelano que les advirtió de que «si quieren ir deprisa, irán solos, pero si quieren ir lejos, irán acompañados».

«Se han divertido sanamente»

Tras clausurarse la Peregrinación Europea de Jóvenes, el arzobispo de Santiago, Julian Barrio tuvo que defender a los participantes ante los medios de comunicación frente a las quejas generadas sobre su actitud en la capital gallega. «¿Le vamos a pedir al agua del mar que no sea salada?”, dejó caer el arzobispo, que explicó cómo los chavales se han divertido durante esta semana «sanamente». Me he encontrado con jóvenes muy presentes, que rezan y que han vivido la oración. A veces decimos que pasan de todo... y los he visto preocupados por el mundo que los rodea», expuso invitando a la sociedad a «cambiar el cliché» sobre ellos: «Sin pesimismos ni utopías, pero son jóvenes muy pegados a la realidad. Son una esperanza para todos».