Polémica

Una jueza elige el nombre de una niña en contra del criterio de sus padres

Los progenitores quieren llamarla «Haiza», que significa «semilla», pero la magistrada lo cree peyorativo

Una magistrada de Vitoria (País Vasco) ha obligado a unos padres a poner a su hija «Zia» en vez del nombre que ellos habían pensado, «Hazia», que significa «semilla» en castellano, y zanja así una polémica que se alargaba demasiado, ya que la pequeña nació el pasado 22 de octubre en un hospital de la ciudad vasca y aún no había sido inscrita en el registro.

Tras el nacimiento de la pequeña sus padres confiaron al hospital el trámite de solicitar formalizar el nacimiento, hecho que corre a cargo de un juez, pero la sorpresa para estos progenitores llegó cuando la magistrada encargada de ello no aceptó el nombre que los padres habían escogido para la recién nacida. El argumento de la jueza se basaba en que «no hay ninguna otra niña con ese nombre y que se trata de un sustantivo».

«Nos han dicho que han elegido Zia porque en latín significa lo mismo que Hazia en euskera, semilla, y porque en latín solo tiene esa acepción», según señaló la abuela de la niña en unas declaraciones a «El Correo Vasco». En este sentido, el problema podría residir en que una de las últimas traducciones de este sustantivo sería «semen».

Asimismo, añadió que los padres «pusieron especial esmero y lo eligieron con todo el cariño del mundo. A todos nos pareció un nombre precioso y nos gusta su significado», indicó la mujer.

Ante la negativa de la juez a llamar «Hazia» a la niña, los padres se personaron ante la jueza para que les explicara las razones, pero ésta mantuvo su oposición e instó a los padres a elegir otro nombre porque sino «ella misma elegiría uno». Ante esta situación, los progenitores se preguntan por qué se permiten en cambio los nombres de Ibai y Aritza «si también son sustantivos», o el de «Zigor», que significa «castigo».

La familia entró en contacto con la Euskaltzaindia (la Real Academia de la Lengua Vasca) para solicitar su opinión al respecto, aunque esta institución «no veía ningún problema» en llamar a la niña Haiza.

Asimismo, la familia ha anunciado que recurrirá la decisión a la Dirección General de la Seguridad Jurídica y Fe Pública en Madrid para lograr que su hija pueda llamarse finalmente Haiza.

De acuerdo a lo que dice la Ley, la libertad para elegir el nombre de los hijos está limitada al respeto a la dignidad de la persona, por lo que estarían prohibidos aquellos que puedan conducir a burlas o puedan atentar contra la dignidad de los menores.

En España, los nombres de los bebés se regulan sobre la ley del 8 de junio de 1957. La norma ha sido actualizada en diversas ocasiones para adaptarse a los nuevos tiempos. En este sentido, hasta hace unos años solo se admitían los nombres cristianos. Ahora, en cambio, la originalidad riñe con la tradición. De hecho, nombres como Arya, Daenerys y Khaleesi, de «Juego de Tronos», siguen estando de moda.

La negativa de la jueza vasca puede sostenerse en dos artículos. Por un parte, el 192 del Reglamento del Registro Civil, dice que «se prohíbe cualquier nombre que haga confusa la designación o que induzca en su conjunto a error sobre el sexo». Por otro está el artículo 54 del Registro Civil, que afirma que «quedan prohibidos los nombres extravagantes, impropios de personas, irreverentes o subversivos».

La ley española señala asimismo que «no podrá consignarse más de un nombre compuesto, ni más de dos simples», según establece el artículo 51 del Registro Civil. Tampoco se puede llamar a un hijo con el nombre de una marca o de una persona famosa, porque «no se pueden imponer nombres que hagan confusa la identificación».

Finalmente, tampoco se admite como válido un nombre a partir de abreviaturas o siglas, ni tampoco usar el mismo nombre en hermanos (por ejemplo Jaime y Jaume).