La Alemania de Benedicto

Tras la huella del papa alemán

En varias ciudades del sur de Alemania se pueden visitar lugares en los que transcurrió el periodo infantil y de formación del que fuera el jefe de la iglesia católica

Misa en su honor en la iglesia de Marktl, su pueblo natal
Misa en su honor en la iglesia de Marktl, su pueblo natalANNA SZILAGYIAgencia EFE

Fallece el que fuera único papa alemán de la historia de la iglesia católica desde abril de 2005 hasta febrero de 2013, cuando con 86 años renunció por razones de salud, fue Papa de la iglesia católica. El 16 de abril de 1927 nacía Josef Aloisius Ratzinger en una casita histórica construida en el siglo XVII que puede ser visitada desde 2007 y se encuentra en la principal plaza de la ciudad bávara de Marktl, de unos 2.800 habitantes.

En el centro de su pueblo natal se encuentra una columna de cuatro metros de altura del escultor Joseph Michael Neustifter, creada con motivo de la visita del papa a su ciudad natal en 2006. En la obra se encuentran referencias a la vida del monje Benito de Nursia, fundador de la Orden de los Benedictinos.

La iglesia del lugar data del siglo XIII y contiene un altar de estilo neogótico. En el Museo del lugar se puede contemplar un cáliz y un solideo usados por Benedicto. La oficina local de turismo ofrece un recorrido guiado bajo el título «tras la pista del papa Benedicto» de unos 40 minutos que cuesta 15 euros para un grupo de hasta 15 personas.

También se organizan peregrinaciones en torno a una ruta que Ratzinger alabó antes de ser nombrado Papa en la localidad de Altötting, que visitó como Papa en 2015. «Tengo la suerte de haber nacido muy cerca de Altötting. Así que las peregrinaciones conjuntas con mis padres y hermanos al lugar de gracias están entre mis primeros y más preciados recuerdos», escribía el por entonces cardenal de la Curia Joseph Ratzinger en enero de 2005 en el prólogo de la guía de dicho lugar. Durante el paseo se realizan varias meditaciones sobre el bautismo, la propia peregrinación, la patria y sobre la virgen.

Hijo de un gendarme y una cocinera, Joseph Ratzinger visitó junto con su hermano Georg una guardería en un monasterio agustino en la ciudad de Tittmoning, también en Baviera, a donde había sido enviado su padre, que se mudará en varias ocasiones por razones laborales. En este lugar hay una guardería que lleva su nombre, el «Benedikt Kindergarten Timotting» y la ciudad le nombró hijo predilecto en 2007.

Con doce años entrará en un internado en Traunstein, donde a partir de 1939 todos los alumnos pasan a formar parte forzada de las juventudes hitlerianas.

En dicha ciudad, donde Ratzinger encontró una casa que era, para él y su hermano, «un paraíso», hay hoy una placa en dicha vivienda que recuerda el tiempo que pasaron en ella antes de ser enviados al internado. En la iglesia del lugar se encuentra uno de los órganos más antiguos de Alemania, datado en el 1696.

Frente al templo hay un busto de Ratzinger que la ciudad le dedicó en su 80 cumpleaños. Desde 2005, es ciudadano de honor. El hermano de Ratzinger permaneció desde 1957 hasta 1967 como director del coro. Allí perecieron sus padres y fueron enterrados, si bien en los 70 trasladaron sus restos a Ravensburg.

Durante la guerra, sirve en la defensa antiaérea y en 1944 con 18 años será hecho prisionero por el ejército americano y detenido en Neu-Ulm, donde permanece hasta ser puesto en libertad en 1945. En el lugar hoy no quedan restos de aquel entonces y es un barrio moderno llamado Wiley. A fines de ese año, tras la guerra, comienza a estudiar teología en Múnich, convencido ya de querer ser sacerdote, lo cual consigue en 1951 junto con su hermano Georg.

Poco después comienza su carrera de pastor, dando clases también en las escuelas, mientras prepara su tesis doctoral, que es aprobada en 1953, lo que le permitirá ser profesor universitario cinco años mas tarde en Bonn, Münster, Tübingen y Ravensburg. Uno de los lugares en los que predica, Moosach, le dedicó en 2006 una placa.

Misas en su recuerdo

Desde el lunes los interesados pueden escribir sus condolencias en un libro habilitado en su casa natal en el pueblo de Benedicto XVI, Marktl am Inn en el estado de Baviera, el lugar donde se bautizó y que ha abierto sus puertas de forma extraordinaria. En dicha localidad se celebraba ayer una misa en su honor, después de la celebrada el mismo sábado por la tarde. Una ceremonia que estaba planeada para despedir 2022 y que se convirtió en un réquiem por el pontífice.

Tras la misa colocaron una corona de rosas frente al altar, típica en Baviera para honorar a los fallecidos. Las campanas de todas las iglesias de Baviera, donde Ratzinger pasó parte de su juventud y primeros tiempos como sacerdote, profesor y obispo, tocaron durante quince minutos en memoria del papa el lunes. En 2020 Benedicto había viajado a Pentling junto a Regensburg para despedir a su hermano.