El 92% de los menores que atiende Cruz Roja, en situación de pobreza

El 92% de los menores de las familias que atiende Cruz Roja se encuentran en situación de pobreza, según el informe «Calidad de vida de las familias vulnerables» presentado ayer. Ha sido realizado en coordinación con la Universidad Carlos III, analiza la situación de 1.087 personas pertenecientes a familias atendidas por Cruz Roja con hijos de 0 a 25 años en relación con el Indicador de Calidad de Vida del INE.

Así, los resultados de la investigación muestran un indicador de calidad de vida 5,59 puntos inferior entre las familias atendidas por Cruz Roja que el que se obtiene para la población general (96,24 puntos/101,83 puntos). Datos en los que destacan las condiciones materiales de vida, el empleo, la educación, el ocio y las relaciones sociales.

Del mismo modo, indica que, cuando se trata de valorar su vida, sólo un 38,7% de las familias encuestadas manifiestan estar satisfechas con su vida, un dato que contrasta con el 74,7% correspondiente a la población general.

En cuanto al perfil de las familias, expone que el más frecuente es el formado por una pareja con hijos e hijas (58,2%), pero lo es con un peso «mucho menor» que en el conjunto de las familias españolas (80%), ya que en estas existe una presencia mayor de familias con núcleo monoparental, sobrerrepresentadas con respecto a su presencia en la población general. El porcentaje de este tipo de familia es 19 puntos porcentuales superior entre la población atendida por Cruz Roja. Las encabezadas por mujeres son un 34,5% y las encabezadas por varones un 4,5%.

Respecto a las familias extensas (con presencia de personas no pertenecientes al núcleo de padres, madres e hijos e hijas), representan el 22,9%. «En la mayoría de los casos, la formación de una familia monoparental es la consecuencia de una separación, o divorcio, pero en algunos casos se trata, además, de mujeres víctimas de violencia de género. La constitución de familias extensas responde a una estrategia de supervivencia debido a las dificultades que atraviesan, que les permiten compartir recursos económicos, materiales, emocionales y reproductivos entre los miembros adultos, aligerando la sobrecarga de las mujeres que encabezan los hogares con núcleo monoparental», asegura Cruz Roja.

Por otro lado, el informe afirma que el empleo y las condiciones laborales de estas familias destacan «por la baja cantidad y la baja calidad del trabajo».

Además, añade que los datos de precariedad laboral y desempleo «son alarmantes» ya que el 40% de las personas encuestadas que están trabajando lo hacen menos de 20 horas semanales.

En lo que respecta a las condiciones materiales de vida, las familias atendidas por Cruz roja se sitúan 33,1 puntos por debajo de la población general, su renta es muy inferior y el 93,4% tienen dificultades medias o altas para llegar a fin de mes.

Uno de los factores que más definen esta situación es la vivienda. Las familias dedican de media un 47,1% de sus ingresos a los costes asociados a la misma, siete puntos por encima de la tasa de sobrecarga del coste de la vivienda.

Asimismo, el documento señala que el riesgo de pobreza y exclusión (90,2%) refleja una situación de «mucha mayor vulnerabilidad que el del conjunto de la población española» (20,4%, según la ECV-2022).

Asimismo, agrega que el 59,4% de los hogares se encuentra en situación de carencia material «severa». Del mismo modo, destaca el abandono temprano de la formación en la población atendida (46,3% frente a 13,3% de la población general).

Finalmente, apunta que la puntuación obtenida en la dimensión de gobernanza y derechos básicos es, por el contrario, «muy superior» a la de la población general (153,48 frente a 100), al igual que la obtenida en la dimensión referida a cuestiones de medio ambiente. «Estos datos, unidos a la bajísima participación social y política de las personas atendidas configuran un panorama preocupante. Aunque es necesario indagar más sobre las razones de estos resultados, una de las hipótesis que parece más plausible es la de la precariedad. Lo acuciante de los problemas cotidianos desenfocan probablemente el entorno y alejan estas temáticas de su esfera motivacional. Por otro lado, la falta de participación es, en sí misma, un elemento clave en el riesgo de exclusión social», concluye.

Las actividades de Cruz Roja Española durante 2022 abarcó a más de 12 millones de personas beneficiarias en el ámbito nacional e internacional.