El sencillo truco para decorar el árbol de Navidad

Cada vez tenemos más cerca las fiestas de Navidad... y eso obliga a que empecemos a pensar en cómo vamos a cambiar la decoración de nuestra casa para adecuarla a la ocasión. Y en toda decoración de Navidad que se precie, no pueden faltar dos elementos: el belén y el árbol.

Es posible que, a ojos de muchos de nuestros lectores, lo de decorar la casa para Navidad sea algo un tanto infantil... y una pérdida de tiempo con muy poca recompensa. Sin embargo, convendría que todos ellos supieran que -en realidad- es un esfuerzo muy bien invertido, porque de acuerdo con varios estudios científicos, la decoración navideña tiene efectos muy positivos para cualquier hogar. Nos hacen sentir mejor, más amigables y cercanos con la gente. De hecho, decorar también el exterior de la casa ayuda a mantener relaciones con los vecinos en nombre de la felicidad compartida. Si tú te sientes bien, los demás también.

Otra ventaja es que cuando tienes la casa decorada parece que ha ganado un plus de calidez, todo te parece más bonito y hogareño. Te apetece más estar con los tuyos y hacer planes comunes como puede ser compartir una peli o pasar una tarde de domingo alrededor de un juego de mesa. Decorar la casa es la excusa perfecta para pasar un rato juntos en familia. Y esos son momentos preciosos en los que nos olvidamos de nosotros mismos y nuestros problemas para centrar la atención en los demás y arrancar una sonrisa. Las fiestas, por lo general, tienden a endulzar el trato entre la sociedad.

En resumen, la decoración hace que nuestra casa sea más bonita y que tú te sientas mejor. Así que vence la pereza y busca la felicidad aunque sea entre bolas de plástico y tiras de espumillón dorado. Desde el periódico La Razón te lo queremos poner fácil. así que vamos a compartir contigo un secreto para que puedas ahorrarte muchos esfuerzos a la hora de poner las luces en el árbol de Navidad.

¿Cómo decorar el árbol de Navidad?

Bolas llamativas, estrellas, angelitos, guirnaldas, figuritas compradas y otras hechas en el colegio por los más pequeños de la casa e incluso fotos familiares... y tampoco pueden faltar las llamativas luces, blancas o de colores, fijas o intermitentes e incluso con música.... Todo ello para dar vida durante unos días a un rincón de la casa que suele pasar desapercibido durante todo el año.

Las luces son el elemento central de la decoración. Y por eso debemos centrarnos primero en ellas... antes de pensar en colocar las bolas, las figuritas y el resto de los adornos. Por cierto, antes de empezar, convendría que nos parásemos un momento a pensar dónde vamos a colocar el árbol.

La mayoría de los españoles coloca el árbol de Navidad en una de las esquinas del salón. Si este es nuestro caso, quizás podamos utilizarlo a nuestro favor y adornar únicamente la parte visible del árbol. Al fin y al cabo, no hay nada más triste que un árbol de Navidad que se ha quedado con pocas luces... y cuando eso sucede, suele ser porque muchas de estas luces están colocadas donde no pueden verse. Para colocarlas con rapidez, la mejor forma es comenzar desde arriba e ir bajando hacia la base del árbol con movimientos en zig zag.