Educación

La escuela católica a los políticos: «El diálogo no necesita pregoneros»

Los colegios cristianos celebran su congreso con la esquivez de Moncloa

XVI Congreso de Escuelas Católicas
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Ni la ministra del ramo, Pilar Alegría, ni el secretario de Estado, Jose Manuel Bar. Moncloa hizo mutis por el foro ayer en una de los foros educativos más relevantes de nuestro país. Se trata del Congreso de Escuelas Católicas, la plataforma más relevante de la concertada, donde se educan más 1,2 millones de alumnos en 1.959 centros, lo que supone un 15% de la red escolar de nuestro país.

Pospuesto un año por la pandemia y con Granada como sede, el Gobierno optó por dar la palabra a Purificación Llaquet, subdirectora general de Cooperación Territorial e Innovación Educativa del Ministerio de Educación. En su intervención en el acto de inauguración, Llaquet optó por eludir toda referencia directa a la reforma educativa socialista, cuando todavía resuenan las palabras de Isabel Celaá en el anterior congreso cuestionando el derecho a la elección de centro de los padres y con las imágenes de las mareas naranjas contra la Lomloe en la memoria. La enviada del Gobierno se limitó a invitar a los docentes a luchar contra la brecha digital y despertar el espíritu crítico.

Por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, clamó por la materialización de un pacto educativo. En pleno desbarajuste en los centros por la falta de herramientas ministeriales para aplicar la enésima ley en los colegios, el responsable de los colegios cristianos reclamó de forma implícita la clase política «diálogo real y constructivo, que nos implique a todos en la escucha mutua y la participación para la mejora de nuestro sistema educativo». «Ahí vamos a estar siempre», subrayó. «Este diálogo no necesita de pregoneros y juglares que lo canten como emblema», dejó caer.

Con esta reflexión dio luz verde a un congreso, que reúne a más de 2.000 directores y profesores bajo el lema «Inspiradores de Encuentros», que entronca directamente con uno de los pilares del pontificado del Papa. «Nos inspira Francisco, que nos invita a creer y a crecer en la cultura del encuentro», subrayó sobre esta línea maestra, instando a los colegios a «salir de nuestros invernaderos» para poner en marcha «caminos sinodales y para la equidad».

En esta misma línea se manifestó también la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Encarna Cuenca, alentó a la escuela católica a ser promotora de «abrazos» para evitar que los encuentros puedan derivarse en «encontronazos». La docente que está al frente del máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa llamó la creación de espacios «participativos y democráticos» en las aulas para aumentar la escucha a los alumnos.

Por el escenario del congreso pasarán en estos días hasta 28 personalidades del ámbito pedagógico y mediático, entre las que se encuentran pensadores de referencia como las psicólogas Isabel Rojas y Catherine L’Ecuyer, a los que se unirán rostros populares como el del cocinero Pepe Rodríguez, el cantautor David DeMaría y el Youtuber Nachter.

De hecho, la ponencia inicial corrió a cargo del filósofo Josep María Esquirol, que lejos de perderse en cuestiones como la innovación pedagógica o la revolución tecnológica, hizo un llamamiento a recuperar al maestro como aquel que «no puede ser dogmático ni grandilocuente». «Puede enseñar a sus alumnos de manera incisiva, pero siempre desde el deseo y la pasión», suscribió.