¿Qué es la ITV voluntaria y cómo puede ayudarnos?

Pasar la ITV es un dolor de cabeza con el que todos los conductores tienen que lidiar cada cierto tiempo. Es evidente que este trámite es muy beneficioso para la seguridad vial en las carreteras españolas... de eso no hay duda. Sin embargo, sorprende que haya quien quiera ir a un centro de inspección para someterse a ella voluntariamente y más allá de lo estipulado (que es cada uno o dos años, en función de la antigüedad del vehículo).

¿Cómo nos puede ayudar una ITV voluntaria?

Por lo general, esta revisión voluntaria se hace para contar con el asesoramiento de un experto sobre el estado general del vehículo. Algo que es muy conveniente, por ejemplo, cuando vamos a realizar un viaje largo con él o cuando hemos escuchado un ruido extraño en el vehículo y no sabemos localizarlo. Aunque la gran mayoría de las veces, la ITV voluntaria se solicita al comprar un coche de segunda mano.

Es frecuente que el nuevo propietario de un vehículo vaya a pasar la ITV obligatoria por primera vez y se encuentre con algún fallo difícil de detectar a simple vista, como un parachoques no reglamentado, o con una avería problemática, como que el coche contamine más de lo permitido.

Por este motivo, todo el que se este planteando comprar un coche, debería plantearse también ponerel superar satisfactoriamente una ITV voluntaria como condición para la compraventa. Y de la misma forma, el vendedor también debería recordar que una ITV favorable es sinónimo de confianza de cara a su posible comprador. Es decir, que es un plus de venta para el vendedor y una garantía para el comprador.

El coste de este servicio que ofrecen los talleres suele ser más bajo que el de la ITV periódica obligatoria. Podemos solicitar una inspección voluntaria en cualquier momento, sin necesidad de que la ITV anterior haya caducado. Ahora bien, por lo mismo, el hecho de que nos sometamos a una revisión voluntaria, tampoco hará que cambien los plazos de la próxima revisión obligatoria.

Y como es el conductor quien decide someterse a la revisión, el procedimiento tampoco está sujeto a ningún limitante. Es decir, que si le interesa, el cliente puede solicitar una revisión completa o parcial; en la que se compruebe el estado -por ejemplo- de los frenos, pero no del alumbrado. En el caso de que en una inspección voluntaria se detecte algún defecto grave o muy grave, habrá que subsanarlo y volver a la estación ITV para que se verifique que ha sido corregido.