
Neurología
Adelantarse a la crisis epiléptica es posible así
La epilepsia es una patología neurológica que afecta a unos 400.000 españoles y puede mermar seriamente la calidad de vida de quienes la padecen

La epilepsia es una patología neurológica que puede mermar, y seriamente, la calidad de vida de quienes la padecen. Por eso, mantenerla a raya es fundamental. Se caracteriza por la presentación más o menos frecuente de episodios o crisis epilépticas en las que, entre otros síntomas, la persona tiene convulsiones, una situación en la que la actividad neuronal se altera, pudiendo afectar al individuo seriamente.
“Tras una crisis epiléptica los pacientes suelen presentar síntomas como dolor de cabeza, cansancio extremo, e incluso confusión”, subraya la doctora Juana Rondón, neuróloga especialista en epilepsia en el Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz.
Esta experta recuerda que las crisis epilépticas tienen muy corta duración, de segundos, o incluso de uno o dos minutos, al mismo tiempo que advierte de que si la duración se prolongase más de cinco minutos ese estaría ante una emergencia médica conocida como ‘estado epiléptico’.
Entre los factores que pueden desencadenar una crisis epiléptica destaca la privación parcial o total del sueño, el consumo de alcohol y de otras drogas, algunos medicamentos, los cambios hormonales producidos durante el ciclo menstrual o el estrés, entre otros. "También hay un grupo de epilepsias llamadas ‘epilepsias reflejas’, en las que las crisis se desencadenan con la exposición del paciente a ciertos estímulos como el televisor, la luz, o la música", añade.
Conocer los síntomas es fundamental
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la epilepsia afecta a unos 400.000 españoles, y se caracteriza por la predisposición a la aparición de crisis epilépticas que se producen por una actividad neuronal anormal y excesiva.
Además, resalta esta neuróloga que se trata de una patología cuyos síntomas a menudo son pasados por alto, lo cual puede llegar a provocar un retraso de hasta 10 años en su diagnóstico, y a la repetición de crisis epilépticas, debido a la falta de un tratamiento efectivo.

Es por ello por lo que la doctora Juana Rondón remarca lo importante que es conocer los síntomas para la detección temprana y la validación de un diagnóstico precoz, con el que abordar la enfermedad desde sus primeras manifestaciones.
"Las manifestaciones de los síntomas son muy diversas dependiendo del área afectada: visión de luces, sensación de hormigueo, distorsión en la percepción olfativa y gustativa, sacudidas de las extremidades o desviación involuntaria de la cabeza o el tronco", enumera esta especialista.
En este caso, dice que se trata de síntomas asociados a las crisis focales, que son aquellas en las que se activa una red de neuronas limitada a una pequeña parte del hemisferio cerebral, con síntomas localizados en el área que está siendo activada.
A su vez, la neuróloga mantiene que en el siguiente estadio se encontrarían las crisis generalizadas, donde la activación neuronal es mucho más extensa, y que pueden derivar en otras manifestaciones motoras, como la pérdida de la consciencia con caída al suelo, una mordedura de lengua, salida de orina, y la presentación de convulsiones.
Prevenir una crisis epiléptica
Con todo ello, la doctora Rondón asevera que, independientemente del tratamiento, hay una serie de consejos que han de seguirse para tratar de prevenir una nueva crisis epiléptica. Entre estos se encontrarían, tal y como detalla la especialista de Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz:
- Tener horarios de sueños regulares.
- Evitar el consumo de alcohol y de otras sustancias tóxicas.
- Evitar situaciones peligrosas que puedan conducir a traumatismos de cráneo.
- Tomar correctamente la medicación.
- No abusar del uso de dispositivos electrónicos en el caso de epilepsia refleja.
- Controlar los factores de riesgo cardiovascular para evitar la epilepsia asociada a la enfermedad cerebrovascular por ictus.
Diagnóstico precoz y tratamiento
Ante la aparición de cualquiera de los síntomas citados, la experta en epilepsia recomienda acudir a un centro médico para ser evaluado por un especialista: "Si el neurólogo o el epileptólogo considera que hay una sospecha diagnóstica solicitará las pruebas pertinentes en función de cada caso, ya sea una electroencefalografía ─idealmente video-EEG─, pruebas de neuroimagen e incluso estudios genéticos. La importancia de un diagnóstico precoz radica en la instauración de un tratamiento efectivo y oportuno".
Concretamente, la epilepsia puede tratarse por vía farmacológica y no farmacológica, si bien la mayor parte de los pacientes, entre un 70% y 80%, logran controlar la epilepsia con un fármaco anticrisis. “El resto, entre un 20% y un 30%, padece lo que se conoce como ‘epilepsia refractaria’ o ‘farmacorresistente’, que se da cuando el paciente no responde a al menos dos fármacos anticrisis prescritos adecuadamente”, indica.
En estos casos reconoce que cobra una gran importancia la evaluación por el especialista en epilepsia, quien va a determinar el tratamiento más adecuado para el paciente, si a través de fármacos, o bien si el paciente es candidato de tratamientos no farmacológicos como el estimulador del nervio vago o la cirugía de epilepsia. “Con el tratamiento quirúrgico, además, es posible obtener excelentes resultados, incluso la desaparición de crisis epilépticas”, asevera esta especialista.
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