Signos preocupantes
El estreptococo usa las vías de la covid para expandirse
Preocupación sanitaria por la propagación a través de las gotitas en el aire
Suben a 15 los menores que han muerto en el Reino Unido por infecciones de estreptococo A desde el pasado septiembre, según datos publicados ayer. Son seis más sólo desde el martes. El miércoles, la Comunidad de Madrid anunciaba que dos menores han fallecido y otros 14 han precisado ingreso hospitalario en las últimas semanas por enfermedad invasiva por estreptococo A (meningitis, shock séptico o neumonías). En concreto, desde el pasado día 19 de octubre hasta la fecha se han detectado 16 casos de estreptococo A en la región en menores con edades comprendidas entre 1 y 12 años.
El anuncio británico se completa con que 60 personas de todos los grupos de edad han muerto desde septiembre tras ser diagnosticadas con una infección por estreptococo A, entre ellas 23 mayores de 75 años y 13 menores de 15 años.
Las autoridades sanitarias han subrayado que no se han detectadonuevas variantes de esas bacterias y achacan el incremento de casos respecto a otros años al aumento de las interacciones sociales tras largas temporadas de aislamiento durante la pandemia de coronavirus.
La Asociación Nacional de Farmacias del Reino Unido también alertó esta semana de que se están produciendo «interrupciones» en la cadena de suministros de penicilina, mientras que la Asociación de Farmacias Múltiples Independientes asegura que establecimientos en todo el país están teniendo problemas para reabastecerse de diversos tipos de antibióticos.
Precisamente estas dos últimas cuestiones reflejadas anteriormente son las que preocupan de forma especial en el Ministerio de Sanidad y las consejerías de las comunidades autónomas.
Por un lado, que la forma de transmisión es idéntica a la de la covid. La enfermedad invasiva por estreptococo A es una de las formas más graves producidas por esta bacteria, patógeno que con frecuencia produce una gran variedad de procesos infecciosos, desde la faringitis, la amigdalitis, la escarlatina, e incluso infecciones invasivas y graves como la fascitis necrotizante o el shock séptico. Esta patología se disemina por gotitas respiratorias, el contacto con las mucosas oral o nasal con secreciones respiratorias infecciosas o con exudados de lesiones cutáneas.
La infección es transmisible hasta 24 horas después de haber completado el tratamiento antibiótico. Los médicos recomiendan seguir las indicaciones de tratamiento clínico y ante la presencia de fiebre alta y empeoramiento de síntomas respiratorios y decaimiento, acudir a una urgencia hospitalaria.
Por todo ello recomiendan un buen lavado de manos, especialmente después de toser o estornudar o de preparar las comidas para disminuir la probabilidad de contagio. Además, se aconseja el uso de mascarilla en caso de tener síntomas. Justo dos de las recomendaciones básicas para tratar la pandemia del coronavirus. Y el temor aumenta ante los últimos días de compartir aulas en los colegios y luego asistir a las reuniones familiares de las navidades.
Una medida preventiva que pueden adoptar los padres es que se pongan en contacto con sus médicos si los niños comen menos de lo habitual, tienen signos de deshidratación, fiebre por encima de 38 grados y dolor de garganta. Los síntomas para dirigirse urgentemente a un hospital son: dificultad respiratoria, labios azules o si no se despierta. Ante la presencia de fiebre alta y empeoramiento de síntomas respiratorios y decaimiento deben acudir de igual forma.
En la mayoría de los casos, la infección causa enfermedades leves. Sin embargo, en ciertas ocasiones estas bacterias pueden provocar dolencias mucho más graves que pueden poner en peligro la vida, como la fascitis necrotizante (denominada «la bacteria carnívora») y el síndrome de shock tóxico estreptocócico, según las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
En el primer caso se produce una infección del tejido graso muscular, mientras que el síndrome de shock tóxico estreptocócico provoca hipotensión y lesiones de órganos como los riñones, el hígado y los pulmones. Los primeros síntomas de estas infecciones graves incluyen fiebre, dolor agudo e inflamación y enrojecimiento de la herida.
Aproximadamente el 20% de los pacientes que sufren fascitis necrotizante y el 60% de las que padecen shock tóxico mueren frente al 10-15% de los que sufren otras formas de enfermedad estreptocócica A.
La segunda cuestión reside en que las reservas de penicilina en España sean las suficientes si se da la situación de que aumenten los casos de forma aritmética. Además de que la penicilina puede producir una serie de efectos adversos, como una reacción de hipersensibilidad o síntomas de alergia.
Este medicamento antibiótico derivado del hongo Penicilliumpertenece a la familia de los betalactámicos. Es un antibacteriano con un amplio espectro de acción, siendo efectivo frente a muchas y diferentes bacterias, tales como los neumococos, los estreptococos, el Clostridium tetani (desencadenante del tétanos) o los meningococos, entre otros.
Y es la principalmente adecuada para el estreptococo A puesto que sana los efectos de la escarlatina, una de sus consecuencias. Se caracteriza por un sarpullido rojo brillante que afecta la mayor parte del cuerpo, casi siempre implica dolor de garganta y fiebre alta. Y se transmite desde la persona enferma a la sana, a través del aire por las gotitas de saliva (denominadas gotas de Pflügge).
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