¿Cuántos zurdos hay realmente en el planeta?, ¿Por qué son tan pocos?

Un equipo de científicos de la Universidad Kapodistrian de Atenas se propuso en el año 2020 resolver -de una vez por todas- el misterio de cuántos zurdos hay realmente en el planeta. Y para eso, debían poner en marcha la mayor investigación sobre la zurdera hasta el momento. El estudio fue tan ambicioso que tuvieron que aliarse con otras universidades -como la de Oxford, la de Bristol o la de Ruhr Bochum- para poder recoger la ingente cantidad de datos que serían necesarios. Al final, consiguieron llegar a una estimación aproximada de 827 millones de personas. Eso supone que las personas zurdas están en una minoría de 10 a 1... frente a los 6.973 millones de diestros que hay en el planeta.

¿De dónde “salen” los zurdos?

Esta predisposición a sujetar el lápiz con la mano izquierda ha fascinado a la ciencia desde hace mucho tiempo. Hasta hace unos años no se tenía ninguna certeza acerca de por qué tenía lugar este curioso fenómeno. Y a falta de una explicación coherente, en más de un momento de la historia, los zurdos fueron perseguidos o reprimidos. Pero las últimas investigaciones han conseguido arrojar un poco de luz sobre este asunto y establecer una relación entre el ADN y la zurdera.

De acuerdo con los datos aportados por una investigación de la Universidad de Oxford, el peso de la genética en la predisposición a que la mano izquierda sea la dominante es de un 25%: “Los genes están involucrados en el proceso biológico por el cual un embrión pasa de ser un conjunto de células a convertirse en un organismo en crecimiento, con un lado izquierdo y un lado derecho establecidos”, explicaba William Brandler, autor principal de la investigación.

Otros factores -como la posición del feto en la barriga de su madre o la exposición hormonal de las madres- también tienen mucho que decir. Y eso podría explicar, por ejemplo, que algunos gemelos no tengan la misma mano dominante que sus hermanos.

Esta diferencia también ha generado otras divergencias entre las personas con una u otra mano dominante. Por ejemplo, en el caso de la mayoría de personas diestras, el hemisferio izquierdo controla la mano derecha dominante; mientras que las personas (en torno a un 70%) zurdas hace lo contrario. Y eso tiene su efecto en algunas funciones cognitivas, como en el lenguaje; que es uno de los cometidos principales del hemisferio izquierdo.

Al estar este lado del cerebro más desarrollado, las personas zurdas -en general- tienden a hablar con una mayor elocuencia, a ser más ágiles a la hora de procesar pensamientos, son más precoces en matemáticas y tienen una mayor predisposición hacia las materias artísticas. Por contra, también hay que señalar que es más probable que los zurdos sean temperamentales y que tengan un peor manejo de sus emociones.